sábado, 30 de enero de 2016

La hora del PSOE

El PP necesita entrar en una cura de saneamiento, de relevo en el vértice, fuera del poder.


El cambio es el pacto


Antonio Elorza

En su relato de los atentados cometidos por las Brigadas Rojas, el novelista Carlo Lucarelli utiliza siempre una fórmula: “X [la víctima] está muerto, pero él no lo sabe”. Algo parecido le sucede políticamente a Mariano Rajoy desde que fue notoria la imposibilidad de alcanzar la mayoría. Insiste en una cosa que no es verdad, pues ser el partido más votado no es ganar las elecciones; repite sin esperanza alguna su propuesta de tripartito y como siempre se muestra incapaz de decir nada nuevo.

Cuando de no existir otras razones, bastaría con el cáncer “popular” de la corrupción en plena metástasis: por el bien de la democracia y del partido, el PP necesita entrar en una cura de saneamiento, de relevo en el vértice, fuera del poder, lo cual no significa dejar de contar en unas decisiones de Estado que han de tomarse desde la pluralidad. Rajoy no lo sabe. Tampoco sus colaboradores inmediatos que convocan a los barones del PSOE para que corrijan a Sánchez: mayor torpeza no cabe.

Así las cosas, aunque disguste en Bruselas, el PSOE no puede aliarse con el PP para el gobierno. Sería un suicidio y una traición a sus votantes, que aspiran a corregir muchas cosas en la corrupción, en la economía, en la fiscalidad, en la educación o en la política sobre Cataluña, bloqueadas por el Gobierno de Rajoy. La ruptura de todo diálogo, en cambio, sería absurda y sectaria, ante los problemas que afrontamos.

El error del PSOE, tanto de Sánchez como de sus críticos, ha sido dejarse encerrar en el tema de las alianzas y no adelantarse a todos, de cara también a la opinión, poniendo sobre la mesa los puntos fundamentales de su bien articulado programa de gobierno. Con momentos fuertes como la dura e inteligente reforma fiscal, revisiones necesarias en educación, cultura, laicismo, legislación laboral, reforma federal insuficiente pero bien orientada. Y que los eventuales aliados se situaran respecto del mismo, sin soportar ninguna imposición previa. Sería en este caso Podemos quien tendría que ver si en torno al núcleo de la propuesta socialista cabe una u otra forma de colaboración. Lo mismo sucedería con Ciudadanos, liberado así del enfeudamiento respecto del PP.

El obstáculo reside, no en líneas rojas, sino en planteamientos de Podemos destructores del orden constitucional y del equilibrio económico. Un referéndum inmediato en Cataluña, la parida neoboliviana —perdonen la expresión— del Estado plurinacional que impulsa ya a nacionalismos ultraminoritarios a reclamar su “derecho a decidir”, la antiausteridad sin control, la renta universal (no lo que propone el PSOE), nos sitúan en un populismo de ruptura, que Iglesias debe revisar. Lo mismo que el PP podrá aspirar legítimamente a gobernar cuando limpie sus establos.
 
El País.


PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL. PSOE

COMITÉ FEDERAL 30 Enero 2016


P S O E

Hoy se ha celebrado el Comité Federal del PSOE donde nuestro Secretario General ha garantizado que todos los posibles pactos y negociaciones que puedan darse serán en abierto y se consultará a la militancia socialista.

Además hemos vuelto a reiterar nuestra posición aprobada por el Comité Federal el 28 de diciembre.

Votaremos NO a Rajoy y a cualquier otro candidato del PP para ser presidente del gobierno.

No vamos a gobernar a cualquier precio pero tampoco permitiremos cuatro años  más de sufrimiento con otro gobierno del PP.

Por eso, si el Rey encarga que Pedro Sánchez se presente a la investidura asumiremos nuestra responsabilidad.

No vamos a hablar de composición de gobiernos o sillones sino de soluciones a los problemas de las personas.

Quien quiera sentarse a hablar con nosotros, lo tienen que tener muy claro: tendrán que hablar en todo momento de programa.

" El PSOE ES UNO Y ANTE LA ENCRUCIJADA DE ESPAÑA DA UN PASO AL FRENTE Y NO ELUDE SU RESPONSABILIDAD PORQUE QUEREMOS TRANSFORMAR ESPAÑA, LO HICIMOS DOS VECES Y LO VOLVEREMOS A HACER UNA TERCERA ".

 
 
 
RESOLUCIÓN POLÍTICA APROBADA POR EL COMITÉ FEDERAL 281215

. Reiterada hoy por el Comité Federal de 30 de enero de 2016.

El resultado de las elecciones del pasado día 20 de diciembre plantea un escenario incierto para el futuro inmediato de nuestro país. En este contexto difícil, la ciudadanía española puede tener plena confianza en que el Partido Socialista estará, una vez más, a la altura de las circunstancias y asumiendo su responsabilidad.

En las decisiones y en el comportamiento del PSOE primará siempre el interés general de la sociedad española. Esta ha sido una constante histórica en la actitud del PSOE y lo será también en este tiempo nuevo.

El Partido Socialista no ha cumplido su objetivo de ganar las elecciones y, por lo tanto, hemos tenido un mal resultado que debe obligarnos a abrir una reflexión profunda que nos lleve a mejorar nuestro Partido, nuestra estrategia y nuestras políticas.

Pero, aun así, el Partido Socialista es la segunda fuerza en votos y en apoyos parlamentarios y lideramos la alternativa a la derecha del Partido Popular; gobernamos en nueve de las diecisiete comunidades autónomas; y los alcaldes y concejales socialistas dirigen miles de ayuntamientos.

Es decir, el Partido Socialista mantiene anclajes firmes en la sociedad española y está dispuesto a servir al interés general de nuestro país.

Para los socialistas, el voto de los españoles debe atenderse y debe cumplirse. En consecuencia, el PSOE apoyará el cambio frente a la continuidad de Rajoy y del PP. Defenderemos políticas progresistas frente a políticas conservadoras. Y fomentaremos el diálogo para el acuerdo frente a las imposiciones de unos u otros.

Este es el tiempo en el que Rajoy y el PP, como fuerza más votada, deben asumir su responsabilidad de intentar formar Gobierno.


Rajoy y el PP deberán sumar apoyos suficientes para su investidura, teniendo en cuenta que durante los cuatro últimos años han utilizado la crisis para recortar derechos y libertades. Sus políticas han enriquecido a unos pocos y han empobrecido a la mayoría de los españoles. Han utilizado de forma partidaria las instituciones de todos. Han gobernado contra la mayoría, sin escuchar a nadie y sin acordar con nadie.

Esto ha hecho que Rajoy y el PP estén solos y que su continuidad suponga una amenaza para la estabilidad del país, porque no hay nada más dañino para la estabilidad que cuatro años más de desigualdad social y de uso espurio de las instituciones democráticas.

Pero la responsabilidad de lo sucedido, de las actuales circunstancias en las que se desenvuelve la política española y de sumar los apoyos necesarios para su investidura es solo suya. No es aceptable que intenten desplazar esa responsabilidad hacia los demás.

Por eso, el PSOE votará en contra de la investidura de Rajoy y de un nuevo Gobierno del PP. Porque ese es el mandato de nuestros votantes y de la mayoría de los españoles. Votar en contra del PP y de Rajoy es votar a favor del cambio que expresaron la mayoría de españoles, el pasado 20 de diciembre.

Votaremos en contra porque el PSOE es la alternativa al PP. El PSOE es lo contrario del PP. El PSOE es la primera fuerza del cambio en España.

Si Rajoy y el PP logran formar Gobierno, el PSOE liderará una oposición exigente y leal. Seremos exigentes en la defensa de los derechos de la ciudadanía. Y seremos leales, como hasta ahora, acordando con el Gobierno en los grandes asuntos de Estado, como la lucha antiterrorista y la defensa de la unidad de España.

Si Rajoy y el PP fracasan en su intento de formar Gobierno, el PSOE actuará como primer partido del cambio en aras del interés general y con sentido común y responsabilidad.

Las nuevas elecciones deben ser la última opción, porque supondrían un fracaso colectivo. Los españoles nos han convocado para el cambio, para el diálogo y para el acuerdo. Y los representantes elegidos por los españoles tenemos que estar a la altura de este mandato popular, por encima de intereses partidarios y personales.

En este tiempo complejo para la sociedad española, el PSOE actuará en coherencia con sus valores, con lealtad a los españoles, y anteponiendo siempre el interés de España a cualquier otro objetivo.
.
Esa responsabilidad y ese interés general hacen que rechacemos, de manera tajante, cualquier planteamiento que conduzca a romper con nuestro ordenamiento constitucional y que amenace así la convivencia lograda por los españoles durante estos últimos 37 años. La autodeterminación, el separatismo y las consultas que buscan el enfrentamiento sólo traerán mayor fractura a una sociedad ya de por sí divida. Son innegociables para el Partido Socialista y la renuncia a esos planteamientos es una condición indispensable para que el PSOE inicie un diálogo con el resto de formaciones políticas.

El PSOE y el PSC hemos sido los únicos que hemos planteado una solución al problema ocasionado por el independentismo en Cataluña y nuestra alternativa pasa por buscar un nuevo acuerdo que se base en actualizar nuestro marco de convivencia constitucional, que culmine la España autonómica, avanzando hacia un modelo de Estado de estructura federal, y con ello articular mejor la unidad de España gracias al reconocimiento de la diversidad de nuestros territorios, al tiempo que se asegura la igualdad de derechos a todos los españoles y que sea un acuerdo refrendado por toda la ciudadanía española.

La alternativa socialista busca afrontar las grandes transformaciones que han de asegurar un futuro mejor a la inmensa mayoría de ciudadanos y ciudadanas de nuestro país:

1. Un gran pacto por la recuperación justa, los buenos empleos, un sistema fiscal justo que luche contra el fraude y garantice la financiación de nuestro Estado del Bienestar, y la transición energética que nos permita luchar eficazmente contra el cambio climático.

2. Un pacto por la Educación, la Ciencia y la Cultura.

3. Un pacto por la regeneración democrática, la mejora de la calidad institucional
y la lucha contra la corrupción.

4. Un acuerdo nacional contra la pobreza y en defensa del Estado de Bienestar, en particular, reactivando la Ley de Dependencia y recuperando la universalidad de nuestro sistema de salud, así como crear un Ingreso Mínimo Vital para luchar contra la pobreza infantil.

5. Un pacto social, político e institucional contra la violencia de género.

6. La reconstrucción del Pacto de Toledo para asegurar las pensiones dignas de
hoy y de mañana.

7. Una ponencia parlamentaria para renovar nuestra Constitución, blindando de-
rechos sociales, regenerando nuestras instituciones y federalizando nuestro
modelo territorial.

8. Un acuerdo para renovar el compromiso de España con la integración europea.
Garantizando el cumplimiento de nuestros compromisos con Europa. Recuperando el papel constructivo que tuvo España, con gobiernos socialistas, en el proceso de integración europea, avanzando hacia una Unión social, política, económica y una mejor gobernanza democrática de la zona euro.

Este es el proyecto con el que nos presentamos a las elecciones y esta será, en todo momento, nuestra hoja de ruta.

Los socialistas hacemos un llamamiento al diálogo, a la responsabilidad y a la altura de miras como guías de conducta para todos los interlocutores en este nuevo tiempo político. Esa ha sido la voluntad de la ciudadanía expresada en las urnas el pasado 20 de diciembre.

domingo, 24 de enero de 2016

ARAGON: TURISMO UN SECTOR ESTRATEGICO. FITUR.

.
Novedades Turísticas en un foro internacional: F I T U R.


Escaparate de Aragón en FITUR


El Gobierno de Aragón ha mostrado en FITUR una amplia muestra de su potencial turístico. Las claves  de los nuevos mercados son:

-         SENDEROS: La red de senderos de la comunidad servían como nexo de unión a todas las propuestas en el escaparate madrileño. La comunidad dispone de más de 262 rutas.

-         AVES: La apuesta por la ornitología, especialmente alrededor de la laguna de Gallocanta, tiene que ver con la existencia de un turismo especializado que busca servicios de calidad.

-         CINE: La comunidad como plató de cine o como escenario para vivir el cine permite llegar a pantallas de promoción masivas.

-         CENTROS COMERCIALES: Puerto Venecia logro en el 2.015 más de seis millones de visitantes de fuera de Aragón, consolidándose como destino de compras.

-         CIUDAD DEL AMOR: El recreacionismo histórico se ha convertido en una de las propuestas con mayor poder de atracción de la comunidad.

Aragón mantiene su apuesta por la marca unitaria por su promoción. El Departamento de Turismo renovará los lemas del anterioe Gobierno sin renunciar a su modelo.


Mucho listo pero sin gobierno

No es el momento de determinar que líder político es más astuto para meter a su adversario en apuros. Llegados a este punto se evidencia que España necesita un sistema de segunda vuelta electoral.


Jaime Armengol  

El viernes, los analistas políticos destacaban la habilidad estratégica, técnica o práctica de unos y otros líderes españoles, como si estuviera en juego analizar estas capacidades, y no algo mucho más trascendente: la gobernabilidad del Estado. Sucesivamente, asistimos a comentarios del estilo "Pablo Iglesias descoloca al PSOE", "a Pedro Sánchez se le abre el cielo de Madrid" y, ya a última hora, "el presidente Mariano Rajoy nos da la lección definitiva con su renuncia momentánea". Quien acaba mandando en un partido se le presupone inteligencia, como la valentía al soldado. Pero siendo el olfato político y la capacidad de análisis dos factores necesarios, distan mucho de ser suficientes para imponerse. Lo saben bien tantos y tantos perdedores como ha dejado la política.
 
Lejos de despertar tanta admiración, el viernes de consultas con el rey Felipe VI fue ciertamente exasperante. Comenzando cronológicamente por el líder de Podemos, que lejos de ir a contarle al monarca las negociaciones que había llevado a cabo, le dijo las que iba a emprender a partir de ese momento, utilizando el procedimiento para la investidura del presidente del Gobierno como un ariete contra el PSOE. Una vez más se demuestra que la especialidad de Iglesias pasa por estirar al máximo sus resultados. Su mérito es construir un partido de la nada, recogiendo el desencanto y la indignación, pero institucionalmente Podemos y sus confluencias aún no han demostrado nada. Los golpes de efecto le servirán un tiempo, no todo el tiempo.
 
Lo de Sánchez es otro cantar. Su partido no le deja margen de maniobra, y pisa huevos vaya por donde vaya, esquivando las pedradas de los de fuera. La legítima ambición por formar gobierno choca con su supervivencia al frente del PSOE. El sanedrín socialista formado por algunos barones territoriales y los patriarcas-santones que viven de las rentas, le han puesto un precio muy alto. Demasiado para alguien que no hace más que administrar lo mejor que puede un PSOE que le fue entregado en estado tórpido. Si hiciera caso de lo que le dicen las voces mayoritarias del comité federal, y de algunos regionales como el de Aragón, Sánchez no tendría que ir a la investidura hasta que Albert Rivera dijera si le apoya.
 
Dicho lo cual, ¿descansamos ahora la responsabilidad del nuevo Gobierno en Ciudadanos, en una especie de requiebro siguiendo el ejemplo danés? ¿Esa es la nueva política? La ventaja es que Ciudadanos parece un partido verticalísimo, donde las bases territoriales son apenas un concepto, en manos del bureau central. Lo más parecido a una franquicia, donde los socios locales tiran de manual de uso y de cuaderno de ventas, sin mayor criterio ni opinión.
 
Y Rajoy. Ay, Mariano, lo mejor que podría haber hecho ya en su momento era dejar paso a otro candidato popular. Tras una legislatura muy dura tendrá para siempre el marchamo de presidente de los recortes y de las subidas de impuestos, y el del líder del PP que no supo atajar una corrupción sistémica y vergonzante. Quiso el destino, o los poderes policial-judiciales, que el mismo viernes que se ponía de canto para la investidura, un juez imputara al PP por el caso de los ordenadores de Bárcenas destruidos en la sede y que el último caso de corrupción a gran escala, el de Acuamed, entrara de lleno en la Moncloa y salpicara nada menos que al subsecretario de Presidencia la corrupción del PP. A Sáenz de Santamaría, el viernes con gafas y mala cara, no le quedó más remedio que cesarlo, esperando que la maniobra de Rajoy para emparedar a Sánchez dé algún resultado.
 
Hasta el 20-D, era pensamiento comúnmente aceptado que el gran problema del sistema electoral español venía del bipartidisimo. Y esto es así hasta cierto punto, puesto que lo que fomenta de facto nuestro sistema electoral es la hiperrepresentación territorial que permite a los nacionalistas seguir cortando el cupón aunque ahora esté en manos de cuatro partidos, y no de dos. La perniciosidad de nuestro modelo, fue ajustar a la baja la España de los comunes, dejando los equilibrios políticos en manos de vascos y catalanes (hoy en plena enajenación).
 
¿Esa es la nueva política? ¿Dos bloques ideológicos representados en PSOE-Podemos por un lado y en PP-Ciudadanos por otro, que cuando están muy cerca siguen secuestrados por los dictados de las minorías? No es el momento de determinar que líder político es más astuto para meter a su adversario en apuros. Llegados a este punto hace falta más altura de miras, y proclamar que España necesita un sistema de segunda vuelta electoral. Hasta ahora esta segunda vuelta, cuando había sido necesaria, venía implícita en las negociaciones parlamentarias. Con la erosión del bipartidismo es insuficiente. En países como Alemania lo tuvieron claro. Fueron los primeros en desembarazarse de la tiranía de las minorías, y un gran acuerdo liberó a las instituciones de la imposición de partidos pequeños sin escrúpulos ideológicos para garantizar gobernabilidades.
 
 ¿A qué estamos esperando?

EL PODER COMO ATRIBUTO DEL TIEMPO

MI CUADERNO PERSONAL ( 8 )



Laureano Garín Lanaspa


Aunque es importante conocer el significado de la palabra poder, también lo es el hecho de saber a ciencia cierta donde se encuentra el sentido etimológico de la misma. Este se halla en el latín vulgar en el concepto posere, que traducido equivale a "ser posible" o "ser capaz de". El término poder es aceptado en todas las sociedades. Tiene múltiples usos y cierto es de la existencia de un debate sobre como definirlo, por lo que diversos autores han propuesto diferentes definiciones.

De entre todas ellas, me detengo en aquellas que lo consideran como únicamente un atributo del tiempo y lo mismo que el tiempo cambia también el cambia. Esta manifestación no se identifica ni se asemeja  con la de aquella capacidad de ejercer la voluntad sobre otra persona, sino con la de ser capaz de hacer, de tener poder con aquello que te interesas, de la luz y la energía que dan forma a las intenciones guiadas por la sabiduría. Esta es la verdadera posición de una autoridad auténticamente poderosa.

La gran cualidad que posee esa auténtica autoridad es la de ser humilde, definida en aquel ser inofensivo que aprecia, honra y venera la vida en todas sus formas. Son libres de amar y de ser como deseen. No tienen modelos artificiales de vida con los que tengan que cumplir y no se sienten atraídos por los símbolos del poder externo. Por lo tanto, aquel que perdona es quién demuestra ser poderoso.

Con todo, no debe olvidarse que cuando tratas de dominar a otro no sólo no dominas sino que te empobreces.  Cuanto menos capaz te sientes, más necesidad tienes de controlar aquello que es externo. El amor es la vitalidad de la vida; es la riqueza y la plenitud de tu ser.

Humildad, perdón, claridad y amor conforman las dinámicas de la sabiduría y son las bases del verdadero poder.

La tentación caudillista

Para Pablo Iglesias, la acción no tiene otro objetivo que la victoria.

La elección racional en beneficio del conjunto de la sociedad no tiene lugar en su presentación militarizada de la política, de impronta leninista.

Antonio Elorza
 
Tentación caudillista
"Pedro, mandas poco en tu partido", le espetó Pablo Iglesias al secretario general del PSOE en uno de los debates preelectorales. El incidente hacía recordar una visita del periodista cubano Carlos Franqui a Fidel Castro y al Che, que estaban encarcelados en una prisión mexicana. Franqui se atrevió a hacer una crítica a Stalin, para encontrarse con una terminante réplica de Fidel: “Sin un jefe único, aunque sea un mal jefe, la revolución es una causa perdida”. Viene asimismo al caso un párrafo de Disputar la democracia, libro-programa donde Iglesias cita, como no, Juego de tronos,y en concreto la escena en que la reina condena a muerte de inmediato a un consejero por atreverse a afirmar que “conocimiento es poder”. “El poder es el poder”, replica airada la reina. Pablo Iglesias lo anticipa: “el poder nace de la boca de los fusiles”. Toda una profesión de fe democrática.
 
No es que las consideraciones doctrinales de Iglesias merezcan excesiva atención, pero sí sirven como útiles indicadores de lo que puede hacer si llega a gobernar. Ahí está su alusión introductoria a Maquiavelo, donde se limita a subrayar la dimensión técnica de un poder ejercido de modo implacable en los principados, lo cual le convierte en el padre de las tiranías modernas. Es el Maquiavelo emparentado con Carl Schmitt, y maestro de dictadores, de Napoleón a Mobutu, pasando por Mussolini, y que al parecer inspira a Iglesias. Olvida que Maquiavelo nunca pensó que esa concepción política fuese deseable, habiendo sido firme defensor del vivere libero en la República de Florencia.
Porque Pablo Iglesias, aun cuando se llene la boca de la palabra una y otra vez, rechaza la democracia, entendida como procedimiento mediante el cual se alcanzan las decisiones políticas. La “disputa”. Por supuesto, considera insuficiente la democracia como espacio pluralista en el cual varios partidos compiten por el voto. Su democracia responde a un criterio finalista: hay democracia si se incrementa el poder de la mayoría y se logra “que desaparezcan los privilegios de los menos”. Resulta claro que si “los menos” controlan las instituciones y vencen en el voto, es que ejercen la manipulación y la democracia no existe. En línea con lo que les dijo a los eurodiputados en su despedida, ante una distribución del poder desfavorable para los más, la contrarrevolución —entonces la destrucción de Europa— triunfa. Lo explicó Monedero: la prioridad corresponde al empoderamiento del “pueblo”, guiado por un jefe carismático, frente a “los menos”, “los privilegiados”, el no-pueblo. Vuelve la apolillada distinción entre democracia formal y democracia real.
Si de veras quería aliarse con el PSOE, sobraban las “líneas rojas” anunciadas de inmediato
Estamos ante una visión maniquea, muy simple, de pueblo frente a poderosos a desalojar de su primacía. De ahí que la violencia sea palanca imprescindible para acabar con las injustas relaciones de poder vigentes. El vocabulario militar es omnipresente. La de Iglesias es una Machtpolitik donde el Estado de derecho consiste en “la voluntad política racionalizada de los vencedores”. Su ejemplo es la Ley de Partidos que ilegalizó al brazo político de ETA: Iglesias menosprecia el detalle de que se trataba de oponer la ley a la impunidad de una organización terrorista. Para él, la acción política no tiene otro objetivo que la victoria, con dosis de ajedrez y sobre todo de boxeo. La elección racional en beneficio del conjunto de la sociedad no tiene lugar en su presentación militarizada de la política, de impronta leninista.
Pablo Iglesias es un político actuante en la democracia, en rigor no un demócrata. Por eso, en la estela de Lenin, las alianzas carecen de valor en sí mismas, y otro tanto sucede con los fines sociales o económicos que persigan, si no permiten aprovechar la convergencia para imponerse al aliado transitorio. Monedero acertó al calificarlo de “leninismo amable”. La táctica de desbordamiento del PSOE es un óptimo ejemplo, respecto de partidos próximos, igual que la voluntad de servirse de las instituciones para alterar su contenido. Si de veras quería aliarse con el PSOE, sobraban las “líneas rojas” anunciadas de inmediato, con el referéndum catalán, que sigue siendo el obstáculo para la alianza anti-PP si el ansia de poder de Pedro Sánchez no lo hace olvidar.
No se extiende demasiado Iglesias sobre el contenido de su “nueva transición”: en el libro recién publicado con ese título concede al tema tres páginas. Ahora bien, los “objetivos imprescindibles” fijados para toda alianza son ya ilustrativos. Importa ganar; lo que resulte de los medios empleados es irrelevante. Así con “el derecho a decisión” generalizado, listo para sacar votos en las nacionalidades y anexos, más la ruleta rusa de la autodeterminación de obligado cumplimiento en Cataluña, saldrá porque lo dice su bola mágica un “Estado plurinacional”. Todas son naciones con su “derecho a decidir”. La revocabilidad de cargos de la Constitución venezolana también tiene su sitio, facilitando así librarse de opositores elegidos mediante la democracia representativa a la cual se opone el referéndum plebiscitario. Y pensando en los resultados monolíticos de la organización de Podemos partido, listo para asaltar el cielo desde un centralismo autocrático, cabe augurar que su ley electoral responderá a análogo propósito. No hace falta seguir alarmando con el proceso constituyente y con la condena de la Constitución del 78: con “cambiar la Constitución”, el objetivo es el mismo.
El silencio de Podemos sobre la tragedia venezolana bajo Maduro ahorra todo comentario
El culto a la personalidad, y la permanente exaltación de la figura de Iglesias, así como la deformación finalista de la idea de democracia —una democracia plebeya— nos sitúan en el terreno de un caudillismo populista, con bien conocido antecedente, aunque ello no guste al interesado. El silencio de Podemos sobre la tragedia que es la situación venezolana bajo Maduro ahorra todo comentario. Los condicionamientos jurídicos y económicos no cuentan, siendo sustituidos por la promesa de reformas igualitarias. La justicia social sirve así de máscara a la demagogia, amparando de momento la rentable operación de denuncia, tanto del Gobierno conservador que bien lo merece, como del rival/aliado socialista, si no suscribe sus propuestas. El hábil manejo del discurso en Iglesias le permite funcionar a la perfección con falsas evidencias. La factura ya vendrá luego y se cargará en la cuenta de la los malos de la película, tanto internos como de la UE. Lástima que la cita a Tsipras ya no sirva. Y por fin, como en Chávez, ahí están los medios de comunicación, con la televisión en primer plano, para crear en los ciudadanos la ilusión participativa bajo el mando del Líder. Y es que tanto su inspirador, antes, como Iglesias, ahora, son animales televisivos, mucho más avezados en “seducir”, palabra clave para el segundo, que en proponer una gobernación racional. A Pedro Sánchez no parece preocuparle. Nada salvo su victoria pírrica parece preocuparle.
 
Antonio Elorza es catedrático de Ciencia Política.
 



Podemos, secesión y populismo

Ante las actitudes de Iglesias y Colau no busquemos rodeos. La democracia directa es incompatible con una sociedad basada en el imperio de la ley y en la libertad del individuo. Jugar con ella trae dolor y miseria.

Antoni Zabalza
 
 
La defensa de un referéndum de independencia en Cataluña por parte de Podemos supone la vuelta a la arena política de una cuestión muy divisiva que ya ha tenido costes importantes para la izquierda y puede acabar dañando al PSOE. La jugada de Pablo Iglesias no ha sido mala: ha potenciado enormemente sus resultados electorales en Cataluña y ha abierto una brecha en la izquierda de la que Podemos es el mayor beneficiario.
Ahora bien, vender al elector un referéndum de independencia es aventurado. No está claro que ni siquiera desde el Gobierno haya fuerza política capaz de cumplir este compromiso electoral. Y, si esta cuestión acabara prendiendo, no habría uno, sino varios referendos de independencia y un proceso de inestabilidad de tal calibre que solo podría acabar con la desaparición de España, con una indeseable confrontación social o con ambas cosas a la vez.
Ante una situación potencialmente tan grave, sorprende la falta de respuesta política a la estrategia de Podemos (y de los grupos coaligados con esta formación). Sorprende, en particular, la vacilación, credulidad y colaboración necesaria de la izquierda española. Una reacción que ya conocíamos de los primeros embates del movimiento secesionista catalán y de la parálisis argumental que su cobertura democrática causó en el PSC y en Iniciativa per Catalunya. La izquierda catalana, bregada en la lucha antifranquista, se quedó muda ante los secesionistas cuando estos contraatacaron tildando de antidemócrata cualquier crítica al derecho a decidir. La izquierda española, tan involucrada como la catalana en la transición a la democracia, no sabe en el fondo qué decir cuando Iglesias sentencia que en materia de secesión debemos dejar que el pueblo catalán hable.
Ha llegado la hora de aguantar la mirada a los secesionistas catalanes y a los podemitas, y contestarles que lo que les une es mucho más que su posible alianza táctica por el referéndum de independencia. Por mucho que envuelvan sus propuestas con las formas de la democracia, el denominador común de los defensores del llamado “derecho a decidir” es su indisimulable populismo: la creencia en la capacidad infalible del voto para determinar la voluntad del pueblo; y la convicción de que, una vez determinada, esta voluntad, que refleja lo que el pueblo quiere y, por tanto, es moralmente justa, debe ser política y legalmente impuesta a todos.
Vender al elector un referéndum de independencia es aventurado
Su modelo falla por la base. En general no es cierto que la regla de la mayoría sea capaz de sintetizar de forma coherente la voluntad de una colectividad cuando esta se enfrenta a más de dos alternativas. El marqués de Condorcet, en el siglo XVIII, fue el primero en identificar el problema. Si igualamos el concepto de coherencia a la condición de transitividad (si la alternativa A es preferida a la B, y la B a la C, entonces la A debe ser preferida a la C), y cada votante, en su particular orden de preferencia, respeta dicha condición, no hay garantía alguna de que la regla de la mayoría simple genere un orden agregado que sea transitivo. Es decir, si al mismo colectivo de votantes, cuando se le ofrece la elección entre A y B, elige A; y cuando se le ofrece la elección entre B y C, elige B; puede ocurrir que cuando se le ofrezca la elección entre A y C, elija C.
Si más de dos alternativas dan problemas, pueden rebatir los populistas, limitemos las elecciones a dos alternativas. Reducir la complejidad que ofrece la realidad a una elección binaria es realmente difícil; pero si a pesar de ello tal reducción se lleva a cabo, ¿quién decide qué alternativas ignorar? Quien lo decida puede estar determinando el resultado global de la elección. De que esto es así tenemos evidencia referida a Cataluña. Según una encuesta de Metroscopia para EL PAÍS (20 de julio de 2014), utilizando la doble pregunta de la consulta del 9-N, un 45% de los encuestados se manifestó a favor de la independencia (sí-sí), mientras que un 43% lo hizo en contra (sí-no y no). En cambio, si la opción contraria a la independencia se dividía entre una opción de permanencia de Cataluña en España con más competencias y mayor blindaje de las mismas, y otra opción de permanencia de Cataluña en las condiciones actuales, el porcentaje a favor de la independencia se reducía al 31%, mientras que el porcentaje a favor de la permanencia con más competencias obtenía el 38%, y el apoyo al statu quo, el 19%. Sin la nueva opción, la independencia ganaba (45 a 43). Con la nueva opción, la independencia perdía (31 a 57).
La regla de la mayoría es un instrumento imperfecto para sintetizar la voluntad de la colectividad. Los populistas, conocedores de que en democracia no hay otra regla factible, utilizan esta debilidad a su favor para hacer ganador al proyecto social que propugnan. Lo único que les interesa es poder decir que su propuesta ha sido generada democráticamente, es la voluntad del pueblo y puede, por tanto, ser coactivamente impuesta a los ciudadanos. Presumen del “mandato democrático más potente que nunca ha tenido el país” como hicieron los secesionistas catalanes para promover la resolución de inicio del proceso de independencia del pasado 9 de noviembre.
La regla de la mayoría es un instrumento imperfecto para sintetizar la voluntad colectiva
Es necesario sacarse complejos de encima y reconocer explícitamente los límites de la democracia. La derecha no debería tener mayores dificultades para ello. La izquierda constitucional, en cambio, debe ejercitar su temple para no sentirse derrotada a la primera insinuación de temor a escuchar al pueblo, a la primera acusación de falta de espíritu democrático. Las concesiones sobre la necesidad insoslayable de una consulta a los catalanes para resolver el llamado problema territorial español son gratuitas e incomprensibles. Quien ofrece con carácter general referendos de independencia “a los países de España” está, de hecho, proponiendo una revolución económica, social y política.
Centremos la discusión en la amenaza fundamental —la del populismo de Iglesias y Colau— y repliquemos sus eslóganes con argumentos sustantivos, sin buscar rodeos. La democracia directa no funciona y es incompatible con una sociedad abierta, basada en el imperio de la ley y en la libertad del individuo. El voto no sirve para refrendar proyectos sociales grandiosos, sino para retirar del poder a los gobernantes que han decepcionado a los electores. Y a quienes nos acusen de dar tan pobre y pequeño papel a la democracia, recordémosles que los países que han jugado con la democracia directa han acabado eliminando libertades individuales, causando dolor y miseria, y destruyendo los fundamentos de su sistema económico. Por el contrario, los que con más modestia se han abstenido de formular arcadias sociales, y limitado la práctica democrática al control de sus gobiernos, han conseguido respeto y tolerancia para con la diversidad, altas cotas de libertad individual, economías dinámicas y prósperas y un reparto razonable del bienestar.
 
Antoni Zabalza es profesor de Economía y fue secretario de Estado de Hacienda.

martes, 19 de enero de 2016

Un mundo cada vez más desigual

Editorial
 
 
 

¡ Desigualdad !
El informe sobre el reparto de la riqueza en el mundo que la oenegé Oxfam dio a conocer ayer no puede sino indignar y alarmar. La Tierra es un lugar con cada vez más desigualdad, y las cifras son descorazonadoras: 62 milmillonarios (que tienen más de mil millones de dólares) poseen la misma riqueza que 3.500 millones de personas (la mitad más pobre del planeta). Hace seis años, el número de personas más ricas del mundo era de 388, lo que certifica la clara tendencia a la concentración de los ingresos en pocas manos. Y otro dato avala que el agrandamiento de la brecha no obedece a causas naturales: pese a la gravísima crisis que desde el 2008 ha azotado a gran parte del mundo desarrollado, el balance global de los últimos 30 años es la duplicación de la economía mundial; es decir, la riqueza ha aumentado, pero la pobreza se ha socializado. La desregulación y la globalización de la economía han tenido sin duda efectos positivos, fundamentalmente en los países emergentes, pero los efectos perniciosos son también cada vez más visibles. Uno de ellos es la proliferación de los paraísos fiscales, versión contemporánea de los puertos de corsarios del siglo XVI pese a la imagen de modernidad de muchas de las empresas que se acogen a esta fórmula de elusión de impuestos. Es precisa una decidida actuación de los poderes públicos para poner coto a una práctica escandalosa que hurta a los gobiernos unos 100.000 millones de dólares anuales. Es cierto que es un objetivo difícil por los intereses contrapuestos entre países y por la debilidad de los estados ante un poder financiero crecientemente acostumbrado a no estar sujeto a control, pero si de verdad se sigue creyendo en la democracia y que los gobiernos deciden la economía --y no al revés--, hay que empezar a poner las bases para revertir la situación. LA BRECHA SE AMPLIARÁ Si lo que cohesiona a las sociedades modernas son unas amplias y potentes clases medias, lo mismo puede decirse de un mundo interdependiente y en el que la creciente robotización, según pronostican los expertos, hará escasear el trabajo, lo que ampliará la brecha entre ricos y pobres de no mediar un gran compromiso internacional. Nunca antes fue tan cierto como ahora que el mundo se ha hecho pequeño, ni tampoco que la riqueza está muy mal repartida. Pero otro mundo no solo es posible sino necesario.
 
El Periódico de Aragón.

Un bebé en el Congreso

Podemos escenificó un numerito, pero hay que meter el dedo en la llaga de la conciliación.
 

Congreso de Diputados

Un domingo gris, tedioso. Una pareja —ella profesora, él ejecutivo— acaba de almorzar y, fregados los platos, él suelta en un tono ligero, como si nada: «Pasan la última de Bergman en el (cine) Ritz… ¿Te enfadas si voy esta tarde?». Ante el espeso silencio de ella, el compañero remata: «¿De qué sirve quedarse los dos a cuidar del pequeño?». La escena sucede en una novela que la francesa Annie Ernaux escribió hace 35 años, pero cuya lectura aún parece vigente a tenor del barullo suscitado en torno al bebé de la diputada podemita Carolina Bescansa. En efecto, llevarse a un niño de teta al Congreso fue un numerito, puro postureo, como en su día también lo fue que la ministra de Defensa Carme Chacón visitara a las tropas en Afganistán con un bombo de siete meses. Una foto cara a la galería, sí, pero a veces conviene meter el dedo en la llaga. Lo malo es que mañana, asentada la polvareda, seguiremos quedándonos en la cáscara, en el mero ruido, sin incidir en el meollo del asunto. ¿Es factible la conciliación de trabajo y familia en la España de hoy? Me temo que aún queda un largo trecho. Igualdad sería que hubiera guarderías asequibles y no tener que tirar de los pobres abuelos. Que una mujer no temiera perder el trabajo de quedarse embarazada. Que ningún compañero mirase mal a quien sale antes porque el crío está con 40 de fiebre. Que nadie criticara a la mujer que escoge quedarse en casa cuidando de los hijos. Que tampoco nadie llamara mala madre a la que decide no agotar su baja maternal. Igualdad sería que causara risa el pasaje de la novela cuando la protagonista llega a una conclusión cínica: «El matrimonio consiste en eso, escoger entre la 'depre' de uno o del otro, dos es desperdicio. Además, era evidente que mi lugar estaba junto a mi niño, y el suyo en el cine, y no al revés». 'La mujer helada' se titula, y acaba de publicarse por primera vez en castellano.
 
El Periódico de Aragón.-

domingo, 17 de enero de 2016

Todo el poder al alcalde

En la actual coyuntura de declive de los partidos estatales, los responsables de los municipios serán los abanderados del ‘proceso destituyente’ hasta la culminación en la independencia nacional. La CUP lo tiene claro: los alcaldes ‘amplían la base social’.
 
 
 
Quienes habían apostado por la CUP como sujeto colectivo de una revolución de nuevo tipo, una ruptura democrática en lo político y anticapitalista en lo económico-social, se han debido de llevar un buen chasco: las asambleas de la CUP celebradas en Barcelona están lejos de ser los soviets reunidos en Petrogrado. Cierto es que ningún Lenin tuvo la osadía de presentar para su aprobación nada que se pareciera ni de lejos a las Tesis de Abril, pero al menos las asambleas se habían comportado hasta el último minuto como lo que de ellas esperaban quienes las auparon al nivel de sujeto de la revolución pendiente. Parecía como si resonara en sus repetidas votaciones una versión actualizada de las consignas de 1917: ninguna concesión es tolerable; ningún compromiso con el gobierno provisional; jamás al lado de los socialchovinistas; contra la participación en el gobierno de la burguesía corrupta; hay que desenmascarar a ese gobierno en lugar de sostenerlo...
 
Eso es lo que se esperaba de las asambleas de una organización política que se ha marcado como meta lo que Antonio Baños rebautizó como “la rebelión catalana”, o sea, revolución anticapitalista más independencia de la nación. Pero justo en el momento en que, solo con un leve empujón, el enemigo de clase hubiera sucumbido abriendo la puerta a nuevas elecciones que habrían ofrecido la mejor ocasión para presentarse otra vez ante sus gentes, explicarles todo lo ocurrido y reanudar crecidos el combate por la conquista de la mayoría, en ese mismo momento les ha temblado el pulso y han obligado a las masas a retroceder.
 
El resultado: en lugar de rematar a un partido herido de muerte, el partido de la corrupción sistémica, el que había servido durante treinta años como dócil instrumento de un clan mafioso, han acudido solícitos a su salvación, dándose golpes de pecho por el mucho tiempo que han empleado en socorrerlo y prometiendo que nunca más volverá a suceder. Y como prueba de que el arrepentimiento va en serio les han entregado dos rehenes, han enviado a dos culpables a las tinieblas exteriores y no se han levantado de la mesa cuando un representante de la burguesía corrupta les dijo que la cabeza de un israelí bien vale las de diez palestinos. No solo no se levantaron sino que, como muestra de su pequeñoburguesa seriedad negociadora, llevan a gala no revelar el nombre de quien exigió diez cabezas de la CUP por la única que les ofrecían de Convergencia.
 
¿Por qué lo han hecho? ¿Cómo es posible que revolucionarios sin mácula hayan acudido a salvar a un enfermo terminal insuflándole nueva vida? ¿Dónde ha quedado la rebelión catalana como revolución antioligárquica que sus dirigentes proclamaban hace no más de dos semanas, cuando uno de los grandes motivos para la independencia era la desaparición del enemigo de clase encarnado políticamente en la exCiU? ¿Cómo ha podido la cúpula de la CUP firmar ese papel de autocrítica más propio de una banda de pequeñoburgueses extraviados que de una dirigencia revolucionaria? ¿Adónde va la CUP, mendigando y aceptando ahora una pequeña ración de la tarta que los partidos de la oligarquía pretendían zamparse entera?
 
La revolución asamblearia ha sido un fiasco; en el último minuto salvó al partido corrupto
Solo ellos lo saben, pero lo seguro es que acudirán mañana a las masas para explicarles que ellos, cúpula de la CUP, lo único que han hecho ha sido interpretar un mandato recibido en las asambleas, un mandato confuso, ya que se había expresado milagrosamente como un empate y que, en el cambalache al que han tenido que llegar con el partido de la oligarquía, se han cobrado la cabeza del máximo dirigente y han puesto en su lugar a un alcalde, dando así un formidable impulso a lo que ya se venía anunciando desde las elecciones municipales: que en España, o en el Estado español para ser más precisos, la posición con más futuro es el de alcalde o alcaldesa. Con la elección de un alcalde para la presidencia de la Generalitat, la vieja consigna leninista, todo el poder a los soviets, se modifica con gran ventaja por la nueva consigna de la unidad popular: todo el poder al alcalde.
El alcalde, ha dicho Anna Gabriel, como resumen del voto de la CUP, ejerce “un liderazgo que permite ampliar la base social”. Temiendo perder parte de esa base después del ejercicio sin par de democracia asamblearia representando durante tres meses, la CUP ampliará gracias a su voto a un alcalde, que es de Convergencia pero al que no ha manchado ni una mota de la corrupción de Convergencia, su apoyo social a la larga marcha hacia la independencia nacional. El anticapitalismo, como siempre, puede esperar.
 
Y este es el quid de la cuestión; esto es lo que convierte un acto de entrega al enemigo de clase en un impulso a la rebelión catalana, descargada de su pesado lastre anticapitalista. No es ninguna broma: ha sonado la hora de los alcaldes, de los antiguos porque no forman parte de las oligarquías partidarias ni han tenido nada que ver —o eso aparentan— con la corrupción de esos partidos en los que han militado durante décadas; de los nuevos, porque han liderado movilizaciones populares y siempre se han mantenido cerca del pueblo; proceden de sus entrañas y representan como ningún otro cargo público el poder popular. Por eso, en la actual coyuntura de desagregación y declive de los partidos de ámbito estatal y de auge y expansión de movimientos y agrupaciones de ámbito local, alcaldes y alcaldesas serán los abanderados del proceso destituyente, un proceso que, importado de tierras situadas allende los mares, germina en las alcaldías para saltar luego a instancias superiores de gobierno, desde donde se transformará en proceso constituyente hasta su culminación en la independencia nacional o en la constitución de un Estado plurinacional.
 
Aparece una nueva teoría política: los partidos son sustituidos por ‘frentes electorales’
Para fundamentar esta ubicación del poder destituyente en los Ayuntamientos, una nueva teoría sobre los partidos y la representación política está ahora en trance de ver la luz. La alcaldesa de Madrid ha explicado en reciente entrevista que es preciso “dar un salto y fraccionar la idea de partido” para sustituirlos por “frentes electorales” que agreguen las demandas de diversas plataformas, ocupadas cada una de ellas “de lo suyo” —empleo, sanidad, urbanismo, etc.— y de esta manera ganar elecciones bajo la forma de “partido coyuntural”: un artefacto para conquistar el poder que luego se fracciona en plataformas de apoyo. Y en esas estamos: tras el fiasco de todo el poder a las asambleas, ya aparece en el horizonte la nueva consigna deconstituyente: todo el poder a los Ayuntamientos. Y de ahí, al cielo.
 
Santos Juliá es historiador.

PARLAMENTO FEBRIL

Gobierno débil y Parlamento con  actividad  febril para abordar o solucionar los cinco temas que de verdad preocupan a los españoles.


           Parlamento español
 
 Las urnas nos tienen locos. Algunos se han colado al calor del “no nos representan” gritado con insistencia ante la torpe mirada de los leones y ahora no saben en qué consistía el tema. Parece que las soluciones a la vieja política están en la vieja política: si no hay mayoría suficiente, se negocia hasta conformarla. ¿Era eso por lo que salió tanta gente a la calle? Pues vaya decepción asistir ahora a la misma guerra sin cuartel de siempre por hacerse con el Gobierno. Solo uno, Ciudadanos, parece tener otros objetivos, pero no por pureza de raza, sino porque no aguanta a que salga el balón de banda para poder entrar al terreno de juego. Y se le nota a Rivera. Para mal.¿Es ser muy exigente pedir a nuestros partidos, veteranos y noveles, que busquen otra interpretación a las urnas? Por ejemplo: ¿qué tal si, escuchando a la calle, hacemos una traslación de poder desde La Moncloa hasta la carrera de San Jerónimo, primera posada de la soberanía popular? Porque si no, solo nos faltan Aznar, Arzalluz y el inefable Pujol como trileros escondiendo el botín al resto y repartiéndoselo en nombre de la democracia. Ya sé que el día a día se controla desde el Gobierno , pero podríamos parir una legislatura en la que se aborden, por ejemplo, los cinco principales temas que preocupan  a los españoles, según sus representantes. Que cada partido  proponga un asunto para el que se conforme una comisión parlamentaria específica y de las rápidas. Además, se habilitarían otras comisiones imprescindibles, como la de Presupuestos, para asegurar la gobernabilidad.  Es en este punto donde quiero yo ver a todos. ¿Qué eligiera Pablo Iglesias, gastara su comodín en debatir y, posiblemente, perder sobre un referéndum en Cataluña ?  Y Pedro Sánchez, ¿ optaría por tumbar la reforma laboral, reformar la educación, reformar la Constitución ?  Si ponen todos su única carta sobre la mesa, puede ser más fácil llegar a un compromiso de legislatura, aunque sea corta, se parezca lo más posible a lo que han dicho las urnas: Gobierno débil y Parlamento con  actividad  febril para abordar o solucionar los cinco temas que de verdad preocupan a los españoles. Lo mismo nos sale  de corrido entonces quien debe estar en la Moncloa.

Alberto Pozas. Director Interviú.

lunes, 11 de enero de 2016

Un guión prometedor


No conocemos el final de la historia que Mas ha escrito, pero ahora se abre un nuevo capítulo.
 
Los puristas del negocio del guion cinematográfico, como Frank Daniel, advierten de que para que una historia funcione, en su primera página debe estar ya contenido todo el relato. Artur Mas les ha hecho el favor a sus biógrafos de darles la metáfora de lo que ha pasado en su emulación de John Reed sobre los Diez días que estremecieron al mundo.
 
Pásmense: “Lo que las urnas no nos dieron lo hemos corregido negociando”. Con variantes pequeñas es lo que dicen y repiten todos los voceros del independentismo catalán desde el día 9 de enero, cuando se cometió la tropelía gigantesca elaborada por Junts pel Sí y la CUP.
 
Se cometieron más tropelías. Pero Mas tenía respuesta para todo. Por ejemplo: la presidencia de la Generalitat no es una subasta de pescado, y se la ha entregado a Carles Puigdemont, un hombre tan atildado como él, con la misma pinta aseada, que produce una cierta sensación de comodidad al votante pequeño burgués, que es el chachi.
 
Menos rentables han sido las apuestas de la CUP, que de puro exaltadas, y a la vista de los resultados, desatan las sospechas sobre el papel de brujo que ha jugado Antonio Baños en la partida. No sólo por el inverosímil empate aritmético, sino por el también inverosímil lío de armario de las últimas horas. Sabemos que Mas va a intentar seguir en la política, quizá como trujimán ante el Ministerio de Defensa del Vaticano. Pero lo que no sabemos es ni qué va a hacer Antonio Baños ni a quién van a votar en el futuro los 300.000 de la CUP, ¿a la responsable del FMI, Christine Lagarde, que tiene experiencia política y también en tapar fraudes económicos?
 
¿Y por qué no preguntarse por el papel de los espectadores? Los elegidos de la CUP han jugado en el guion un papel intenso pero con un contenido muy corto. Ya no son anticapitalistas, y sobre todo, han aceptado vivir con la corrupción que es donde estaba, según ellos, asentado el mundo de Pujol y sus herederos.
 
No conocemos el final de la historia que Mas ha escrito. Pero es seguro que no van a faltar ni hijos de Pujol, ni fundaciones que amparen la ópera en Cataluña, ni crímenes a sangre fría.
 
Qué buen guion.
 
El País.- Jorge M. Reverte


domingo, 10 de enero de 2016

JUVENTUD Y LA EXPERIENCIA EN LA VIDA.


UNA BELLA VIDA

MI CUADERNO PERSONAL ( 7 )




En la medida  en que transitamos por la vida debemos verla en línea recta, porque las sinuosidades, curvas y ángulos que percibimos en la juventud y en la adultez, van desapareciendo con la madurez y posterior vejez.

Como consecuencia de ello, entiendo que la vida tiene sentido y contenido más allá de lo material, del hacer y poseer, porque la meta es llegar a ser.  Para Pitagoras, una bella ancianidad es, ordinariamente, la recompensa de una bella vida. Así, madurez, sentido y contenido de vida debe llevarnos a reconocer que somos parte de una sociedad y el compromiso no es sólo con nosotros o con los más próximos y cercanos, sino en general con nuestros semejantes. El servicio es una felicidad segura, como gozar de la naturaleza y cuidarla para el que vendrá. Nadie se ocupa de quién no se ocupa de nadie. En definitiva, da sin medida y te darán sin medidas.

En estos días navideños, el cine ha sido mi revulsivo  con la película El Becario y donde se comprueba que la ansiada jubilación no es tan maravillosa como se espera. Su protagonista, Ben Whitaker, un viudo de 70 años lo descubre y no duda en entrar de nuevo en el mercado laboral como un becario experimentado de un sitio de modas online   y administrado por Jules Ostin, creadora y CEO (Directora Ejecutivo) de la empresa, que al principio esta distante con el nuevo aprendiz, pero cuando su puesto peligra por ser considerada una jefa blanda, la visión y la experiencia del nuevo colaborador es la única manera para salir airosa de su problema.

Hoy que tanto hablamos de renovaciones, cambios políticos, económicos, sociales ..., esta comedia pegada a la actualidad que se centra en la figura de los becarios y su utilización en el mundo laboral, sirve  para mostrar de  una manera irónica y frívola el conflicto generacional entre los jóvenes sobrecualificados y la veteranía y experiencia laboral de un jubilado.

Así. es necesario que tengamos presente que cuando se envejece  la belleza se convierte en cualidad interior aunque por desgracia  todo que envejece no crece intensamente. No es algo garantizado en la vejez y de ahí necesitamos que se hagan realidad y se reflejen en nuestra ayuda y solidaridad hacia otras personas y causas, que quizás en el pasado o en nuestras épocas de juventud, no le dimos la debida importancia.

En conclusión, hay que ayudar al que lo necesita porque no es sólo parte de nuestro deber, sino de la felicidad. Por lo tanto, una bella vida es ayudar a otros porque es vital para poder vivir y ser parte de una sociedad.

" Si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos ". San Agustín.

miércoles, 6 de enero de 2016

DECISIÓN, ENERGÍA, SOLIDARIDAD Y COMPROMISO.

MI CUADERNO PERSONAL ( 6 )
 
Mediocre equivalente a mediano, regular, débil, insignificante. O sea, el que se queda a media altura, de poco mérito tirando a malo.

Este vocablo se utiliza en todos los ámbitos que nos rodean: políticos, sociales, económicos, culturales... y, en cierta manera, despectivo, al estar a medio camino porque ni siquiera llega a ser malo.

Coincido con Gilbert Keith Cherstenlon en su consideración sobre la mediocridad que, posiblemente, consiste en estar delante de la grandeza y no darse cuenta, lo que equivale al modo de comportarse según las consecuencias sociales. Faltan personas decididas, que aporten ideas y nuevos caminos, que velen por los derechos de los demás.

Encontrar la diferencia entre lo bueno y lo malo ha sido uno de los grandes temas del pensamiento del hombre en todas las épocas. El Bien y el Mal, como conceptos genéricos han sido elementos claves en la estructuración de nuestra forma de pensar como seres humanos, de nuestra filosofía  y nuestro concepto cultural. Se han ido relativizando de forma exponencial conforme a las distintas culturas que conviven en nuestro mundo y que se han ido conociendo, todavía hoy, siguen centrando debates y controversias dado que el relativismo señalado es el centro de muchos conflictos en el mundo actual. Entre el Bien y el Mal, lo importante es buscar la senda de lo bueno y tener libertad para poder escogerlo.

Pío Baroja, gran novelista español, clasifica en Quijotestos, personas caballerosas e idealistas, defensores de causas ajenas, gente de acción que quieren arreglar el mundo con energía y audacia; Hamletianos,  personas de examen y reflexión, en los cuales se pierden y, se imposibilitan para la acción.  Otros, añaden un tercer grupo que incluye a aquellas personas que defienden que todos somos seres humanos con igual dignidad y las mismas necesidades.

En verdad, no sobra ninguno de estos grupos. Es más, creo que una mezcla de ellos sería el ideal para la búsqueda de esa senda de lo bueno. Hacen falta personas decididas que luchen por lo que creen, que aporten ideas y nuevos caminos, que velen por los derechos de los demás. Cuando sólo un tipo de estos son los que marcan el camino se cae en extremos que no aportarán nada a la Sociedad.

Hay valores reconocidos como buenos en todas las culturas y en todos los tiempos y lo contrario de esto es malo, y no porque todo el mundo lo diga, sino porque moral y éticamente es así. Necesitamos introducir constantemente la prudencia, el análisis, el examen, la reflexión previa a la acción para conseguir, de una forma eficaz y mejor, los fines que persigamos. Necesitamos decisión y energía para luchar por estos fines. Y, sobre todo, necesitamos solidaridad y compromiso con nuestros semejantes para que nadie se quede atrás.

" Busca la senda de lo bueno y ten libertad para escogerlo ".

sábado, 2 de enero de 2016

El momento de la madurez política

Muchos prefieren que nada cambie, y no les interesa un PSOE fuerte y recompuesto.
 
 

Susana Sumelzo
El resultado de las urnas dejó bien claro el 20 de diciembre que el PP ganó las elecciones y tiene la obligación de intentar formar gobierno. Pero a la vez, en esa cita la mayoría de los ciudadanos expresó su voluntad de un nuevo cambio político que, siempre que el PP no encuentre apoyos para gobernar, le corresponde liderar al PSOE con altura de miras, capacidad de diálogo y voluntad de pacto.
 
Como ya ocurrió durante la campaña electoral, el Partido Socialista Obrero Español vuelve a ser el centro de todas las miradas y de comentarios interesados para tratar de debilitarle y dañar su imagen y la de su secretario general, Pedro Sánchez. Solo así se comprende quien aún no haya querido oír el no rotundo del PSOE la misma noche electoral y reiterado varias veces después, a facilitar cualquier gobierno del PP. Hay quien no tiene ganas de entender el mensaje trasladado desde la ejecutiva federal y que es bien sencillo: el PSOE no apoyará el gobierno de un partido que ha aplicado políticas antisociales y que no puede traer el cambio reformista que demandó la ciudadanía.

LOS RESULTADOS electorales han traído un escenario inédito en España, no así en Aragón, porque es la primera vez que no se sabe con certeza quién será el próximo presidente del Gobierno. En realidad, nadie ganó las elecciones porque ningún partido vio colmadas sus expectativas. No estoy de acuerdo con quien interpreta estas semanas de incertidumbre como un primer síntoma de inestabilidad política futura. Más bien considero que esta situación nos brinda a todos la oportunidad de demostrar nuestra madurez política y nuestra capacidad de llegar a acuerdos. Estoy segura de que el PSOE estará a esa altura, como siempre lo ha estado cuando ha sido necesario. Y lo hará, insisto, con el rechazo a un gobierno del PP. Que se oiga alto y claro una vez más para aquellos que siguen empeñados en confundir y enturbiar un proceso que requiere de sosiego y transparencia.
 
Esa altura de miras es deseable para otras fuerzas políticas que ya desde el primer momento han marcado una serie de líneas rojas de las que no quieren bajarse y que, como el caso del referéndum de autodeterminación, son inasumibles. Aquellos que con un gran resultado se han autoerigido en portavoces de la mayoría, desdeñando a otras fuerzas mayoritarias que sumamos muchos más millones de votos. Son aquellas que siguen resistiéndose a pensar que el PSOE captó el mensaje que le lanzó la ciudadanía hace cuatro años y que ha iniciado un complejo pero lento proceso de renovación, lleno de autocrítica y con muchas iniciativas que demuestran que se comprendió el obligado cambio de rumbo que debíamos adoptar.
 
Por eso Pedro Sánchez y mi partido hemos sido el enemigo común durante la campaña y su resaca. A derecha y a izquierda. Porque muchos prefieren que nada cambie y no les interesa un PSOE fuerte y recompuesto. Parte de ellos son los mismos que, mostrando un claro talante antidemocrático, han cuestionado nuestra capacidad y valía para ser candidatos o que tratan de restar legitimidad a Pedro Sánchez, obviando que fue elegido por las primarias más multitudinarias y rigurosas de cuantas se han celebrado hasta la fecha en España. Por eso, pido también a otras fuerzas de izquierda que reflexionen y que sus críticas cambien de objetivo. Sus campañas de desgaste hacia el PSOE solo sirven para fortalecer a la derecha en lugar de facilitar los obligados acuerdos a los que debemos llegar siempre la izquierda.

POR ESO MISMO, los socialistas estamos satisfechos con nuestro resultado. Establecer cualquier comparación con otras elecciones generales simplemente no sirve, porque la sociedad española ha evolucionado y ha decidido que haya muchas más fuerzas políticas con capacidad de influencia. Y yo, como demócrata, lo celebro. Por eso, cuando dos partidos nuevos en Aragón suman 200.000 votos que hace cuatro años se repartían entre los partidos clásicos, considero que el PSOE ha obtenido un resultado más que digno. Un resultado que nos obliga a trabajar más y a seguir siendo más contundentes en nuestro proceso de renovación.
 
Aunque todo es siempre mejorable, en Aragón sumamos más votos que los que obtuvimos en las pasadas elecciones autonómicas, estrechamos las diferencias con la fuerza más votada y recuperamos parte del electorado que hace seis meses se decantó por otras opciones políticas. Por eso, y tras una campaña electoral muy dura y mediatizada por encuestas que el tiempo ha demostrado que de poco servían más que para crear falsos e interesados estados de opinión, el PSOE estará a la altura de las circunstancias que ha demandado la ciudadanía. Impidiendo un Gobierno que continúe con su agenda de recortes y favoreciendo acuerdos de progreso que refuercen el estado de bienestar y la igualdad de oportunidades.

Diputada electa por Zaragoza.
Secretaria de Administraciones públicas de la ejecutiva federal del PSOE.

Una reforma laboral en la picota

 
El Gobierno del Partido Popular olvida que son las mismas altas instancias europeas las que ponen en entredicho un mercado laboral con tasas tan escandalosas de paro.
 
¡ Europa la pone en entredicho Sr. Rajoy !
 
Convertida en uno de los puntales básicos de la política de austeridad económica del Partido Popular, la reforma laboral que impulsó el partido conservador hace casi cuatro años está llamada ahora a la revisión profunda de algunos de sus apartados más polémicos, si no a su total derogación. En ello han coincidido en la reciente campaña electoral prácticamente todas las formaciones políticas, a excepción del partido del Gobierno, que la mantiene como uno de los grandes éxitos de su gestión. Se ampara el Gobierno saliente en el aval de Europa a su reforma pero olvida que son las mismas altas instancias europeas las que ponen en entredicho un mercado laboral con tasas tan escandalosas de paro. Enterrada la mayoría absoluta el pasado 20-D, se abren ahora todas las expectativas de cambio en una normativa que ha recibido ya severos varapalos judiciales que han atemperado una norma que ya no convence ni a empresarios ni trabajadores. La nueva etapa política ha de llevar de forma inexcusable a otra ley que normalice el mundo laboral. El Gobierno entrante deberá apuntarlo en su agenda de tareas urgentes.
 
El Periódico de Aragón.-

Lambán reivindica "con fuerza" el papel de Aragón en España

El presidente exige a los políticos que dejen a un lado los "intereses partidistas". Reclama a todos "altura de miras" ante la incertidumbre que vive el país.
 
Javier Lamban durante su discurso de fin de año en la sede de la DGA

El presidente de Aragón, Javier Lambán, solicitó a los partidos políticos que dejen de lado los "intereses partidistas" y tengan "altura de miras" ante las "incertidumbres que se ciernen sobre el futuro de la nación".
 
Lo hizo bajo el sol, en uno de los patios del edifico Pignatelli, sede de la DGA, en su primer discurso de fin de año como jefe del ejecutivo. Lambán se mostró optimista respecto al futuro de Aragón, pero preocupado por el porvenir inmediato de España, ya que el resultado electoral "dificulta formar un gobierno capaz de poner remedio a la retahíla de enfermedades sociales y políticas" que sufre, a su juicio, el país.
 
Después de las elecciones, indicó, la obligación de los políticos es "propiciar que los ciudadanos se sientan seguros, protegidos y rodeados de certezas", que "vuelvan a creer en el servicio público" y "sigan exigiendo la honradez de sus dirigentes en su trabajo para garantizar bienestar y calidad de vida".
 
El presidente reivindicó "con fuerza" el papel de Aragón en España y reclamó el derecho de la comunidad a participar en las decisiones nacionales que afectan a los aragoneses y al resto de los españoles, puesto que esta comunidad autónoma, dijo, es "pieza clave del futuro de la nación".
En ese sentido, defendió la unidad de España y aseguró que nadie está más capacitado que Aragón "para lograr cauces de entendimiento con Cataluña", un servicio que la comunidad debe prestar a España "en este nuevo tiempo".
 
En relación a la política que está llevando a cabo su gobierno en Aragón desde julio de este año, defendió el "nuevo estilo" del ejecutivo, que se sitúa "lejos de la idea política como privilegio" y que reflejan el "giro social radical" experimentado por la política aragonesa desde que el PSOE gobierna "con el apoyo de Podemos, CHA e IU".
 
Consciente de que Aragón es "mucho más" que las fuerzas de izquierda, el presidente hizo un llamamiento a todo el arco parlamentario para trabajar juntos en la construcción de país y en los grandes acuerdos. "Aragón es, sobre todo, su sociedad: los trabajadores, los empresarios, la cultura, la Universidad, la investigación... Mujeres y hombres capaces, llenos de talento, a los que la política debe asociar al empeño de construir un proyecto nuevo de país", enfatizó.
 
El presidente insistió en que su prioridad desde que tomó posesión y después de cuatro años de "recortes y maltrato", han sido "las personas" y recordó que otro de sus compromisos "primordiales" es hacer de Aragón un espacio de "democracia saludable y decencia", y citó como ejemplo la Ley de Integridad y Ética remitida a las Cortes y que será "la más avanzada de España".
 
El Periódico de Aragón.-