sábado, 24 de diciembre de 2016

PLÁCIDO, VÍSPERA DE LA NAVIDAD

‘Plácido’

El cine tiene la capacidad de rebobinar el tiempo y mostrarnos la vida tal como era.




JULIO LLAMAZARES

Debería ser de exhibición obligada por las televisiones públicas españolas todas las Nochebuenas, antes o después del discurso del Rey, la película de Luis García Berlanga más corrosiva y patética, ésa cuya acción transcurre la víspera de la Navidad del año 1961 y que a punto estuvo de reportarle un Oscar a su autor: Plácido. Que las generaciones de españoles que conocimos aquella época la recordemos y los que nacieron después la conozcan no le vendría mal a un país cuya desmemoria es tan escandalosa como su capacidad para reinventar su historia cuando se pone, da igual por escrito que en la televisión. Las peripecias de ese pobre e infeliz diablo (Cassen) que pasea una estrella navideña en el motocarro que es todo su patrimonio y del que ha de pagar una letra antes de que caiga el sol si no quiere que el banco se lo quite mientras las familias acomodadas de la ciudad participan en una campaña de caridad navideña patrocinada por una empresa de ollas a presión invitando a cenar a su mesa a un pobre —parodia de la que el régimen franquista había puesto en marcha ese año bajo el eslogan de Siente un pobre a su mesa, título original del guion de Berlanga y Azcona, que la censura les obligaría a cambiar— constituyen un gran espejo de lo que fue este país y de lo que todavía continúa siendo en cierta manera. Como sucede con el Quijote, cuya lectura continuada cada 23 de abril en muchos sitios de España supone una revisión de nuestros antecedentes y una confrontación con la sociedad de hoy que a los lectores sorprende por su parecido, la revisión de Plácido en un día como hoy proporcionaría a muchos igual sorpresa, además de servirles para saber qué ha cambiado y cuánto realmente en este país más allá de los automóviles, la decoración navideña, la iluminación de las vías públicas, el menú de la cena de Nochebuena (pechugas de pollo para los ricos y alitas para los pobres en la película de Berlanga) y el vestuario de los personajes. Viendo la Navidad de nuestros abuelos muchos comprenderán que España tampoco ha cambiado tanto en el fondo, salvedad hecha de las ollas Cocinex y del discurso del Rey, que antes lo daba Franco.
Si el cine tiene un valor es, como el de la literatura, su capacidad de rebobinar el tiempo y de mostrarnos la vida tal como era cuando se hizo. Plácido es un ejemplo de ello. Su exhibición anual el día de Nochebuena sería tan ilustradora como la reposición del Don Juan Tenorio el de los Difuntos (para los jóvenes españoles Halloween) o la lectura continuada del Quijote cada 23 de abril

viernes, 2 de diciembre de 2016

DETERGENTE

Se decide primero la estrategia y después se coloca uno la ideología




Manuel JABOIS

La mejor frase política sobre ocultismo la pronunció Alfonso Guerra ante el enésimo arreón del PP en busca del centro político: “Llevan tantos años viajando al centro que a saber de dónde vienen”. El ocultismo, prácticas mágicas con las que dominar los secretos de los votantes, va siempre un paso por delante de los principios.

Como consecuencia de esto, Monedero (“Monedero es Podemos cuando no disimula”, según Gistau) dijo que Pablo Iglesias se había declarado “socialdemócrata” en nombre de la campaña moderada, motivo por el cual también anunció que Zapatero fue el mejor presidente de la democracia. Se decide primero la estrategia, moviéndose por el campo electoral como un zahorí que busca tierra fértil de votantes, y después se coloca uno la ideología. Ensayo-error. En los casos más románticos, como el PSOE de la abstención, se decide la estrategia, se traiciona la estrategia y nadie recuerda la ideología.

Ha tenido que aparecer Marine Le Pen para dar la lección más grosera de ocultismo en campaña electoral. Un cartel en el que no está la bandera francesa. Ni rastro del apellido Le Pen, no digamos ya el FN. Para rematarlo, iconos antinmigración como Banksy. Y rosas, muchas rosas azules; si llega a elegir corazones a más de uno le da un infarto. Se trata de presentarnos a Marine a secas, que habla “en el nombre del pueblo”, como una candidata despojada de huella que viene a regalar la estupidez del amor en lugar de la libertad, la igualdad y la fraternidad. El corresponsal de EL PAÍS Carlos Yárnoz lo resume: “Eran ultraderechistas, antisistema, populistas, pero no aspiraban a tener el poder”.

De los lugares de los que viene Marine Le Pen, incluidos los genéticos, no se sale. Porque son parte de una construcción ideológica muy delicada basada en el odio más íntimo de todos: el odio al de fuera, que es tanto como decir el odio al progreso. Lo que ocurre es que lo burdo funciona. Lo demostró Trump mostrándose como es, fabricando votantes que no sabían que lo eran. Quiere demostrarlo Le Pen en un país distinto con un viaje diferente: ofrecer una ilusión óptica según la cual no desaparezca su votante natural, cómplice del travestismo, para arraigarse en el inocente.

En las páginas más lúcidas de La agonía de Francia, Chaves Nogales describe la caída ante el nazismo recordando que el pueblo no había estado a la altura de su clase política: uno de esos momentos en los que el gobernado valía menos que el gobernante. Muchos años después, el muñón del nazismo se le presenta entre rosas azules, caracterizado como anuncio de detergente, para probar si en esta ocasión los papeles han cambiado.

YO TE MALDIGO

Pese a su tono rancio y caduco, son muchos hoy, a izquierda y derecha, los que idolatran el término soberanía.





Soberanía. Una palabra maldita, regada de sangre y desgracias, abonada por millones de muertes a lo largo de la historia. Soberanía. Del latín superanus,la autoridad que está por encima de todo y todos. Un concepto del siglo XVI en cuya formulación original (“el poder absoluto y perpetuo de una república”, Jean Bodin, 1576) ya queda claro su inmenso potencial destructivo.

Ese carácter absoluto y sagrado, laico o religioso, es lo que la convierte en un peligro. No extrañe que bajo ella se hayan refugiado todos los opresores que en la historia ha habido. Porque cuando en política algo se sitúa encima, alguien queda debajo. Y una vez formado ese poder, sea por la vía de la inspiración divina, como en la monarquía absoluta, sea mediante la formación de la voluntad general, como en la versión radical de la democracia que defienden todavía hoy populistas y comunistas, o a través de la conformación de una nación basada en la etnia, la lengua o la cultura, como defienden los nacionalistas, todo lo que quede fuera o detrás de ese poder, sean individuos libres, minorías u otros países, carecen de espacio ni derechos.

Hasta hace poco, éramos muchos los que celebrábamos que el concepto estuviera en desuso. Pensábamos, incluso, que lo habíamos derrotado. Soñábamos que el proyecto europeo lo había superado y que nos encaminábamos hacia esa “paz perpetua” cosmopolita que dibujara Kant.
Pero no. Pese a su trágico historial y su tono rancio y caduco, son muchos hoy, a izquierda y derecha, los que han vuelto a idolatrar el término. Desde el Podemos de Pablo Iglesias al Frente Nacional de Marine Le Pen pasando por el racismo proteccionista de Trump, el neoimperialismo de Putin, los independentistas de la Asamblea Nacional Catalana o la extrema derecha que todavía se manifiesta por las calles de España cada 20 de noviembre, todos se encomiendan a la soberanía como ideología liberadora, como si no supiéramos que detrás de ella viene la dictadura, la guerra y el triunfo de la identidad, la raza y la nación sobre la razón y la libertad individual.

Me gusta el siglo XXI. No quiero volver al XVI. Por eso, soberanía, yo te maldigo. 

@jitorreblanca

@realDonaldTrump

La anulación de intermediarios entre pueblo y líder es el secreto objeto de deseo de todo populista.




Ya está aquí. La presidencia de Trump ya ha comenzado. Lo imaginábamos, más bien lo temíamos, pero no sospechábamos que antes siquiera de haber designado al equipo que va a llevar su política exterior ni haber comenzado las reuniones entre su equipo de transición y la Administración saliente, Trump iba a comenzar a hacer anuncios adelantando los cambios en política exterior que iba a acometer una vez en la Casa Blanca.

Como tampoco sospechábamos que lo iba a hacer por canales tan heterodoxos y tan poco presidenciales. La semana pasada fue el anuncio de que iba a poner fin al acuerdo de liberalización comercial del Pacífico. En un anuncio despachado por YouTube, Trump se cargó un macro acuerdo comercial ya negociado y firmado que involucra nada menos que a 12 países de la cuenca Asia-Pacífico que representan un tercio del comercio mundial, incluyendo a socios tan estratégicos para Estados Unidos como Japón, Australia, Canadá o México.

Y ayer ha sido vía Twitter donde, tras anunciar el sábado a sus 16 millones de seguidores la muerte de Castro, ha prometido que va a revisar el acuerdo alcanzado entre Obama y Raúl Castro y que si no consigue más concesiones para los cubanos (sin especificar cuáles), pondrá fin a ese acuerdo.

Hubo un tiempo en que se usaban notas de prensa o comunicados oficiales para estas cosas. Y en un tiempo anterior, la diplomacia se valía de cartas o telegramas enviados por los cauces diplomáticos habituales. Pero hoy, gente como Trump, que con sus 70 años difícilmente puede ser calificado de millennials, muestra que ha entendido mejor que nadie que YouTube es la televisión planetaria y que Twitter ha sustituido a la radio como medio de comunicación de masas.

Con una diferencia crucial: frente a los medios tradicionales, donde alguien te tiene que producir y distribuir, aquí uno se autopublica sin límites ni intermediarios. Esa anulación de intermediarios entre pueblo y líder es el secreto objeto de deseo de todo populista. Y ahora está al alcance de la mano. Miedo da pensar cómo manejará Trump su primera crisis internacional. 


@jitorreblanca


AMADOS O APESTADOS

En España los políticos que reconocen un error quedan estigmatizados para el resto de sus días.




Tan malo es tolerar la corrupción como exagerarla. Porque ambas reacciones obedecen al mismo instinto: arropar a los nuestros y a envilecer a los otros. Consentimos la corrupción cuando trae dividendos a nuestro territorio, colectivo o partido. Pero, si no, somos extremadamente severos. Y tan peligrosa es la negación de una dolencia como la sobremedicación.

Nos cuesta separar el pecado del pecador. En otros países, un político acusado de una actuación deshonesta es forzado a dimitir y queda apartado de la vida pública. Pero no necesariamente para siempre. Si se arrepiente de forma sincera y convincente, puede intentar reincorporarse tras un periodo de penitencia. Hay una ley no escrita que otorga una segunda oportunidad si un político admite su error y hace propósito de enmienda.

La política española no da segundas oportunidades. Si reconoces un error, has firmado tu certificado de defunción política. Lo que ayuda a entender por qué las dimisiones de políticos son tan infrecuentes en España. Nuestro código penal ha sido laxo con la corrupción, pero nuestro código político solo tiene una pena: la cadena perpetua. No condenamos a un político por un acto corrupto. Lo estigmatizamos para el resto de sus días.

No ponemos la diana en la acción reprobable, sino en el individuo y, a poder ser, en su partido. Un escándalo es una enmienda a la totalidad de una organización. Ello explica que, aun teniendo unos niveles de corrupción moderados, el 95% de los españoles creamos que la corrupción está muy extendida. Generalizamos sin decoro, transfiriendo la responsabilidad del imputado a su familia política. Ciertamente, ha habido en España maquinarias de extracción de rentas ligadas a partidos. Pero debemos distinguir ambos entes, desmantelando las redes corruptas y preservando los partidos.

El clan es implacable con los miembros de los grupos rivales. Y perdona a sus ovejas negras, siempre y cuando se mantengan dentro de una línea invisible que los jefes del clan mueven a su conveniencia. La línea que traspasó Rita Barberá. La que separa a los amados por los suyos de los apestados por todos. 


@VictorLapuente

viernes, 25 de noviembre de 2016

COMPROMISO FIRME DEL PSOE ARAGÓN DE CONSEGUIR UNA SOCIEDAD LIBRE SIN VIOLENCIA MACHISTA



Información               


COMPROMISO FIRME DEL PSOE ARAGÓN DE CONSEGUIR UNA SOCIEDAD LIBRE SIN VIOLENCIA MACHISTA
Diputados socialistas y representantes del partido asisten mañana a la concentración convocada por la Coordinadora de Asociaciones Feministas, a las 19:30 horas, en la Plaza de España, en Zaragoza
Zaragoza, 24 de noviembre de 2016.- El Partido Socialista de Aragón tiene contraído el compromiso firme de conseguir en nuestra comunidad autónoma una sociedad libre para todas las personas y, desde luego, libre también para las mujeres, en la que no tenga cabida la violencia machista.
Para conseguirlo, los socialistas aragoneses consideran imprescindible sensibilizar a toda la sociedad “acerca de la gravedad de este problema y de la dureza con la que nos ha afectado y que afecta a muchas mujeres”. Por eso, quieren manifestar públicamente el compromiso del PSOE Aragón “de hacer cuanto esté a nuestro alcance para transformar esta desgraciada realidad”.
Por ello, diputados del Grupo Parlamentario Socialista y representantes del partido, junto a militantes y simpatizantes, asistirán mañana viernes, 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, a las manifestaciones y concentraciones convocadas en diferentes localidades aragonesas. En concreto, en Zaragoza se acudirá a la concentración que ha convocado la Coordinadora de Asociaciones Feministas, a las 19,30 horas, en la Plaza de España.
Y es que, lamentablemente, el Día internacional contra la violencia de género, tiene especial significación, porque la violencia machista ha golpeado con más dureza que nunca en nuestra Comunidad. Concretamente, desde el último 25 de noviembre, han sido cuatro las mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas.
Es insoportable el dolor ocasionado por cada una de estas muertes, para sus familias y para el resto de la sociedad, que asistimos, impotentes, a las noticias que dan cuenta en cada ocasión de una vida de malos tratos sufridos en silencio, que culmina con el asesinato de la mujer, sin que ni ella misma ni quienes la rodean, o rodeamos en cada caso, hayamos sido capaces de reaccionar y de evitarlo. Qué decir cuando la víctima ha tenido la fortaleza de poner una denuncia y el sistema no ha sabido protegerla”, señalan.
Por último, se recuerda que el PSOE impulsó y aprobó en el año 2004 la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Esta ley ha sido y es pionera en todo el mundo y solo necesita para que despliegue todos sus efectos educativos, preventivos y punitivos, que se la aplique eficazmente y que se la dote de medios y de recursos suficientes”, concluyen.


domingo, 20 de noviembre de 2016

Peligro. Carretera cortada

VUELO SIN MOTOR: " El amigo Félix "





Mis abuelos vivieron un poco mejor que mis bisabuelos. Viajaron en tren, vieron coches por las calles y tractores en los campos; incluso disfrutaron de un extraño y voluminoso aparato donde mostraban imágenes de la otra punta del mundo. Ah, el progreso. Mis padres vivieron mejor que mis abuelos; llenaron los hogares de neveras, lavadoras y chismes que hacían la vida cómoda. La Historia, así, con mayúscula, era como las escaleras mecánicas de los grandes almacenes, subías y subías. Yo vivo mejor que mis padres. La generación de mediados de los cincuenta huimos de los pueblos dejando media España vacía, asistimos al nacimiento de la democracia y accedimos a puestos de trabajo estables, como corresponde. Se inició otra revolución silenciosa: la liberación de la mujer. Para nosotros fue cierto aquello de que la educación era una palanca de ascenso social. En la España atrasada y rural se necesitaban técnicos y profesionales multiusos para lograr un país urbano que alcanzara a los europeos. Y los alcanzamos. El progreso tecnológico, como una lluvia pertinaz, milagrosamente llegaba hasta los pobres. Había ricos, claro, y riquísimos, pero la mayoría éramos clase media, que era una cosa que estaba medio bien. Estábamos convencidos de que el progreso era un tornillo sinfín y la historia (ahora con minúscula) nos abriría horizontes. Llegó internet, la robotización, la nanociencia... Lo esperable en esta progresión es que nuestros hijos vivieran mejor que nosotros.

¿Sus hijos vivirán peor que usted? ¿Usted ha perdido posiciones económicas desde hace diez años? Si ha contestado con dos afirmaciones estamos en peligro, carretera cortada. Puede parecer una argumentación elemental, pero en la respuesta a estas preguntas radican fenómenos como el brexit, la victoria de Trump o el ascenso de Marine Le Pen. Desde el inicio de la crisis, la desigualdad en las sociedades occidentales aumenta. El sistema no da respuestas, o las da para unos pocos. Tras el fin de la Historia, anunciado por Fukuyama cuando se desintegró la URSS, creímos que el capitalismo, único gallo del corral, generaría riqueza. Paralelamente la democracia controlaría su reparto más o menos equitativo. En eso habíamos quedado. Pero hemos comprobado que el capitalismo especulativo, el que originó la crisis, anula al capitalismo emprendedor. Y la democracia, una gacela entre cocodrilos, está supeditada al primero. Comienza la frustración y el descrédito del sistema.

A ello se añade el fenómeno de la emigración, consustancial a la humanidad, que siempre ha viajado buscando pan y huyendo de la muerte. Los naturales de un territorio ven a los recién llegados como potenciales enemigos, sobre todo cuando el trabajo (qué ironía aquello de la sociedad del ocio y derecho a la pereza, ¿se acuerda?) se ha vuelto un bien escaso.

Demasiados ingredientes aversivos en la coctelera: el desprestigio de la democracia porque no aporta soluciones, la certeza de que el futuro de los jóvenes está en el aire y el recelo a los emigrantes, que ya no son vistos como los que realizan los trabajos penosos sino como competidores en el mercado laboral. Ahora enciérrese en una cabina para elegir a quién vota y eche la cortinilla. A los amigos les dirá que sigue votando a partidos progresistas, pero ¿qué votara? Por eso las empresas demoscópicas no aciertan ni una.

Escritor

sábado, 19 de noviembre de 2016

PSOE LAS FUENTES. DEBATE CIUDAD RESUMEN

19 de noviembre de 2016.





PROPUESTAS SOCIALISTAS

Las dos propuestas Socialistas fueron aprobadas:

REVISIÓN DEL PLAN DE ACCIÓN SOCIAL: El Gobierno de la ciudad revisará, a propuesta del PSOE, el plan estratégico de en materia social, atendiendo especialmente a la optimización y reorientación de los recursos municipales hacía nuevas demandas. En realidad, la competencia en materia de acción social es del gobierno autonómico, sin embargo, es el consistorio, a ser la institución más cercana, la que presta los servicios.

PROMOCIÓN DE VIVIENDAS: PSOE, ZeC, CHa y C’s aprobaron ayer la propuesta socialista --el PP se abstuvo-- de desarrollar de forma inmediata los trámites del plan de vivienda joven que comprendía la construcción de 2.500 viviendas, al precio de 240 euros mensuales en régimen de superficie. El proyecto incluye las políticas tendentes a promover el acceso a de jóvenes y rentas medias.





- También se aprobaron, LAS PROPUESTAS:

CREACIÓN DEL NUEVO DISTRITO SUR: Los barrios del sur, Valdespartera, Montecanal, Rosales del Canal y Arcosur pasarán a formar parte del Distrito Sur. La propuesta, presentada por el PP y CHA y que salió adelante por unanimidad, contempla el estudio para iniciar la creación de un distrito que integre los cuatros barrios con el objetivo de que puedan tener los mismos servicios que el resto.

ACTUACIÓN EN LAS RIBERAS DE LA CIUDAD: El Ayuntamiento de Zaragoza asumió ayer el compromiso de aprobar un programa integral de actuaciones en los ríos de la ciudad y en el Canal Imperial. A propuesta de Ciudadanos, y aprobado por uninanimidad, el estudio incluye tareas para adecentar los cauces, iniciar un plan de reforestación y la adecuación de los taludes para conservar la infraestructura de uso público.

PLAN ESPECÍFICO PARA LA CREACIÓN DE EMPLEO: Chunta Aragonesista sacó adelante su propuesta de redactar un plan de empleo municipal con los votos a favor de PSOE, ZeC y C’s. El PP votó en contra. La idea pasa por ampliar la oferta pública existente buscando formulas para consolidar los puestos de los interinos. En su proyecto incluye la creación de una cláusula dirigida al respeto de la justicia social y la superación de desigualdades.

PROMOCIÓN DE LA FIGURA DE GOYA: El consistorio pondrá en marcha, en colaboración con el resto de entidades e instituciones de Aragón y en el marco del Plan Estratégico de Turismo de Zaragoza 2017-2021, un programa de promoción multidisciplinar a largo plazo para convertir a Zaragoza en referente de la figura de Francisco de Goya. La propuesta, presentada por C’s, fue aprobada por unanimidad.

POLO DE ATRACCION DE MÁS INVERSIONES: El pleno se comprometió ayer a dotar a los presupuestos municipales para el 2017 de un partida específica para el plan de atracción de inversiones, no menor de 90.000 euros. Se enmarcará en un plan de creación de empleo. Presentada por C’s, tiene como objeto de que Zaragoza pueda convertirse en un polo de atracción de nuevos proyectos empresariales e institucionales.

LÍNEA CIRCULAR EN EL TERCER CINTURÓN: El transporte urbano contará con una nueva línea de bus. Se trata de una circular que cubra el tercer cinturón para facilitar la interconexión entre los barrios periféricos de la ciudad de manera rápida al no tener que pasar por el centro. La propuesta de Chunta salió adelante por unanimidad. Esta nueva ruta estará enmarcada en el nuevo plan de movilidad sostenible que se está redactando.

- En otro orden de asuntos,  RECONSTRUCCIÓN COMERCIO LOCAL: Entidades vecinales y comerciales denuncian la falta de ideas del Gobierno de ZeC y la ausencia de inversión en los barrios consolidados. Asimismo, urgen la puesta en marcha de un comercio local que revitalice los distritos tradicionales, entre estos Las Fuentes.

- ZeC SALVA DOS DE SUS PROYECTOS ESTRELLA GRACIAS AL " SI " DEL PP: El Gobierno evidencia su soledad en temas clave como el comercio local y los procesos participativos. El vehículo eléctrico lo compartían y la renovación del eje este-oeste se amplía a Torrero y Valdefierro.



Periódico de Aragón

jueves, 17 de noviembre de 2016

La migración no necesita verborrea sino política

Deportar inmigrantes indocumentados en masa, como propone Trump, no soluciona ningún problema, sino que los traslada y empeora.



Berna González Harbour

La violencia, como la materia, no se crea ni se destruye, sino que se transforma. Las deportaciones masivas de salvadoreños desde EE UU en los noventa tras el acuerdo de paz firmado en su país trasladó allí a pandilleros violentos que a partir de entonces empezaron a dominar la vida en los suburbios de El Salvador hasta vertebrar una nueva forma de dominación que hoy sigue generando miles de muertos, torturados y un sistema económico de sumisión que nutre a las peligrosas maras que lo protagonizan. Lo cuenta Juan José Martínez D’Aubuisson, un antropólogo salvadoreño que pasó un año en una de las colinas que controla la Mara Salvatrucha 13 en Ver, oír y callar(Pepitas de Calabaza), como lo está contando una literatura imprescindible para estudiar el impacto de la pobreza y la desigualdad cuando se traslada de un lugar a otro sin pensárnoslo dos veces. Leamos a D’Aubuisson, a Emiliano Monge, a Flaviano Bianchini.

Y este no es un argumento que vaya a tranquilizar a Donald Trump ni a los 60 millones de norteamericanos que le han votado. Sabemos que no. Pero sí un argumento para que sepamos que las deportaciones de indocumentados no solo no resuelven problemas, sino que los trasladan, los transforman, los crean también. ¿Alguien va a sentarse a analizarlo en toda su dimensión en la futura Administración de Trump? ¿Articularemos a nivel global respuestas que ayuden a abordar con racionalidad y humanidad el debate?La verborrea xenófoba e imprecisa de Trump está regalando a los oídos de sus fieles la promesa de deportar a tres millones de inmigrantes que cometan delitos mientras “asegura la frontera y se normaliza todo”. Con el resto ya se verá. Si “normalizar” consiste en crear una fuerza específica para capturar a criminales extranjeros mientras se refuerzan los muros, como aseguró, aún no se sabe.

Barack Obama fue el presidente con mayor número de deportaciones en sus dos mandatos (2,5 millones), pero también diseñó una reforma migratoria que pretendía dar permiso de trabajo temporal o de residencia a cinco millones de indocumentados, casi la mitad de los que son. Su reforma está aún paralizada en el Tribunal Supremo, pero acción y política iban de la mano con su propia coherencia cabal. Hoy, al drama que supone separar familias y regar de inseguridad a 11 millones de personas que aportan medio billón de dólares al PIB anual de EE UU, amén de las remesas que envían a sus países, se une el que está provocando agitar la xenofobia con descalificaciones generalizadas. Los incidentes raciales están empezando a sucederse en diversos lugares de EE UU al calor del fuego encendido por Trump. Si el presidente electo ha llamado “violadores” a los mexicanos ¿por qué los ciudadanos comunes tendrían que reprimir las expresiones hirientes de sus propios prejuicios?

La migración será sin duda el gran reto del planeta en el siglo XXI y no necesita el gatillo fácil de la verborrea, sino política. Una que estudie los vasos comunicantes de todas las decisiones y que aprenda a medir su onda expansiva. Porque el seísmo es para todos.

Por un puñado de dólares

¿Por qué ponerte un sueldo de 400.000 cuando te puedes bajar los impuestos por cuatro millones?.




Qué piensan que debe ganar al año el presidente de EE UU? Hablamos de alguien elegido por unos 60 millones de personas para dirigir un país de 325 millones de habitantes. Su economía es la más grande en términos nominales, su moneda, el dólar, es la divisa de referencia y sus empresas copan las lista de las diez primeras del mundo. Además de dirigir el país, el presidente es el comandante en jefe de un ejército de 1,4 millones de soldados cuyo presupuesto es mayor que la suma del de los siguientes siete ejércitos más grandes del mundo. Para rematar la faena, es el responsable último de un arsenal de unas 7.100 cabezas nucleares.

Todo eso lo venía haciendo Obama por unos 400.000 dólares al año, unos 371.000 euros, casa, coche, helicóptero, 747, teléfono y ordenador personal incluido. Pero el señor presidente electo Donald Trump, como tantos otros populistas, lo primero que ha hecho es anunciar que renuncia gozosamente a su sueldo y se lo deja en un simbólico dólar (parece que hay una norma que impide ser presidente gratis). Con ello quiere decir a sus conciudadanos americanos que él no está allí por el dinero, que esa no es su motivación, pues ya tiene suficiente.

No hay nada que ensucie más la política que el empeño de limpiarla de una forma tan cínica y falsa como la planteada por Trump, un hombre que alardea de lo barato que le va a costar su presidencia al contribuyente americano a la vez que se niega a hacer pública la información sobre su patrimonio con la absurda excusa de que sus cuentas están siendo auditadas. Lo que sí sabemos son los cientos de miles de dólares que ha escamoteado en impuestos gracias al abuso de técnicas de ingeniería fiscal. Y los miles de millones de impuestos que van a dejar de pagar los más ricos y las empresas a partir del primer día que Trump llegue a la presidencia.

No le falta razón a Trump. ¿Por qué ponerte un sueldo de 400.000 cuando te puedes bajar los impuestos por cuatro millones? Sus cuatro años van a costar al mundo cuatro dólares. Lo que Sergio Leone hizo al wéstern, Trump ya se lo ha hecho a la política democrática. Spaghetti politics

@jitorreblanca

sábado, 12 de noviembre de 2016

Mayorías inamovibles

Si algo nos ha enseñado la historia es que no sale a cuenta ganar el poder dañando la democracia.



Si una mayoría está unida, movilizada y decidida, es difícil pararla. Esa y no otra es la lección de 2016. Lo vimos en Reino Unido en junio, y, este martes, en Estados Unidos. La inadvertida mayoría conservadora que dio el triunfo a Trump acogía incluso a antiguos votantes de Obama. Creció en un ángulo ciego de la inmensa mayoría de analistas, ese punto en el cual emergen y se consolidan coaliciones a la contra de lo (definido como) establecido, dispuestas a mantenerse firmes.

Las instituciones que, supuestamente, sirven para impedirlo no son inmunes al fenómeno. Las elecciones, la separación de ramas estatales, las Constituciones, la Administración independiente o el monopolio de la violencia no son sino mil maneras distintas de buscar que el poder no esté concentrado en manos de un solo sector de la sociedad. Pero si mayorías constantes sin miramiento por las minorías están previamente formadas y son capaces de colonizar dichas instituciones desde arriba, estas no sirven.

Es una paradoja en la cual la democracia liberal va perdiendo con sus propias reglas de juego. Los dos pilares del pluralismo están traicionando su razón de ser inicial e impidiendo al resto de instituciones que cumplan su papel. Los partidos eran una manera de estructurar el conflicto sin negarlo. El pluralismo mediático, la vía para canalizarlo. Pero, paradójicamente, la fragmentación de la representación política (organizativa y simbólica) ha llevado a que las mayorías radicalizadas y autorreferenciales sean más viables que en el pasado.

Ante esto hay dos caminos posibles. La opción de la izquierda frentista es aprovechar para jugar al “o ellos o nosotros”. Puede que les lleve a la victoria, pero el coste será el deterioro irremediable del pluralismo. Si algo nos ha enseñado la historia es que no sale a cuenta ganar el poder dañando la democracia. La alternativa suena tan utópica como necesaria: hay que segmentar a la mayoría. Abrir espacios para la duda, mostrar lo caleidoscópico de la realidad, preguntar y preguntárselo todo. También, o sobre todo, por los ángulos ciegos. La duda y el matiz como salvación.

@jorgegalindo

Frente al ‘trumpismo’, personas templadas.

FIRMA INVITADA







VÍCTOR VIÑUALES

Ganó Trump y antes ganó el Brexit y Putin goza de mucha aceptación en Rusia y Erdogan está reventando la democracia en Turquia y la xenofobia crece y se levantan muros por doquier y los refugiados siguen muriendo en las aguas del Mediterraneo y el ISIS sigue ahí…y todo parece una pesadilla, un mal sueño, el guión de una película de miedo.

Mientras todo esto ocurre, el clima está enloqueciendo porque nuestro modelo económico mata la biosfera gracias a la cual vivimos. Se sabe que somos la última generación que puede hacer algo efectivo para frenar el cambio climático y por eso toda la comunidad internacional rubricó el acuerdo de París el año pasado para combatirlo y construir una económica baja en carbono. Lo que supone, de facto, hacer una autentica revolución en nuestra normativa, tecnología y valores.

Mientras todo esto ocurre, se superponen crisis: la económica y financiera , la social, la de gobernanza…Y por saberlas interrelacionadas e interdependientes, Naciones Unidas, los gobiernos y los pueblos del mundo aprobaron el año pasado los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible(ODS), una agenda global para todos los países y para todos los actores sociales.

Y entre los que peleamos por la realización de estas dos agendas globales , la climática y la de los ODS, la victoria de Trump ha supuesto un golpe muy duro en el ánimo, que es el combustible del cambio social. La tristeza se cuela entre las costillas, los músculos y las neuronas se aflojan ,los brazos caen abatidos, pegados al cuerpo…

Y el caso es que es el peor momento para el abatimiento, por la urgencia de los problemas a los que tenemos que responder y por que si dejamos que se consoliden estos nuevos liderazgos del blanco y negro, del trazo grueso, de mi tribu contra las otras, del sectarismo, de la ausencia extrema de empatía… la deriva del mundo seguirá un rumbo de catástrofes encadenadas, de conflictos y guerras crecientes y de mucho dolor evitable.

Frente a la actual efervescencia de pirómanos, gentes que no valoran las consecuencias y el dolor que pueden causar sus palabras y sus acciones, gentes que tienen respuestas sencillas para problemas complejos, gentes que gastan sus muchas energías en la pelea contra los otros, y que andan ayunos de ellas cuando se trata de construir un mundo mejor, mas fraterno, mas justo y mas en paz con el planeta. Frente a esos pirómanos que incendian los bienes comunes, la tierra, la confianza, el clima y la bondad del mundo, debemos construir una comunidad amplia, muy amplia, de personas templadas, en todo el planeta, que no se rinden, que no claudican, que no siembran odio para acabar con el odio.

Sufrimos una infección generalizada de intolerancia, de añoranza de la tribu, de pensamiento simple y bipolar, de una economía centrada en el yo y no en el nosotros, y frente a esa infección generalizada el sistema inmunitario de la humanidad toda debe reaccionar. Es el tiempo de las complicidades y alianzas entre quienes soñamos cosas parecidas y muy básicas, el bienestar para todas las personas dentro de los límites del planeta, por ejemplo.

Debemos tender puentes y cooperación entre los “bomberos del mundo”, los que prefieren apagar fuegos que incendiarlos. Construyamos una conspiración de personas templadas, amantes de los matices y de la palabra ajustada, amantes de la escucha y el dialogo, con el coraje que enraiza en la razón sensible y no en el odio. Gentes que rehúyen el insulto. Gentes que tienen mas prisa en entender que en juzgar. Gentes que creen en un mundo mejor y lo crean. Sigamos. Creemos esa comunidad.

*Director de la Fundación Ecología y Desarrollo

domingo, 6 de noviembre de 2016

Nosotros, las clases medias

VUELO SIN MOTOR " el amigo Félix "




FÉLIX TEIRA

Tal vez usted y yo tengamos algo en común, somos clase media. Probablemente no somos ricos ni pobres de solemnidad. ¿Intentamos definirnos? No sé si es cierto el refrán que asegura que tanto tienes, tanto vales, pero desde luego que la renta nos sitúa en una banda social. Pongamos que las clases medias son las que ingresan, a ojo de buen cubero, entre 1.000 y 3.000 euros mensuales, ¿algo así? No somos necios, tenemos la lógica aspiración de romper el techo de ingresos y ascender en la escala, ¿no cree? También albergamos el temor de caer más bajo. Ya nos doblegó la crisis y nos golpeó el paro. Sabemos que un despido, con la hipoteca pendiente, nos puede arrojar con los desposeídos, ¿usted también lo piensa? Cuando miramos el estrato inferior reconocemos a amigos caídos, parientes, incluso hijos. La puta crisis. (Por cierto, una crisis que no provocamos. ¿Hizo usted algo para invocarla? No, yo tampoco. Dicen que son cíclicas. ¡Ah!) Hace frío en la clase baja, aun con cambio climático. Tanto es nuestro temor a la caída que exigimos paliativos: sistemas de salud universales, educación pública gratuita y pensiones dignas para cuando se nos caigan los dientes, ¿también lo medita usted? Si va afirmando mientras lee, prosigo. En los últimos cuarenta años hemos accedido a la prensa libre, a la educación y a la cultura que han afilado nuestro sentido crítico. Tenemos gustos burgueses, ya digo que no somos necios, ¿eso es malo? Nos gusta viajar, cenar fuera, comprar ropa, móviles, coches... Como ahora el valor se aquilata en términos económicos, somos el principal componente de la demanda agregada.

Dicen que las clases medias son el sostén de las democracias. Desde luego que somos el soporte fiscal; incluso le diría que, si contribuyeran todos, también los de la amnistía fiscal, no nos importaría pagar. Las sociedades donde hay una minoría rica y una mayoría paupérrima están abocadas a la revolución. Con toda lógica. Sucedió durante el plausible ensayo de la Segunda República, con una clase media raquítica y masas obreras y campesinas desesperadas que exigían cambios inmediatos. La desigualdad rampante aspira a la ruptura del sistema para acabar con la brecha. La única manera de que una sociedad desequilibrada perdure es con una dictadura, la fuerza mantiene la brecha.

Si somos la columna vertebral de la democracia necesitamos políticos que la mantengan erguida. Cuarenta años de educación y democracia han depurado nuestras aspiraciones. Buscamos tipos normales, con sentido común, muchísimo sentido común, que nos propongan lo de siempre: trabajo y educación, que es casi el viejo desiderátum de despensa y escuela. No precisamos grandes divos ni personalidades complejas. Empezamos a estar hasta el gorro de los divinos. Normales, como nosotros.

Que procuren la justicia social, la que saca a los de abajo de la desesperación, para que no temamos caer. Políticos que ni roben ni dejen. Que procuren cambios constantes, no revoluciones, no vayan a arrasar con lo poco que tenemos. El día que encontremos a esos políticos, con sentido de Estado, que nos propongan un proyecto sensato de prosperidad compartida, los respaldaremos. Incluso con cierto entusiasmo. Qué fáciles de contentar las clases medias. Y lo difícil que nos lo ponen.

*Escritor

viernes, 4 de noviembre de 2016

Permitidme tutearos,...

Arturo Pérez-Reverte
PATENTE DE CORSO




Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros -aquí matizaré ministros y ministras- de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros -el tuteo es deliberado- a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.

Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana -que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural-, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.

Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente -recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española-. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos». Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p’alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.

Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

¡ QUE NO TE LLEVEN AL HUERTO !

MI CUADERNO PERSONAL ( 17 )




Las protestas y revoluciones sociales se sostienen sobre una "coalición negativa de intereses"  . ¿ Qué significa esa coalición ? . Primero, es la unión de diferentes partidos políticos o instituciones económicas y sociales para llevar a cabo una tarea común. Segundo, si es negativa supone un rechazo, oposición o respuesta contraria que se da a lo que alguien solicita o pretende. Y, tercero, como intereses: el provecho o bien buscado; el valor o utilidad que se tiene de una cosa; la atracción o inclinación hacia algo y la convivencia o necesidad de una persona o colectivo.

En la certeza y dinámica de la política española actual, esta concepción bien podría entenderse y definirse, a la vista de los hechos, como un grupo de individuos y organizaciones que siendo excesivamente divergentes en sus preferencias sobre las cuestiones más relevantes y acuciantes, se unen para acabar con el sistema político imperante. Una pregunta, ¿ Los Partidos políticos de la oposición serán capaces de formar las mayorías parlamentarias suficientes ?. ¡ Ojalá así sea !. Se agradecería un cambio radical respecto a lo sucedido en el último Gobierno del PP, marcado por el continuado ninguneo del Parlamento y un récord histórico con la utilización del decreto-ley, así como, también el cambio efectivo, más allá de las coaliciones negativas interesadas, en donde la oposición se une para bloquear las iniciativas legislativas del Gobierno.

Las dificultades radican en que la consecución de los acuerdos legislativos en el Parlamento ( Congreso y Senado), devuelve a los Partidos a sus dilemas, estrategias y desencuentros que debilitan la luz propia y necesaria para su solución. No es posible una alianza amplia y variada que acabe con el status-quo y la soberbia y con la insuficiencia para construir un " proyecto político común " una vez cumplido su objetivo. ¿ De quién es la calle ?. De todos sin lugar a dudas. Es imprescindible terminar con pretensiones exclusivas personales que, únicamente, buscan otorgárse el papel protagonista del conflicto social generalizado por los grupos sociales relevantes que conforman la Sociedad, obsesionados en instrumentalizarlas para neutralizar, dañar y eliminar a su oponente.

" Todos, y no uno " es nuestro lema porque los partidos políticos tienen que acompañar y escuchar siempre a la CIUDADANÍA.

¡ Que pena ¡ Pablo Iglesias actual. Los verdaderos Socialistas entendemos que estamos obligados a impulsar los cambios que han generado ilusión en los ciudadanos, sin traiciones descaradas y con comportamiento ético, honrado y desinteresado de buen gobernante y sin prejuicios o intereses preconcebidos. Nos comprometemos a poner en marcha una política diferente, que busque solucionar de forma práctica y sin fanatísmos los problemas actuales y, por supuesto, social, razonable y justa, ejercida pensando en el bien más común posible y sustentada en la consulta continua al ciudadano.

Por lo que nos concierne en nuestro día a día, "recuperar la calle" en Las Fuentes siempre la hemos recuperado porque nunca la hemos abandonado al responder a nuestro ser, a nuestra forma de pensar y actuar. Somos gente que no nos gusta calentar los sillones en el escaño. " Estamos y estaremos en el lugar habitual que siempre ocupamos, en la calle "

No a los intentos de capitalización de la protesta social.
¡ CULTURA POLÍTICA ES QUE NO NOS LLEVEN AL HUERTO !



Laureano Garin Lanaspa.
Agrupación Local PSOE Las Fuentes

viernes, 28 de octubre de 2016

¿ Exageración o falsificación ?

Unidos Podemos descalifica la elección de Rajoy sugiriendo que no es del todo democrática.





ELSA GARCIA DE BLAS

La palabra “golpe” referida a la investidura de Mariano Rajoy retumbó ayer en las paredes del hemiciclo del Congreso, donde los efectos del auténtico golpe de Estado de 1981 son visibles aún en forma de agujeros de disparos en el techo. “Usted, señor Rajoy, será investido como resultado de un golpe parlamentario a raíz de la intervención de un partido político, cocinado a fuego lento durante diez interminables meses, para anular los resultados de unas elecciones”, aseguró Alexandra Fernández, portavoz parlamentaria de En Marea, la alianza gallega en la que se integra Podemos, desde la tribuna. Los portavoces de Unidos Podemos hablaron de “golpe de régimen” y “motín oligárquico” e incluso compararon la irrupción del golpista Antonio Tejero en la carrera de San Jerónimo con el “golpe palaciego” sucedido en la sede del PSOE.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, trató también de deslegitimar la investidura de Rajoy, aludiendo a un “orden” que, de nuevo, “reina en Madrid”. “Lo que no consiguieron en las urnas lo van a conseguir mediante el abstencionazo. Una triple alianza le va a hacer presidente”, dijo al candidato del PP. Iglesias citó al exlíder comunista Santiago Carrillo, a quien le reprochó que “no le quedó más remedio que decirles sí a todo”, para contraponer que ellos, a cambio, no “pasarán por el aro”. “Nosotros no somos una izquierda de su orden”. Los discursos de los representantes de Unidos Podemos —que aludieron también a un nuevo “partido único” en España, a un “fraude del PSOE a sus votantes” y a “una investidura que se construye sobre una farsa”— fueron algo más sutiles que la convocatoria de la manifestación que han saludado que llama a rodear el Congreso el próximo sábado con la justificación de que, en definitiva, en España se acaba de producir un golpe de Estado.

El historiador José Álvarez Junco, catedrático emérito de Historia de las ideas y los movimientos sociales en la Universidad Complutense de Madrid, vincula estas expresiones con el “lenguaje propio de la izquierda latinoamericana, venezolana, castrista, utilizado de manera propagandista. Como el llamado bloqueo sobre Cuba, por ejemplo, que no es tal, sino un embargo”. “Son exageraciones destinadas a incrementar la tensión. Si el destino es hacer que la gente se movilice indignada para forzar que el Parlamento tome otra decisión sería una maniobra antidemocrática y peligrosa. Las tensiones se deben dirimir en el Parlamento”, considera. Álvarez Junco percibe una deslegitimación de la investidura y de la democracia parlamentaria: “Es cierto que estaba anquilosada, que los dos grandes partidos se turnaban de una forma mecánica, pero el comité federal del PSOE era un órgano perfectamente legal, y un golpe, a cambio, es una intervención militar contraria la legalidad”.

“Es una acción política conocidísima, que lleva a una falsificación de la realidad. No veo nada que no hayan hecho otros movimientos radicales antisistema, los llamamos así porque no hacen un análisis objetivo-racional de la situación política, sino una descalificación del sistema que combaten”, reflexiona el también historiador Juan Pablo Fusi. Este catedrático de Historia contemporánea de la Universidad Complutense ironiza con que un “partido único” es “lo único que no hay ahora mismo con tal fragmentación parlamentaria”. Fusi contrapone una reflexión al supuesto “fraude democrático del PSOE”, como lo ha calificado el diputado Alberto Garzón. “¿No sería el mayor fraude democrático que, aún siendo legal, se impida que gobierne el partido más votado?”, se pregunta.

Los historiadores recuerdan a Iglesias que se equivoca cuando rememora el papel de Carrillo: “A Carrillo también le dijeron que sí, a la legalización del PCE, a desmontar el sistema franquista, a la ley de amnistía...”

jueves, 27 de octubre de 2016

VENTANAS ROTAS

Dejas impune a un corrupto y el que se lo estaba pensando toma nota.







JOSÉ IGNACIO TORREBLANCA

Una ventana rota suele indicar una casa abandonada, o un dueño descuidado o con problemas. Los niños, siempre tan intuitivos, suelen entender una ventana rota como una invitación para tirar una piedra a la ventana de al lado. Y ya son dos ventanas rotas. Dos ventanas rotas no pueden ser casualidad, piensa el tercero que pasa, y lanza otra piedra. Tres ventanas rotas invitan a hacer una pintada. Y una pintada a forzar la puerta. Y una puerta abierta a entrar y llevarse los muebles. Y así sucesivamente.

A la democracia le pasa lo mismo. Dejas impune a un corrupto y el que se lo estaba pensando toma nota. Dejas que alguien se salte las reglas y las reglas dejan de valer para el siguiente que quieres que las acate. Dejas que alguien mienta sin que tenga consecuencias y hará de la mentira una estrategia. Dejas que el que ha perdido una votación proclame que la victoria del otro ha sido ilegítima y no podrás volver a votar. La democracia es una gran idea, pero hay que defenderla todos los días: cada ventana rota en su fachada es una invitación a una pedrada. Su funcionamiento requiere de esa cosa llamada “legitimidad”, que no es sino la creencia de la gente en que el sistema es justo y funciona equitativamente. Unos trabajan para reponerla, otros para vaciarla.

En España ha habido no una sino dos elecciones en menos de un año. Los que concurrieron a ellas lo hicieron porque pensaban que podían ganar limpiamente. Que sepamos, no solo no han denunciado los resultados, ni ante la Comisión Electoral ni ante ningún organismo internacional, sino que recogieron sus actas y ocuparon sus escaños.

Pero algunos de los que han perdido dicen ahora que ha habido un “golpe”, que va a gobernar una “mafia” y llaman a manifestarse ante el Parlamento. Uno de ellos, que se confiesa admirador de la democracia griega, solo logró ocho diputados en un Parlamento de 350 pero quiere hablar en nombre de todo el pueblo; el otro, que también dice hablar en nombre del pueblo, dice que el Parlamento está gobernando por el Ibex 35 y que solo va a producir “papel higiénico”. “Solo reconoceré el resultado si gano”. ¿Dónde han oído eso antes?

 @jitorreblanca

domingo, 23 de octubre de 2016

Teruel, la belleza olvidada

VUELO SIN MOTOR " el amigo Félix "





FÉLIX TEIRA

Hace años visité Oviedo con la novela La Regenta en el bolsillo. Un viaje con el libro adecuado puede ser una combinación turbadora y fértil. Ahora le propongo recorrer la provincia de Teruel, pariente pobre de las tres, que conserva un señorío sobrio. Le recomiendo que viaje con el libro de Sergio del Molino, La España vacía, un ensayo tan inteligente como ameno. Elijo Teruel por afecto, está tan despoblada como decenas de provincias del interior. El libro de Del Molino te enseña a mirar, como si te hubieras lavado los ojos con sal. Asegura el autor: «Mirar en los rincones de la España vacía de los que procedemos es mirar dentro de nosotros mismos.»

Entro en el territorio del empeltre, dejo atrás Albalate, un caserío a pie del río Martín que escala el cabezo, y me detengo en la plaza de La Fresneda, elegancia de soportales de piedra. A media tarde paseo por las calles señoriales de Calaceite y anochece cuando cruzo el puente de Valderrobres, fachadas varadas en la historia.Cuántas propuestas de turismo exótico mientras se desconoce lo propio. Se necesitaban cientos de allegadoras y vareadores para recoger la oliva de estos parajes hasta que llegó la mecanización. Entonces se produjo el Gran Trauma, como llama Del Molino al éxodo de los años 50 y 60, que desertizó el núcleo del país y pobló la periferia. Duermo en una posada de Beceite arrullado por el rumor del agua; hijuelas y regueros que sangran al Matarraña. Antes de que amanezca ya estoy en la carretera. Apenas levanta el sol cuando corono Sant Just, refresca. Hago un alto y miro los cabezos, costillares del Ibérico con las tripas de carbón, que ahora dicen que no sirve. «La conexión con el paisaje es íntima y autobiográfica», dice el autor. Me sorprende que un escritor joven haya descrito con exactitud el desgarro de los que emigramos de los pueblos: habitantes de la España urbana que para definirse necesitan estos yermos.

Recorro las planas del Alfambra, amarillean las choperas que bordean el río, y enfilo hacia el Maestrazgo (sorprende la interpretación del carlismo que ofrece La España vacía). Un silencio acogedor envuelve los pinares de la bravía sierra de Gúdar. Entraré a la capital, tras dejar Mora, por el sur. Teruel, entre barrancos arcillosos, es el territorio de la filigrana del ladrillo mudéjar. Igual que los desiertos demográficos son una rareza en Europa, también lo es nuestro pasado moro: no encontramos al norte de los Pirineos encajes de ladrillo y esgrafiados de yeso.

Si la cabra tira al monte, los urbanitas terminamos en la ciudad. Vuelvo a la urbe, aunque antes me he acercado a Albarracín. Cada vez que contemplo el casco del pueblo, encerrado en la herradura del Guadalaviar, noto el mismo escalofrío, el tiempo corre al revés. Cojo la carretera paralela al Jiloca, me desvío por pueblos de nombres con sonoridad antigua: Huesa, La Hoz de la Vieja... Tomo un café. Detrás de la barra hay un vasar de yeso con una reliquia, una capilla de mano de las que iban de casa en casa; sobre el cristal está pegado un anuncio de ámbar lemon. Un viejo me mira, quizá se pregunta: ¿qué coño hace aquí este forastero si ni hay setas ni es agosto? Como dice el autor del libro, el forastero está suturando la brecha de una España urbana y europea que tiene el corazón vacío. Buen viaje.

Escritor