domingo, 31 de julio de 2016

LAS FUENTES. REHABILITACIÓN DE VIVIENDAS.

Bloque en rehabilitación  en Las Fuentes

LAS FUENTES. REHABILITACIÓN DE VIVIENDAS.


El pasado jueves de 28 de julio, el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, y la directora general de Vivienda y Rehabilitación del Gobierno aragonés, Mayte Andreu, visitaron las obras de rehabilitación de los grupos de viviendas del barrio de Las Fuentes  Andrea Casamayor ( antiguo Girón)  en las que participan el Consistorio y el Ejecutivo autonómico D.G.A.

Las obras consisten en la conservación, mejoras en la accesibilidad y otras intervenciones relativas al aumento de la eficiencia energética. Por consiguiente, en las viviendas referidas se ha mejorado el aislamiento de las fachadas, las cubiertas y las soleras.

Todavía resta un grupo de viviendas, que quedo en reserva, y que se tendrá en cuenta muy pronto, puesto que para este año la sociedad municipal Zaragoza Vivienda, aprobará la primera semana de septiembre la convocatoria de ayudas económicas a la rehabilitación por un importe de dos millones de euros adicionales.

Santisteve ha subrayado la importancia de que el cuidado del medio ambiente sea un eje transversal para todas las políticas municipales, además de ser una cuestión de salud pública, de forma que los vecinos de la ciudad respiren un aire cada vez más limpio, y ha destacado el valor de recuperar estas mejoras tras periodos de menor inversión.

Por su parte, la directora general Mayte Andreu destaco  la importancia "de establecer criterios para el diseño de un nuevo Plan de Vivienda Estatal en 2017 con el que se cumpla el principal objetivo, garantizar más inversión en rehabilitación como fin "mejorar la calidad de vida de un sector de población que, en gran medida, necesita mejora en la accesibilidad y la eficiencia energética de sus viviendas".

PSOE  LAS FUENTES.

PSOE LAS FUENTES. CRÓNICA DIARIA. UNA DE LAS MUCHAS MENTIRAS DEL P P.

PSOE LAS FUENTES. CRÓNICA DIARIA.
UNA DE LAS MUCHAS MENTIRAS DEL P P.

Los ricos ganan y los pobres pagan.



" TASAS JUDICIALES ": El Constitucional anula las tasas judiciales de Gallardon.

Nuestro Partido, PSOE, a través de la diputada y ex magistrada del Tribunal Supremo Margarita Robles, sostiene que la sentencia del Tribunal Constitucional cierra una de las páginas más negras de la justicia española. " Como consecuencia de las políticas de Gallardon se creó una justicia de dos velocidades en la que las personas sin medios no podían acceder a los tribunales.

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El Tribunal Constitucional ha declarado inconstitucionales las tasas judiciales que implantó en 2012 el Gobierno por idea del entonces ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Cuatro años después de la instauración de estos gravámenes, el alto tribunal acoge parcialmente un recurso del PSOE y falla que las tasas que persistían, para las personas jurídicas —empresas, ONG, partidos políticos— impiden por su elevada cuantía —hasta 1.200 euros— el acceso de estas a la Justicia. El Gobierno ya suprimió en febrero de 2015 las tasas para las personas físicas al admitir que podían vulnerar los derechos de los ciudadanos a la tutela judicial efectiva garantizada en el artículo 24 de la Constitución.

En resumen, primero: las tasas judiciales son inconstitucionales.
- Segundo, supone una victoria -tardía y parcial-, pero victoria.
-  Tercero, entiende el tribunal que la cuantía de las tasas resulta desproporcionada y pueden producir un efecto disuasorio en los ciudadanos a la hora de acudir a los tribunales.
- Cuarto, el dinero obtenido por este tributo debería haber servido para financiar el sistema de justicia gratuita, algo de lo que, en medio del una fuerte crisis económica, no hay pruebas de que haya sucedido. Antes bien, las quejas de los abogados de oficio de los retrasos en los pagos de la administración por sus servicios son constantes.  ¡ POR LA IGUALDAD !


PSOE LAS FUENTES.

jueves, 28 de julio de 2016

Hipocresía... ¡cómo te echamos de menos!

EL INDEPENDIENTE


José Luis Trasobares

La hipocresía, vicio esencialmente burgués, tenía un discreto encanto. Tranquilizaba tanto a las élites que lo practicaban como a la opinión pública en general. Los fascismos y el estalinismo, con su brutal puesta en escena, rompieron los protocolos y exhibieron sin pudor la capacidad del poder para violentar la voluntad de los pueblos, secuestrarla y manipularla. Pero, en Occidente, la victoria en la II Guerra Mundial permitió abrir un nuevo periodo de brillante y amable disimulo. Sí, de vez en cuando ocurría que las viejas y caducas potencias colonialistas masacraban a quienes se rebelaban contra su dominio en África o Asia. Los paracas franceses torturaban en Argel. Los británicos hacían lo propio en Malasia, y en general la Guerra Fría ofreció a los dos bloques la ocasión de perder las maneras en plan genocida. Pero había un miramiento, una cosa. Las operaciones encubiertas se llamaban así porque la CIA o el KGB iban de tapadillo. Los servicios secretos eran... secretos. Presidentes, reyes, dictadores, generales, banqueros y grandes industriales intentaban guardar las formas. Qué bendición.

Ahora, justo cuando Internet nos lo muestra todo sin intermediarios ni zarandajas, a los que mueven los hilos les ha dado por ponerse bordes, quitarse los disfraces y darse a entender sin adornos ni sutilezas. Donald Trump, el candidato más bestia habido en unas presidenciales norteamericanas, aparece tal cual: xenófobo, machista, ultraderechista, agresivo, amenazador... un cabrón en toda regla. Este no miente como Richard Nixon, va de cara. ¡Y dicen que puede ganar!

La corrupción, practicada a lo grande, da prestigio. El crimen organizado sirve de ejemplo. La democracia es presentada al público como un estorbo. Mariano Rajoy pasa de todo, se desdice, gira sobre la marcha, hace hoy lo que ayer condenaba, se encoge de hombros cuando los suyos untan en la manteca y utiliza argumentos destinados más bien a poner a la ciudadanía ante la cruda verdad: esto son lentejas... Ya no hay burguesía ni proletariado. Solo proveedores de servicios y una clientela que ansía ser estafada. Sin que le doren la píldora.

‘Je récuse’

Delincuente o no, De Alfonso es un juez indeseable porque encarna precisamente la negación de toda “independencia"



El cómplice de Fernández en la putrefacta conjura que fabricaba falsos delitos contra los soberanistas catalanes vuelve a ser juez: máxima alerta, ciudadanos, protéjanse de este peligro público.

Daniel de Alfonso, exempleado de Artur Mas como director de la oficina Antifraude de Cataluña, fue ominosamente destituido por el Parlamento catalán al conocerse las cintas que le grabaron con el (presunto) ministro.

Las cintas, ¿recuerdan? En las que proponía a su amiguito “dosificar” la información entera o parcialmente falsa para destruir a las personas que convertía en objetivos. E ilustraba su calidad moral: “Soy partidario de asestar el golpe cuando el golpe va a acabar con el animal”, entendiendo por animal sacrificable a todo separatista viviente, y familia.

A De Alfonso la Fiscalía le ha abierto diligencias por si cometió los delitos de prevaricación (dictar resoluciones a sabiendas de que son injustas), revelación de secretos y malversación de caudales públicos. Hay pocos así, pero contumaces, como el prevaricador exjuez Gómez de Liaño, que acabó como abogado de Luis Bárcenas, vaya puertas giratorias. ¿Acaso los jueces y los colegios de abogados admiten a cualquier perillán?

Las diligencias son de cajón. Pero él pidió reingresar a la carrera judicial, en la Audiencia de Barcelona. El archicorporativo Consejo del Poder Judicial se lo ha concedido, pese a la certera protesta de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura. Esta advierte del “daño” causado porque “conlleva la pérdida de la apariencia de independencia e imparcialidad” requerida a un juez.

Delincuente o no, De Alfonso es un juez indeseable porque encarna precisamente la negación de toda “independencia” exigida en los artículos 12 y siguientes de la Ley Orgánica del Poder Judicial, al ponerse de mayordomo servil del (presunto) ministro.

Entre las 16 causas de recusación de un juez (art. 219) figura la “enemistad manifiesta” con cualquiera de las partes. Pues entonces, todo demócrata que considere infame espiar y fabricar pruebas mendaces a cualquiera por su ideología (aunque no la comparta) debe considerarse objeto de su “enemistad manifiesta”, y viceversa. Así que homenajeemos a Zola con un masivo: Je récuse.

Mentiras Auténticas

Gana enteros el político que es capaz de conectar de forma directa con los suyos, a pesar de, o más bien gracias a, enervar al resto.


Uno de los misterios de nuestro tiempo es que los políticos que más mienten son los que parecen más auténticos. Los más inconsistentes —que dicen hoy A y mañana, B— son los que, paradójicamente, vemos como los candidatos con más personalidad. Incluso las democracias más asentadas, como Reino Unido y EE UU, son pasto de políticos oportunistas. Años atrás hubiera sido inconcebible que Donald Trump ganara la nominación republicana o que Boris Johnson se convirtiera en el ministro de Exteriores de Su Majestad. ¿Por qué el oportunismo, la inconsistencia, e incluso la mentira, son más rentables hoy?


Para empezar, la política se ha polarizado. Las tergiversaciones hiperbólicas —sobre los inmigrantes, la UE, los bancos o lo que fuere— eran denunciadas por unos medios de comunicación con vocación de llegar a todos los ciudadanos. Hoy son celebradas en las redes sociales. Y propagadas por unos medios con voluntad de nichos en los que los seguidores de una ideología se sientan cómodos.

Progresa así un nuevo tipo de político. Pierde peso el candidato con capacidad de persuadir, o como mínimo no irritar, a la mayoría silenciosa. Gana enteros el político que es capaz de conectar de forma directa con los suyos, a pesar de, o más bien gracias a, enervar al resto. En unos medios con unos colores bien definidos, los políticos no se pueden distinguir los unos de los otros por el argumento de fondo. Todos lo comparten. Con lo que buscan singularizarse adoptando un tono distintivo, irrepetible. En la nueva política, como dice Pablo Iglesias, “el tono lo define todo”. No te diferencias de tus competidores dentro del mismo bando ideológico proponiendo políticas marginalmente mejores, sino con un estilo particularmente llamativo. Trump, Johnson o muchos de nuestros políticos con más impacto, no dicen lo que los votantes quieren oír, sino cómo quieren oír las cosas. Con provocaciones, exageraciones y comentarios irónicos. El mensaje es secundario y puede cambiar de un día a otro. Lo que no se altera, lo que permite la identificación con el votante, es el tono. Un tono auténtico, construido mentira a mentira.

@VictorLapuente

miércoles, 20 de julio de 2016

EL CONGRESO NO ESTA PARA TEATRILLOS

Es hora de que los diputados aparquen las ocurrencias y se pongan a trabajar. Han perdido medio año.



ROSARIO G. GÓMEZ

La semana pasada no había margen para el espectáculo. La mayoria de los diputados que forman parte de la XII legislatura eran veteranos. A los parlamentarios de Unidos-Podemos ya no les deslumbraba el hemiciclo, ni clavaban asombrados sus ojos en las visibles huellas de los impactos de los disparos del 23-F, ni buscaban un hueco en el sillón del escaño en que acomodar el abrigo (estamos en julio), como tras las elecciones de 20-D. Carolina Bescansa acudió esta vez sin su niño, a Celia Villalobos se la veía menos eufórica que el 13 de enero, quizá por haber perdido el sillón de la vicepresidencia, y los miembros de Compromís dieron descanso a la banda de música que acompasó su entrada al Palacio del Congreso en el arranque de la anterior legislatura.

No obstante, algunos diputados no eludieron su particular forma de hacer visibles sus reivindicaciones sociales o políticas. Los representantes de Equo, con Juan López de Uralde a la cabeza, llegaron en bloque a la carrera de San Jerónimo montados en bicicletas con banderines verdes, el color corporativo. El show de los mensajes estampados en las camisetas lo protagonizó el sindicalista Diego Cañamero, que lucía una camiseta con la imagen estampada de Andrés Bódalo, condenado por agredir a un concejal socialista, y los parlamentarios de Compromís exhibieron prendas en las que se podía leer la leyenda: “No nos resignamos. Otro Gobierno es posible”.

Portar vestimentas con mensajes reivindicativos en el Hemiciclo es una práctica bastante frecuente. Los mineros de León y Asturias, por ejemplo, hicieron visible su conflicto en 2012 en la tribuna de invitados durante una sesión de control al Gobierno. Mientras intervenía el entonces ministro de Industria, José Manuel Soria, se pusieron al unísono en pie y exhibieron camisetas negras a modo de pancarta con este lema: “No al cierre de la minería”. De inmediato, el presidente del Congreso pidió su desalojo.

También fueron expulsadas por la fuerza las feministas de Femen, pero no por haberse enfundado camisetas reivindicativas sino precisamente por quitárselas ante sus señorías. Tres activistas protestaban así desde la tribuna de invitados por la reforma de la Ley del Aborto mientras Alberto Ruiz-Gallardón, en aquel momento ministro de Justicia, contestaba a una interpelación. Con decenas de cámaras de televisión, el Congreso ofrece una enorme visibilidad a protestas de todo tipo.

A la hora de acatar la Constitución se repitió, eso sí, la función de invierno. Desde los escaños de Unidos-Podemos se escucharon todo tipo de fórmulas, incluidos versos del poeta Miguel Hernández, como si los diputados hubiesen sido convocados a un casting de Estudio 1. Tras el primer día de vuelta al cole es hora de que los diputados aparquen las ocurrencias, el postureo, los teatrillos, el cachondeo y la falta de rigor. Sería bueno que se pusieran a trabajar. Han perdido medio año.

El País.

FRIVOLIDAD FISCAL

La querencia de los ciudadanos por los impuestos es un amor condicional (a lo que se recibe).




SANDRA LEON

El debate fiscal en España muestra dos debilidades, una de forma y otra de contenido. La primera es un relato en el que todo vale. La pobreza argumental con la que los políticos han justificado reformas fiscales revela incapacidad o desinterés por gobernar elevando la calidad del debate público. La segunda es un desajuste entre el protagonismo electoral de las rebajas impositivas y las preferencias de los ciudadanos sobre impuestos y gasto público.

Sobre el primer problema tenemos numerosos ejemplos. Zapatero defendió la bajada de impuestos calificándola como política “de izquierdas”, como si su mero sello ideológico fuera una explicación suficiente o una respuesta clarificadora de las cuestiones que se debaten sobre dicha medida (por ejemplo, su conveniencia según el ciclo económico o su relación con la redistribución por el lado del gasto).

Pero el summum de la desgana en la justificación de la acción política es utilizar el mismo argumento para defender actuaciones de signo contrario, sin ofrecer aclaración alguna al respecto. El Partido Popular bajó impuestos en su último año de mayoría absoluta arguyendo que la reforma aumentaría la recaudación y hoy justifica de la misma manera la subida encubierta del impuesto de sociedades. La frivolidad con la que manosean la política fiscal se refleja en el incumplimiento sistemático de sus compromisos en la materia.

En segundo lugar, la obsesión electoral por la bajada impositiva no casa bien con las preferencias de la opinión pública. Aunque la mayoría de españoles cree que paga mucho y recibe poco, quienes quisieran aumentar los impuestos para mejorar los servicios públicos son más del doble de los que preferirían rebajas impositivas a costa de reducir las prestaciones públicas.

Por lo tanto, la querencia de los ciudadanos por los impuestos es un amor condicional (a lo que se recibe). Centrar la política fiscal exclusivamente en cuánto se paga puede ayudar a justificar rebajas impositivas, pero lo hará sesgando el debate, al ignorar que el compromiso fiscal de los ciudadanos se sostiene sobre la calidad de los servicios públicos que reciben a cambio.

 @sandraleon_

NO SOMOS TONTOS

El insólito acercamiento del Partido Popular a Convergència puede malograr la sintonía con Ciudadanos y tener un efecto contraproducente.



El rubor del acuerdo entre el PP y Convergència llega al extremo de haberse urdido entre ambos una operación clandestina. Clandestina y nocturna como la última reunión que mantuvieron Mariano Rajoy y Francesc Homs. Clandestino como la solución de esconder las vergüenzas en el subterfugio del voto secreto. Y clandestino como encubrir a los ciudadanos los extremos del compromiso entre Madrid y Barcelona.

Ya conocemos la versión oficial. Sabemos que ha sido un mero pacto de circunstancias. Y que no se le debe otorgar mayor relevancia de la que implica adherirse —activa o pasivamente— a la reputación de Pastor en la tercera magistratura del Estado. Acaso con la contrapartida de facilitar a Convergència la constitución de un grupo parlamentario.

Restringir así las cosas o plantearlas en la coyuntura del 19-J requiere un desmedido ejercicio de ingenuidad. Ya lo dijo ayer Tardá. No somos tan tontos. Ni tan crédulos, aunque cuesta trabajo asimilar el maridaje, más aún después de que Artur Mas iniciara la desconexión de España y de que el ministro del Interior  —todavía en funciones— dilatara las costuras del Estado de derecho para sabotear a los independentistas "afinando" el criterio de la Fiscalía, como demuestran las grabaciones.

Las emergencias de los actores han replanteado el escenario y desdibujado los extremos de la guerra fría. Mariano Rajoy necesita la investidura tanto como Carles Puigdemont necesita sobrevivir a la moción de confianza a la que va a exponerse en septiembre. Y a ambos les conviene el deshielo de la abstención.

El problema es que la partida de cartas somete la estabilidad y la credibilidad del Estado a la accidentalidad de los intereses partidarios. Tendrían, al menos, que, explicársele a los ciudadanos, pero el hermetismo araña la transparencia y predispone a la especulación. ¿Cuál es el precio del pacto de no agresión? ¿Qué obligaciones conlleva? ¿Qué implicaciones institucionales, económicas, arrastra?

No es un sarcasmo. Rajoy puede ser investido presidente gracias a Convergència. Ha sucedido muchas otras veces, es verdad, en las turbulencias del puente aéreo, pero el salvavidas nunca había aparecido en una situación tan crítica ni tan incongruente.

Ni hubiera hecho falta de haber adoptado el PSOE una posición de "abstención crítica". Los socialistas, también ellos, subordinan la propia supervivencia al interés general. Más aún cuando el acuerdo PP-Convergència les permite asegurar el no a Mariano Rajoy sin bloquear la legislatura, asumir el liderazgo de la oposición y reprochar a los populares —ya lo han hecho— el pacto con el diablo soberanista.

Tan diabólico es que puede adquirir un efecto contraproducente en los planes del presidente del Gobierno. Acercarse a Convergència significa alejarse de Ciudadanos y proporcionarle a Rivera un argumento absoluto para eludir el sí.

EL PAIS.

domingo, 17 de julio de 2016

RAJOY VUELVE A SUBIR LOS IMPUESTOS

En 2017 el nuevo Gobierno tendrá que recortar al menos 15.000 millones el déficit.



JOSÉ CARLOS DÍEZ

En 2011, Rajoy tardó 40 días en subir los impuestos. Aplicó la mayor subida del IRPF de la historia, superando incluso la propuesta por IU. En 2016 ha tardado sólo 15 días en aumentar la recaudación del impuesto de sociedades en 6.000 millones, un 0,6% del PIB. 6.000 millones que las empresas podrían usar para invertir y crear más empleo.

En 2015 culpó a Zapatero aunque la ocultación de déficit se concentró en comunidades autónomas. Valencia, gobernada por el PP desde hace 20 años, fue sancionada por Eurostat por ocultación sistemática desde el año 2000. Y Madrid, gobernada por Esperanza Aguirre, fue afeada por Eurostat aunque no sancionada al no ser ocultación recurrente.

¿Por qué Rajoy decide aplicar recortes en medio de una negociación para formar gobierno con tan sólo 137 escaños? Porque como anticipé la pasada semana en 2016 el déficit lejos de reducirse está aumentando. Y la presión del Eurogrupo el lunes le ha forzado a aplicar nuevos recortes.

La subida del impuesto de sociedades tan sólo revertirá el desplome en recaudación del 50% en el impuesto en 2016. Pero incluso con esta medida el déficit cerrará este año próximo al 4,5%, lo cual supondrá un nuevo procedimiento de sanción al no existir causas exógenas que lo justifique. En 2017 el nuevo Gobie
rno tendrá que recortar al menos 15.000 millones el déficit, algo que Rajoy está ocultando al resto de partidos para que le apoyen en la investidura.

Es lo mismo que hicieron Convergencia y Esquerra en Cataluña para conseguir el apoyo de la CUP y al final han sido incapaces de aprobar el presupuesto. Por lo tanto, como en Cataluña, es muy probable que España tenga Gobierno pero no pueda gobernar.

En el documento que ha entregado Rajoy al PSOE y Ciudadanos para conseguir que le apoyen en la investidura, Rajoy mantiene su propuesta de rebajar el IRPF y en el siguiente párrafo dice que convocará el Pacto de Toledo para garantizar el pago de las pensiones con impuestos. Esto además de un insulto a la inteligencia de los españoles, especialmente de nuestros pensionistas, supone repetir la estrategia de confrontación con Bruselas que siguió Rajoy en 2012 que acabó en el rescate de España y la destrucción de un millón de empleos.

Por fortuna, hoy el BCE compra deuda pública española y contiene la fuga de capitales. Y en Bruselas hay una Comisión Europea totalmente bizcochable que protegió a Rajoy durante la campaña electoral en 2015 y que también debería ser sancionada por incumplir sus funciones para ayudar a un compañero del Partido Popular Europeo.

La subida del impuesto confirma que Rajoy es un puro paseo aleatorio sin un plan para resolver los graves problemas que tiene la economía española. Las compras de deuda del BCE han reducido la fiebre pero la infección continúa. Y vuelve a confirmar que en España subir impuestos es de derechas.

Rajoy seguirá subiendo los impuestos para tapar el agujero que provocó su reforma laboral y la deflación de salarios en las bases del IRPF y la Seguridad Social.

Una puñalada mortal para la frágil democracia turca

El trauma de la sociedad turca después del sangriento golpe de Estado fallido puede que supere la imaginación.



El trauma de la sociedad turca después del sangriento golpe de Estado fallido puede que supere la imaginación de cualquiera. No hace falta decir que, los perpetradores, en lo que parece una acción precipitada y mal organizada, han asestado una puñalada mortal a un sistema democrático ya de por sí herido y que enviaba señales de socorro a todo el mundo desde hace un tiempo. Si alguna vez se acuña el término “golpe suicida”, este es definitivamente un claro ejemplo.

Es la sangre derramada la que despierta una mayor preocupación. Según Binali Yildrim, el primer ministro turco, 161 personas —la mayoría policías— murieron, 2.840 fueron heridas durante las primeras 12 horas. Estas cifras no incluyen los civiles que murieron en los enfrentamientos nocturnos.

Tal derramamiento de sangre tiende a desembocar en más rabia y violencia. Muchos temen que las llamadas constantes de los líderes del AKP para que los partidarios de Erdogan se manifestaran en las calles puede elevar la tensión al máximo. Los intentos de linchamientos que se produjeron son malas advertencias.

Casi 3.000 soldados y altos cargos militares se encuentran bajo custodia. Entre ellos, hay algunos generales y una gran cantidad de oficiales de medio rango de todo el país. Sabemos que serán juzgados por alta traición y, quizás no inesperadamente, también escucharemos que el AKP está considerando reimplantar la pena capital, abolida en 1999.

Este drama de máxima tensión surgió de manera inesperada, y su desarrollo a lo largo de la noche dejó a mucha gente perpleja. Parecía, durante la noche, que la acción estaba mal orquestada, con focos aislados e indecisos.

Pero cuando llegaron noticias de los bombardeos en Ankara, los interrogantes comenzaron a ser todavía más serios. Un número de altos cargos militares quedó incomunicado, con rumores de que estaban siendo transportados a lugares desconocidos. Esto dejo a los observadores en limbo, sin saber quién estaba al cargo, y esta es una pregunta que sigue aún latente mientras se escriben estas líneas.

Después, algunas tropas tomaron la televisión estatal en un “golpe al estilo de la Guerra Fría” y forzaron a una presentadora a leer un manifiesto que prometía una batalla contra la corrupción para recuperar el orden democrático. Pero cuando el Parlamento fue bombardeado, en medio del caos de Estambul y Ankara, con soldados atacando la sede de CNN Türk, la confusión llegó a su cénit.

¿Quiénes eran estos militares? Todos los análisis apuntaban a un golpe diseñado por el movimiento de Fetulá Gülen. Aún así, dado el amplio espectro de las tropas de todo el país y el contenido de su manifiesto, es muy probable que la estructura rebelde fuera híbrida, compuesta de varias afiliaciones. Es sabido que la crisis siria y la guerra contra el PKK han causado fisuras en el Ejército turco.

Sin embargo, otras informaciones sugerían que una oleada de arrestos, contra militares gülenistas estaba planeada para esta misma mañana, por lo que un movimiento para prevenir un posible golpe estaba en marcha desde la noche anterior. Si es cierto, esto explicaría que la acción fuera tan poco sólida y se desvaneciera tan rápidamente.

Sin duda, el intento fue un pretexto bien servido para que Erdogan pueda hacer lo que pretenda, en el sentido de que le habilita a imponer el Gobierno de un solo hombre, a acabar con cualquier oposición que se cruce en su camino.

Las primeras secuelas ya demostraban eso: en una medida apresurada, 2.745 jueces y fiscales —casi una quinta parte del total— fueron suspendidos de sus funciones este domingo y se emitieron órdenes de arresto para 188 magistrados. Así que, el golpe significa luz verde para tomar el control, no solo de los medios de comunicación, sino para purgar el sistema judicial y militar.

En ello radica el trauma de este desafortunado país, cuyas aspiraciones de un orden democrático decente quedaron más o menos enterradas por esta locura histórica del 15 de julio de 2016.

Sus consecuencias más graves puede que todavía estén empezando.

Yavuz Baydar es periodista turco y cofundador de P24 (Plataforma para los Medios Independientes).

EDUCACIÓN DEMOCRÁTICA ACTIVA. GRAN INICIATIVA

La Educación Democrática es un ideal educacional en el cual la Democracia es tanto una meta como un método de instrucción. Trae valores democráticos a la educación y puede incluir autodeterminación dentro de una comunidad de iguales, así como valores tales como justicia, respeto y confianza.

Ante la importancia de educar a los niños en esos sanos principios, mi amigo, alcalde del municipio de Jaraba, Joaquín Barriga, ha organizado un Congreso del que da cuenta la revista tiempo esta semana. Gran iniciativa y que reproduzco íntegramente en mi blog.



JOAQUÍN BARRIGA

Maestro, funcionario y alcalde de Jaraba ( Zaragoza ) es el alma del I Congreso para la Educación en Democracia Activa que se celebra en esa localidad zaragozana,

¿  Que es este congreso ?

El resultado de un proceso educativo de muchos años. Durante tres días vamos a debatir sobre educación y democracia, políticos, técnicos y niños.

¿ Niños ?

Si señor, niños. En el Ayuntamiento de Zaragoza llevamos 12 años educando a los niños en cómo funciona la democracia. Hacemos los Plenos infantiles municipales.. Los niños de 10 a 17años forman sus partidos, redactan sus programas, hacen sus compañas, entienden la ley de d' Hont, votan, constituyen el Pleno, debaten.

¿ Y funciona bien ?

Pues mejor que con los adultos, ya lo estamos viendo. Lo que hemos hecho durante todos estos años ha sido dar a conocer la experiencia democrática a los niños. Hay que educarlos en los valores y en la práctica de la democracia. Y de todo eso es de lo que vamos a hablar en el Congreso. Como no van a estar los niños, ¿ lo entiende ?

Usted lleva toda la vida implicado en la educación, ¿ que resultados espera ?

Pues espero los mejores. Es más: como alcalde en el congreso voy a invitar formalmente a los líderes de los cuatro grandes partidos nacionales a que vengan a Jaraba a hablar y a ponerse de acuerdo. Tenemos una ventaja que ellos no tienen,  "aquí sabemos cómo se hace".

Enhorabuena y a seguir educando y disfrutando amigo.

Revista Tiempo número 1756.

martes, 12 de julio de 2016

PICADILLO

Muchos españoles se preguntarán para qué sirve un informe oficial, si han aprendido que el pasado es mejor no removerlo.



DAVID TRUEBA.

Si hoy es martes, los españoles estarán tragándose otra mentira sin pestañear. Es un mérito nacional, porque no parece que haya país que trague con similar docilidad. Todo vino a cuenta de ese empeño tan británico por revolver en el pasado, por tratar de cerrar un relato honesto y ajustado a los hechos a través del encargo de un informe sobre la participación de su país en la guerra de Irak. Muchos españoles se preguntarán para qué sirve un informe oficial, si han aprendido que el pasado es mejor no removerlo y resulta más sabroso seguir alimentándose de las versiones oscurantistas, las supersticiones, las medias verdades, las leyendas urbanas y rurales. Pese a que somos uno de los países con menor índice de lectura de toda Europa, somos los más habilidosos en el arte de pasar página. Las conclusiones del informe apuntan a las mentiras y las manipulaciones obscenas que los responsables políticos utilizaron para la invasión de Irak, es decir, fijan la fea verdad en la historia reciente de su país con la voluntad de no volver a repetirlo.

Nosotros en cambio recibimos una respuesta comestible. La del ministro de Defensa de entonces, Federico Trillo, asegurando que los españoles nunca participamos en esa guerra. Pues es una explicación preciosa, lástima que algunos recuerden que hemos estado sin recibir la visita oficial de un presidente norteamericano desde el día en que un recién elegido presidente Zapatero ordenó sacar a nuestras tropas de Irak. Es una decisión que recordamos porque es de las últimas veces que se ha cumplido una promesa electoral en nuestro territorio. Y porque nos costó un agotador esfuerzo diplomático recomponer las relaciones, que solo con el acuerdo de reforzamiento de la base estadounidense en Rota pudimos empezar a encarrilar hasta la cordial relación actual. Si no había soldados allí y si Aznar nunca estuvo en las Azores entre los cuatro visionarios, ahora se comprende que no necesitemos informe oficial. Lo que necesitamos es una picadora de alimentos, porque ingerir mentiras sin triturar atraganta un poco.

La mentira viene de todo un embajador en Londres, pero se sirve en vajilla de porcelana porque nunca fue más cierto el pecado de hacerse rico mientras haces del mundo un sitio un poco peor. En ese esfuerzo de responsabilidad que consiste en investir al presidente que nombró y protege a ese embajador, cuyos salario y dietas paga cada español de sus impuestos, podría incluirse una exigencia de decencia profesional y hacerla extensible a tanto alto cargo de gatillo fácil y mano de cazo, aunque quizá es mucho pedir en la dieta diaria de mentiras.

BARROSO, EN EL FANGO

. Ficha por Goldman Sachs y ha sido transparente: se dedicará al tráfico de influencias.


XAVIER VIDAL-FOLCH

No ha esperado siquiera dos años de cuarentena —como están obligados los gobernadores del Banco de España, por ejemplo— a cruzar la puerta giratoria. Será que la pensión de 24.000 euritos mensuales no le alcanzaba para fin de mes.

El expresidente de la Comisión Europea José Manuel Durao Barroso ficha por el banco de inversión de EE UU Goldman Sachs, como presidente no ejecutivo de su filial internacional con sede en Londres.

Y ha sido transparente: se dedicará al tráfico de influencias, para “mitigar los efectos negativos” del Brexit sobre el banco. Han leído bien: no de los perjuicios del Brexit y de las pendencias de esa casa de banca contra los europeos, como se supondría por su anterior cargo y porque somos los contribuyentes europeos quienes hemos venido pagando su sueldo y su pensión.

Barroso ocupará en la City la glamurosa sede de Goldman. La entidad que inició en 1986 —con el big bang financiero de la Thatcher, que acogió a la banca internacional en Londres— todos los trapicheos y prácticas fangosas, sin control público, que llevaron a la crisis de las hipotecas basura y al desplome griego, causas principales de la Gran Recesión que tanto empobreció a tantos.

En su nuevo despacho, aspirará los efluvios de cómo la casa madre colocaba las hipotecas ful a la banca europea y lograba “multiplicar los efectos del colapso” endilgando su riesgo a los clientes, a los que, vil, engañó, como concluyó la comisión de investigación parlamentaria de EE UU (The financial crisis inquiry report).

Aprenderá cómo sus predecesores enmascararon en 2002 las cuentas de Grecia para que accediese al euro. Y cómo se intenta chantajear a un Gobierno (Gordon Brown) que crea un impuesto del 50% a los bonus de los banqueros, incómoda molestia.

El anfitrión discreto de la cumbre de las Azores —la de Bush, Blair y Josemari, los tres impostores dedicados a aparentar que lo habían hecho todo por evitar la guerra de Irak— podrá usar su saber para reemplazar en el futuro al presidente de Goldman, Lloyd Blankflied, el paramafioso “príncipe del capitalismo de casino” (The Independent). En hacer, como se ufana, “el trabajo de Dios” a sus clientes. O al menos, ganar sus 1.000 millones de dólares anuales. Se lo merece. Es único. Solo él tiene más morro.

Dignitas

. La continuidad de Mariano Rajoy es la de una gestión anquilosada


ANTONIO ELORZA

El concepto romano de dignitas cubre un campo de significación, al mismo tiempo, más preciso y más complejo que el de su traducción española. Designa el conjunto de valores éticos y políticos que una vez en posesión de un ciudadano legitiman su prestigio. Igual que sucediera con la auctoritas, la dignitastuvo su expresión icónica en el retrato de la Roma republicana, conforme mostró hace ya mucho tiempo el historiador Bianchi Bandinelli.

La recuperación del término, dado ese contenido singular, viene a cuento por definir una situación claramente diferenciada del ejercicio concreto del poder. En la coyuntura actual resulta adecuada para calificar a una serie de personajes políticos, y en particular al presidente en funciones del Gobierno, a la hora de estimar su idoneidad para seguir mandando, por encima del juego de alianzas, votos favorables y abstenciones. La distinción unamuniana entre vencer y convencer es aquí plenamente aplicable, a la vista del modo de ejercer el poder de Mariano Rajoy, tanto en el plano ético como en su política económica. Acusarle de indecencia, como hizo torpemente Pedro Sánchez, carece de sentido. Puede jugar al dominó sin hacer trampas, ser un buen padre e, incluso, un marido leal y apasionado. Nada de esto importa. Sí cuenta en cambio la permanente tolerancia con la corrupción en su partido, la protección a la señora Barberá, la ceguera voluntaria ante los casos de Soria y Fernández Díaz. Rajoy ha demostrado ser un buen maniobrero desde posición fija, un adversario taimado que, antes frente al PSOE y ahora frente a Ciudadanos, se preocupa más de poner en práctica un instinto vengativo que una vocación de ese Gobierno por el bien común que en principio debe guiar al hombre público conservador y católico. Gran líder, para nada; astuto y autoritario, de sobra. Su continuidad, producto del miedo y de la colaboración radical, nos ofrece otra continuidad, la de una gestión anquilosada, atenta en primer lugar al criterio de lealtad al poder, con niveles insoportables de desigualdad y de incompetencia en el plano cultural. El déficit de dignitas en Rajoy dista así de ser una cuestión secundaria: en una democracia representativa, la resignación es culpable.

Claro que si esto sucede es porque en la acera opuesta otro liderazgo, supuestamente renovador, ha carecido de dignitas en dosis comparables. Queriendo ser Cicerón, actuó como Catilina: frente a su declaración de principio, desplazar al PP, ha provocado su consolidación.

DAR - RECIBIR. ¡ ESA ES LA CUESTIÓN !

MI CUADERNO PERSONAL ( 12 )

. Para tener una relación saludable con el mundo no hay que señalar culpables. Eres el juez de hablar de malos y buenos, dado que la mayoría de las personas no son conscientes de que rol ejercen, sino de las acertadas o equivocadas que parten de uno mismo.




Como dice la sabiduría popular, cada uno es “responsable de lo que le sucede”, ya que cada actitud tendrá un impacto en el comportamiento del otro. Por tanto, el primer paso para sanar la adicción a dar es asumir que se está desempeñando ese papel sin ver compensación alguna. Hay una serie de medidas que se pueden tomar para lograr unas relaciones más justas y saludables.

Saber qué nos impulsa a ceder. ¿Por qué entregamos lo mejor que tenemos a todo el mundo constantemente? En palabras de Antoni Bolinches, “el origen suele estar en una falta de amor en la infancia".

Detectar a los vampiros. Si hay receptores en el entorno que no paran de exigir, hay que saber apartarse de ellos a tiempo y frecuentar otro tipo de compañías.

Esperar la ayuda. Aunque sorprenda, la inmensa mayoría de las donaciones se llevan a cabo a propuesta del donante, que ofrece su dinero, su tiempo o sus contactos para ser útil. Si ayudamos solo a quien lo pide expresamente, habremos eliminado ya hasta un 90% de las donaciones.

Dar a quien lo merece y necesita. El ­último paso en este proceso curativo sería elegir bien a quién damos. La primera pregunta que debemos plantearnos es si nuestra relación con el receptor justifica la donación. En segundo lugar, plantearnos si nuestra ayuda es realmente necesaria, o bien la persona puede procurarse lo que reclama por sus propios medios.

De lo que se trata, al final, es de establecer relaciones justas con los demás y con uno mismo, y de que cada persona asuma sus responsabilidades. Llegados a este punto, ya no hablaremos de dar y recibir, sino de compartir la vida con toda su riqueza..

Fuente: El Pais Semanal.

ENTREGADOS Y EGOÍSTAS, ALTRUISTAS Y CICATEROS.


MI CUADERNO PERSONAL ( 11 )

. " Entregados y egoístas; altruistas y cicateros; cada uno tenemos un papel a la hora de dar o de recibir "



Lo cierto es que hay personas más propensas a dar a los demás y otras reciben mucho más de lo que ofrecen. Adán Grant, profesor de la escuela de negocios Warton School, en Estados Unidos, estudio este aspecto fundamental del intercambio entre seres humanos y revela unos resultados sorprendentes.

En función de cómo se relaciona con su entorno las personas las podemos clasificar en:

- Donantes: aquellas que dan por sistema a los demás, en muchos casos para obtener su cariño y aprecio. Este grupo se divide a su vez en dos subgrupos que se analizarán más adelante.

- Receptores: Son los que reciben los favores del resto, ya se trate de dinero o tiempo, y lo hacen en una cantidad notablemente superior a lo que devuelven.

- Equilibradores: Buscan una armonía entre lo que aportan y lo que obtienen, y están atentos a las interacciones según este criterio . No es la tipología más común.

- Falsos donantes: Bajo una máscara de generosidad, su estrategia es dar uno y quitar 10. Suponen una amenaza mayores que los donantes porque actúan de manera encubierta.

El primer paso es identificar nuestro papel entre estos cuatro grupos y, acto seguido, tomar conciencia de que tipo de personas nos rodean.

¿ quien hay en lo alto de la pirámide ?

En su libro, define a los receptores que a menudo no dan ni las gracias. Y los define de la siguiente forma: gente que obtienen más de lo que reciben. Tienen un rasgo característico: inclinan la reciprocidad a su favor y ponen sus intereses por delante de las necesidades de los demás. Creen que el mundo es un lugar competitivo, una auténtica jungla donde los unos devoran a los otros. Piensan que para alcanzar el éxito tienen que ser mejores que el resto. Para demostrar su valía se promocionan así mismos y procuran que sus esfuerzos reciban los elogios que se merecen. No son crueles ni despiadados.  Son simplemente cautos y poseen un gran instinto de autoprotección. " si no pienso en mí y me pongo por encima de todos los demás piensan, nadie hará por mi ".

Curiosamente, los receptores no llegan a los puestos altos de sus estructuras.

Los donantes suelen ocupar la parte más baja del escalafón en todas las profesiones. Quien se ocupa de darlo todo, es lógicamente, quien menos dinero tiene y raramente alcanza un puesto de responsabilidades.

En la cima de la pirámide del éxito ni están ni receptores ni equilibradores. Están en la zona intermedia.

En la cúspide se sitúan los donantes, pero se trata de cierto tipo de donantes cuya generosidad les ayuda a alcanzar el éxito. Para entender por qué hay una clase de donantes en el escalón más bajo y otra distinta en lo más alto de la pirámide.

Subespecie función.

Donantes estrellas: Grant, a los que dan indiscriminadamente, de manera que su actitud que toma como una enfermedad, saben cuándo dar, con quien, como y a cambio de que. Pertenecen a esta categoría de los inversores que apuestan por una startup ven multiplicados sus ingresos. Lo, que cultivan relaciones que les aportan contactos beneficiosos O los que realizan donaciones a cambio de prestigio social para ellos o para su marca.

Felpudos: Grant, define a los que dan indiscriminadamente, de manera que su actitud se tomará como una enfermedad, algo que necesitan hacer para sentirse bien. Y su entorno se acostumbra a su generosidad permanente hasta el punto de que sus donaciones dejan de ser valoradas. Y al contrario, si un día no dan algo, entonces son señalados como series crueles e injustos. El apelativo felpudo encaja bien en este perfil, ya está al final todo el mundo les pira.

La diferencia básica entre ambas clases es que los felpudos establecen relaciones asimétricas mientras los donantes estrellas obtienen beneficios, aunque sea a medio o largo plazo, de su generosidad.  

                                 ¡ Deje de ser felpudo con los julas !

JULA: Persona que te crees que te hace mucho bien pero te hace mucho mal.

Fuente: El Pais Semanal.


lunes, 11 de julio de 2016

Una propuesta xenófoba. Sami Nair

. La idea del referéndum sobre refugiados en Hungría habría sido difícil sin el ‘Brexit’


SAMI NAIR

El presidente húngaro ha avisado de que su país va a organizar un referendo para rechazar las cuotas obligatorias de
refugiados que la UE fijó en 2015 y que los países del grupo de Visegrado (Polonia, Hungría, Eslovaquia y República Checa) combatieron rotundamente. La cuestión que pretende plantear el Gobierno húngaro a los ciudadanos es ya una respuesta: “¿Quiere que la UE tenga derecho a determinar una cuota obligatoria de ciudadanos no húngaros en Hungría sin el consentimiento del Parlamento?”. Contestar sí a esta formulación equivale a una traición nacional.

Lo acontecido en Hungría desde el comienzo de la crisis de los refugiados es muy emblemático del debilitamiento del proyecto europeo global. Tanto para este país como para Polonia, parece que la pertenencia a la UE es una cuestión exclusivamente mercantil, sin un ápice de identidad común y menos aún de solidaridad intraeuropea. Los europeos pagamos los fondos para que estos países se aprovechen de la construcción europea, pero estos Gobiernos, que no hay que confundir con sus pueblos, no dudan en pisotear los valores fundamentales de la Unión. Saben que nadie les va a imponer un mínimo de respeto de la ley común. Está claro que si se organiza en Hungría un referendo sobre la tragedia de los refugiados, los movimientos populistas de derecha en Europa lo van a pedir para sus propios países. Será el comienzo del fin del proyecto europeo.

¿Qué tipo de contestación Europa puede y debe tener frente a esta amenaza?

Hay dos respuestas posibles: la primera es llevarla al Tribunal Europeo y condenarla, incluso con medidas de restricción de los fondos. La segunda sería definir el papel que estos países quieren asumir en la UE, pues está claro que no respetan los acervos europeos. Pero lo que sí es urgente es organizar una conferencia institucional que al determinar las condiciones de salida de Gran Bretaña, lanzara, en el mismo acto, el debate para un proyecto de Unión Política Europea entre los países de la zona euro, y de Asociación Comercial, en un segundo círculo, con los países firmantes de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE.

Pues está claro que la Europa de la ampliación no funciona, dado el desacuerdo sobre los valores éticos (normalmente, el Gobierno xenófobo de Hungría debería estar fuera de la Unión) y la imposibilidad de conseguir una alianza política con estos países sobre el papel de Europa en el mundo. En cambio, sí que se puede desarrollar con ellos una potente zona de libre cambio.

La propuesta húngara hubiera sido difícil sin la ruptura provocada por la salida de Gran Bretaña. Se trata de una nueva época. Más que nunca, el eje vertebrador de la Unión, Alemania y Francia, debe fortalecerse con los países del sur de Europa, que son la verdadera reserva estratégica de la construcción europea. El Brexit puede transformarse en suerte, favoreciendo un proyecto político común, lúcido y realista. Es la mejor respuesta a los que ensucian Europa con su xenofobia.

sábado, 9 de julio de 2016

LA MENTIRA

. Aznar es el único que hasta el momento no ha pedido perdón a su país por llevarlo a una guerra injusta e injustificada.


JULIO LLAMAZARES

Siempre recordaré el aplauso de los diputados de las bancadas del Partido Popular en el Congreso tras la aprobación de la decisión del Gobierno de Aznar de ir a la guerra de Irak, que apoyaron sin una sola excepción, contra la opinión de millones de españoles, que nos habíamos manifestado en contra. Nunca había visto a nadie tan contento de ir a una guerra; mejor dicho: tan contento de que fueran otros, pues ni los diputados ni los ministros ni el presidente del Gobierno iban a ir. Para eso están los profesionales.

El informe Chilcot, elaborado por un comité independiente de Reino Unido a petición del Gobierno de ese país, acaba de poner negro sobre blanco las cosas que ya se sabían o se sospechaban de aquella guerra: que la decisión de invadir Irak estaba tomada antes de su justificación, que ésta se hizo sobre una gran mentira: la posesión por Sadam Hussein de armas químicas y biológicas prohibidas (nunca he entendido por qué están prohibidas unas armas y otras no, será que soy un poco panoli), y que, en el triunvirato que se formó al frente de los belicistas, Aznar jugó el papel de becario, ni siquiera de George Bush, el jefe de la coalición, sino del británico Toni Blair, ante la retirada del resto de los países europeos, con Alemania y Francia a la cabeza. “No se puede pedir ayuda a un amigo y luego, cuando él te la pide a ti, negársela”, se justificaría tiempo después en el más puro estilo Benzema el héroe de Perejil, el único que hasta el momento no ha pedido perdón a su país por llevarlo a una guerra injusta e injustificada, como si en el cumplimiento de su deber de amistad pudiera disponer de la voluntad y las vidas de sus compatriotas.

Siete años les ha costado a los miembros del comité encabezado por John Chilcot, un alto funcionario británico de gran prestigio, y la consulta de miles de documentos, así como entrevistar a un centenar y medio de testigos, llegar a unas conclusiones que, pese a no suponer ninguna novedad, no dejan de estremecer de rabia y de consternación. Que tres hombres por su santa voluntad provocaran lo que han provocado: miles de muertos y heridos y la ruptura del frágil equilibrio en que vivía una región del mundo que ahora se desangra en guerras y actos de terrorismo que nos están afectando a todos (a España especialmente el 11-M) deberían provocar más que una crítica formal y abstracta. En el mundo han sido juzgados por crímenes de guerra o contra la humanidad muchos dirigentes con menos delito que el trío de las Azores.

JOSÉ MARÍA AZNAR MANTIENE LA TRADICIÓN ESPAÑOLA DE NO DAR EXPLICACIONES DEL INFORME SOBRE LA GUERRA DE IRAK.

. La politización de la Administración Pública dificulta la independencia de las comisiones de investigación.


El expresidente español José María Aznar no tiene previsto hacer por ahora ninguna declaración sobre la publicación en Reino Unido del informe Chilcot acerca de la guerra de Irak.

El informe Chilcot muestra que el ex primer ministro Tony Blair exageró y no agotó todas las opciones antes de la invasión de Irak en 2003. Tras siete años de investigación, la conclusión es que el apoyo de Reino Unido a la administración de George W. Bush fue innecesariamente ciego. "Estaré contigo, pase lo que pase", había escrito Blair a Bush en 2002. Blair intentó dar explicaciones este miércoles tras la publicación. "Quería asegurarme de que Estados Unidos no se sintiera solo" y "tomé una decisión, y la mantengo", dijo.

El expresidente Bush también emitió un comunicado a través de un portavoz sobre el informe Chilcot. "El presidente Bush sigue creyendo que el mundo entero está mejor sin Sadam Husein en el poder", decía. El único líder del trío de las Azores que de momento no ha reaccionado es José María Aznar.

No es tan raro. En España no hay tradición de comisiones independientes como la dirigida por John Chilcot, cuya pretensión es analizar por qué el sistema no hizo lo mejor, y no buscar culpables. La independencia ayuda a que la investigación sea vista como una aspiración de mejorar el sistema. "En España sería inconcebible que el heredero hiciera una auditoría, y eso que las relaciones entre Rajoy y Aznar no son mejores que entre Blair y Brown", dice Víctor Lapuente, profesor de la Universidad de Gotemburgo.

Las vías de investigación común en España son otras dos: los tribunales —con posibles consecuencias penales— y las comisiones parlamentarias —cuya dependencia de los partidos las hacen poco fiables. "Las comisiones parlamentarias con gobiernos en mayoría no tienen efectos, pero con minoría sí pueden tenerla. Aunque la experiencia en España es bastante mala", dice el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Barcelona Francesc de Carreras.

Si en España una institución tuviera sinceramente la voluntad de crear una comisión independiente, tendría sobre todo un problema: la politización. Según datos de la OCDE de 2011, la penetración de la política entre los funcionarios españoles llega hasta los "directivos de nivel 2". Las administraciones más politizadas alcanzan hasta 4 niveles.  "La diferencia entre un funcionario británico y uno español es que el británico mira hacia arriba y ve una escalera muy alta de posiciones en las que se puede ser neutral; en cambio, en España en seguida te das cuenta de que para ascender debes ser leal a un partido político", dice Lapuente.

Fuente: El Pais.

viernes, 8 de julio de 2016

Bloqueo o alternativa



En España, a veces, lo inaudito pasa por normal. Por ejemplo, en estos momentos un partido conservador, incapaz de ganar apoyos estables entre el resto de formaciones, es el mejor posicionado para formar Gobierno. Hasta el punto de que el segundo clasificado, que es además imprescindible en cualquier combinación parlamentaria, acepta que los votantes le han colocado “en la oposición”. Pero la verdad es que los votantes han ubicado al PSOE como eje de la dinámica política. En teoría desde ahí puede alcanzar a los otros tres bloques alternativos (Ciudadanos, Podemos y nacionalistas). En la práctica, sin embargo, ninguno de los cuatro quiere moverse demasiado por miedo a perder contra sus rivales inmediatos. Las implicaciones de esta timidez van mucho más allá de la investidura.

Efectivamente, la fragmentación convierte al Parlamento en el centro de la vida política, pero lo interesante es saber cómo jugará este papel. Con un PP en minoría significativa, el Congreso puede ejercer su poder de dos maneras muy distintas. Podría ser que los cuatro bloques mantengan sus vetos cruzados y hacia el PP, dando lugar a una legislatura farragosa e ineficaz en la que poco se consigue y mucho se impide. Pero también hay un escenario alternativo, en el cual la incertidumbre se reduce, los partidos se estabilizan, y todos los bloques son capaces de encontrar puntos de encuentro que convertir en leyes. A veces contra el PP, a veces con él, pero siempre como contrapeso, abriendo el horizonte de posibilidades políticas.

Si los últimos meses sirven de guía, el escenario más prometedor es también el menos probable. Pero los partidos deben plantearse si un bloqueo sin alternativa no favorecerá electoralmente a los conservadores, dando alas a su eterna insistencia en que son la única garantía de estabilidad. De hecho, la lección de lo inaudito que pasa por normal es tan simple como preocupante para quien busque construir una alternativa: si los demás no se ponen de acuerdo, el Gobierno y las leyes estarán en manos de quien tenga un escaño más que el segundo. Y éste, hoy por hoy, solo puede ser el Partido Popular.

 @jorgegalindo

Lecciones del ‘informe Chilcot’

El informe Chilcot sobre la participación de Reino Unido en la guerra de Irak, presentado el miércoles, viene a dar la razón a los millones de personas que durante la primavera de 2003 se manifestaron por las calles de todo el mundo condenando la acción militar. Según la minuciosa investigación iniciada en 2009 los motivos del ataque e invasión a Irak fueron falsificados y los Gobiernos implicados en la toma de decisiones ocultaron que no se habían agotado todas las opciones antes de recurrir a la guerra. Dos falsedades con un cuantioso precio en vidas humanas —lo principal— y una gravísima situación posterior de inseguridad en Oriente Próximo y, por extensión, en el resto del planeta.
Las democracias asentadas no tienen miedo a la realización de extensas investigaciones destinadas tanto a aclarar los hechos como a evitar que los errores se repitan. El informe Chilcot fue encargado por un correligionario de Blair, Gordon Brown, que además en ese momento era primer ministro. Algo inconcebible en países en los que la lealtad al partido prima sobre el interés general, y las comisiones de investigación sirven para enterrar cualquier asunto.España puede sacar algunas importantes conclusiones de la presentación del informe británico, tanto por el fondo como por la forma. Mientras el ex primer ministro británico Tony Blair compareció durante más de dos horas ante la opinión pública para dar su versión sobre las afirmaciones de un informe que le señala directamente, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, despachó rápidamente cualquier cuestión relativa al texto aduciendo que no lo había leído y que se trata de “algo” que sucedió hace 13 años. Obvia Rajoy que él era vicepresidente del Gobierno que involucró a España en esa guerra y que las acusaciones que vierte el informe para nada le pueden ser ajenas. 
El País.