martes, 29 de septiembre de 2015

ZeC debe medir mejor sus actos e iniciativas

Editorial.
 

Zaragoza en Común
El mejor favor que Zaragoza en Común (ZeC) habría de hacerse a sí misma es medir con realismo e inteligencia sus iniciativas políticas, para no sufrir reveses tan ruidosos como el de anteayer, cuando el Pleno municipal votó en contra de sus propuestas para modificar el Reglamento de Protocolo. Al final los ediles sí deberán representar formalmente al ayuntamiento en los actos religiosos. El alcalde Santisteve y su equipo se quedaron solos... y en evidencia. Un revés que podían haberse evitado perfectamente negociando con otros grupos antes de tirarse a la piscina.


CUANDO SE ESTÁ EN MINORÍA
 
ZeC gobierna en minoría. Necesita los votos de PSOE y CHA para sacar adelante cualquier iniciativa que deba ser aprobada por la Corporación. En consecuencia, el alcalde y los otros ocho concejales de su grupo tendrían que haber puesto en marcha una gestión muy sintonizada con los partidos que apoyaron la investidura, e incluso con los otros. Habrían de existir líneas permanentes de comunicación y una voluntad de alcanzar acuerdos para poder administrar la ciudad.
 
Ya patinó ZeC en el asunto del IBI. El cambio de nombre del pabellón de deportes hubo de hacerse por las bravas y en minoría. Y si lo de la asistencia a los actos religiosos no pasa de ser un detalle simbólico (aunque llamativo), dentro de poco aterrizará el debate de los presupuestos, y ahí sí pueden complicarse las cosas.

HAY QUE TENER CUIDADO
 
Sin inteligencia política y empatía, ZeC se meterá en complicaciones. Y lo hará, no por buscar unos fines políticos y sociales ineludibles, sino por falta de habilidad o puro sectarismo. Así, sus últimas decisiones en el terreno de las ayudas de Acción Social han levantado ampollas entre las organizaciones asistenciales, y de alguna forma habrán de ser corregidas.
 
En su reciente reunión con entidades y grupos ciudadanos, Santisteve parecía tener asumida la importancia de los matices, del diálogo y de estudiar mejor, atar y pactar los temas antes de convertirlos en un objetivo declarado. Le conviene en todo caso aferrarse a tal propósito, si quiere llevar a cabo una gestión eficaz y sentar el precedente de que una plataforma como la suya sí está capacitada para mejorar la vida en Zaragoza. Lo contrario sería suicida.
 
El Periódico de Aragón.

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