martes, 12 de julio de 2016

DAR - RECIBIR. ¡ ESA ES LA CUESTIÓN !

MI CUADERNO PERSONAL ( 12 )

. Para tener una relación saludable con el mundo no hay que señalar culpables. Eres el juez de hablar de malos y buenos, dado que la mayoría de las personas no son conscientes de que rol ejercen, sino de las acertadas o equivocadas que parten de uno mismo.




Como dice la sabiduría popular, cada uno es “responsable de lo que le sucede”, ya que cada actitud tendrá un impacto en el comportamiento del otro. Por tanto, el primer paso para sanar la adicción a dar es asumir que se está desempeñando ese papel sin ver compensación alguna. Hay una serie de medidas que se pueden tomar para lograr unas relaciones más justas y saludables.

Saber qué nos impulsa a ceder. ¿Por qué entregamos lo mejor que tenemos a todo el mundo constantemente? En palabras de Antoni Bolinches, “el origen suele estar en una falta de amor en la infancia".

Detectar a los vampiros. Si hay receptores en el entorno que no paran de exigir, hay que saber apartarse de ellos a tiempo y frecuentar otro tipo de compañías.

Esperar la ayuda. Aunque sorprenda, la inmensa mayoría de las donaciones se llevan a cabo a propuesta del donante, que ofrece su dinero, su tiempo o sus contactos para ser útil. Si ayudamos solo a quien lo pide expresamente, habremos eliminado ya hasta un 90% de las donaciones.

Dar a quien lo merece y necesita. El ­último paso en este proceso curativo sería elegir bien a quién damos. La primera pregunta que debemos plantearnos es si nuestra relación con el receptor justifica la donación. En segundo lugar, plantearnos si nuestra ayuda es realmente necesaria, o bien la persona puede procurarse lo que reclama por sus propios medios.

De lo que se trata, al final, es de establecer relaciones justas con los demás y con uno mismo, y de que cada persona asuma sus responsabilidades. Llegados a este punto, ya no hablaremos de dar y recibir, sino de compartir la vida con toda su riqueza..

Fuente: El Pais Semanal.

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