domingo, 29 de mayo de 2016

Ganemos se encona

No hay acuerdo en el Ayuntamiento de Madrid para afrontar políticas de memoria histórica.



Ganemos Madrid
La voluntad de reparar a las víctimas de la Guerra Civil y el legítimo afán de una ciudad por tener un callejero a la altura de sus ambiciones democráticas son proyectos que deben considerarse en serio y ponerse en marcha tejiendo los mayores acuerdos entre las distintas fuerzas políticas. Lo que ocurre, sin embargo, es que algunas iniciativas vinculadas a la memoria histórica se utilizan para aprovechar sus contenidos emocionales y avivar así las fronteras ideológicas entre unos y otros.
 
A Ganemos Madrid, la plataforma asamblearia que impulsó, junto a otras, la candidatura de Manuela Carmena a la alcaldía de la capital, no le ha gustado la Comisión de Memoria Histórica que esta impulsó en marzo y a cuyo frente puso a la abogada laboralista Francisca Sauquillo. El argumento que utilizan para mostrar su desacuerdo es que el consenso que la Comisión ha buscado para iniciar sus tareas es “inadmisible” a la hora de abordar lo que se produjo en 1936: “Se trata de un golpe militar contra un Gobierno democrático, que se prolongó en un régimen que masacró a sus opositores, víctimas que aún continúan esperando justicia y reparación”.
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Si se rechaza cualquier consenso entre las distintas fuerzas políticas del presente para procurar reparar las barbaridades del pasado solo puede ser porque se considera que nada ha cambiado desde la llegada de la democracia; que a un lado siguen las víctimas y al otro, los sucesores de quienes encarnaron la violencia de la dictadura. Como reconstruir las trincheras reales es un disparate, lo que Ganemos explota así es una guerra cultural que busca alimentarse en los viejos rencores del pasado.
 
Carmena reclama la proximidad con el ciudadano y la empatía con sus problemas como marcas de su manera de hacer las cosas. La descalificación de Ganemos a su Comisión —y a los magníficos profesionales que la integran— se sitúa en las antípodas de esa concepción de la política. Lo que es una pésima noticia para Madrid.

Humanos

Venezuela se ha convertido en un país que ya tiene forma irremediable de programa electoral


Venezuela

MANUEL JABOIS

Llorar es una actividad de prestigio que en política resulta especialmente provechosa. Tanto es así que cuando un cargo público llora suele decirse que eso “lo hace humano”, una expresión que describe el divertido concepto que se tiene de la clase política.

En su visita a Venezuela al candidato de Ciudadanos Albert Rivera le dio tiempo a llorar. El titular elegido por la mayoría de medios fue “Rivera llora por el hambre en Venezuela” con su imagen llevándose las manos a la boca. Pero en la noticia se explicaba que Rivera no lloraba por él, Argentina, sino tras escuchar los testimonios de venezolanos que sufrían las consecuencias de las políticas de su Gobierno.

Al regresar a España —al continuar su viaje por España, más bien— Rivera dio una entrevista en la que dijo que Venezuela no era una dictadura, sino algo peor. Las emociones suelen tener un lugar privilegiado aquí, sobre todo cuando se explican. Rivera no volvía de un país, sino de una estrategia electoral, y ese camino de vuelta se le hizo tan tortuoso como el de Martin Sheen cuando se metió en el corazón de las tinieblas para conocer “el horror”. Así que Rivera dijo que en las dictaduras no había libertad pero sí cierta paz y orden, cosa que no existía en Venezuela, una “tiranía arbitraria”.

Es curioso porque esa frase prueba que Venezuela efectivamente no es una dictadura, no porque se pase sino porque no llega. En las dictaduras no hay “cierta paz y orden”; suele haber una extraordinaria paz y un extraordinario orden, producto precisamente de la primera premisa: no existe la libertad. Como los derechos están conculcados, el Estado no sólo se arroga el monopolio de la violencia sino el del terrorismo. Por eso en las últimas décadas españolas ha habido pocas sociedades con más paz y orden en su interior que la banda terrorista ETA.

La declaración en cualquier caso prueba que a falta del miedo han sido las emociones chavistas las que han cambiado de bando. A las entrevistas, los informes y el Orinoco triste a la muerte del comandante de Monedero, Iglesias y Errejón antes de arrepentirse de los excesos y los asesoramientos —y hasta de la fiscalidad elegida—, le ha sucedido la pantomima actual, en la que son sus adversarios los que explotan sus lágrimas en un país que ya tiene forma irremediable de programa electoral. De ahí que todo termine en forma de gag, desde Bertín Osborne prefiriendo entrevistar a Hitler antes que a “delincuentes” como Maduro, hasta Rivera inventando una forma de Gobierno peor que la dictadura.

Pocas veces los que necesitan ayuda han servido tanto a los que se la quieren dar.

Mirador. El País

Perdón

Para que una disculpa sea efectiva, ha de pedirse con sinceridad y estilo

Willy Brandt 1970

JOSE IGNACIO TORREBLANCA

Los perdedores no solo pierden sino que tienen que disculparse. Y lo tienen que hacer con sinceridad y estilo. Ahí tienen al canciller Willy Brandt un frío 7 de diciembre de 1970 hincando las dos rodillas ante el monumento conmemorativo del levantamiento del gueto de Varsovia. El gesto no estaba preparado: el plan era que Brandt, que combatió a los nazis, primero dentro de Alemania y luego desde el exilio, depositara una corona de flores. Pero la fotografía dio la vuelta al mundo, convirtiendo la “genuflexión de Varsovia” (Kniefall von Warschau)en categoría para describir este tipo de gestos.

Si el gesto de Brandt funcionó no fue solo por la sinceridad, sino porque reflejaba un cambio profundo en la política alemana: en esa visita, Brandt firmaba el tratado que reconocía la frontera de ambos países en la línea Oder-Neisse, poniendo fin a siglos de irredentismo y revanchismo. Hacia el oeste, otra fotografía, esta vez de François Mitterrand y Helmut Kohl de la mano el 22 de septiembre de 1984 en el aniversario de la batalla de Verdún, donde murieron casi 700.000 franceses y alemanes, cerró la reconciliación entre Francia y Alemania. Pero aquí también, si el gesto funcionó fue porque Alemania había emprendido una política de integración económica y política (la Comunidad Europea) y militar (la Alianza Atlántica) con sus antiguos enemigos.

En Asia las cosas han sido diferentes. EE UU y Japón se han reconciliado, qué duda cabe, hasta convertirse en socios y aliados. Pero ni el emperador Hirohito se disculpó públicamente con EE UU de un modo comparable al de Brandt (dicen los historiadores que MacArthur despreció un intento de hacerlo) ni EE UU ha pedido perdón por el lanzamiento de dos bombas atómicas. También se discute mucho sobre si las disculpas de Japón hacia China y Corea han sido sinceras o suficientes y quién es el responsable de que no funcionen: un soterrado nacionalismo japonés que emerge de tanto en cuando, o el nacionalismo de chinos y surcoreanos, interesados en mantener la hostilidad hacia Japón como elemento conformador de la identidad nacional. En Europa se ha pedido perdón y se ha perdonado. En Asia no se perdona. Perdonar es cosa de dos.

 @jitorreblanca. El País

sábado, 28 de mayo de 2016

¿Austero Aznar?

La austeridad neoliberal empieza siempre por los demás, jamás por nosotros mismos.


Xavier Vidal-Folch
 
Y va Josemari Aznar y le pega un rapapolvo a Mariano Rajoy por “relajar la corrección del déficit”. Y le instruye a hacer lo contrario: “España debe acelerar el proceso de consolidación fiscal”, reduciendo el gasto público. O como, más claro, dejó escrito: el Gobierno tiene “el deber” de aplicar “políticas de máxima austeridad” (España puede salir de la crisis,Planeta).
 
Más vale reír que llorar. El incumplidor fiscal, el que vocea que denunciará a Cristóbal Montoro por revelar sus infracciones y sanciones, el amigo de sobrios de lujo como Rupert Murdoch, Bernie Ecclestone, Flavio Briatore, Paco Camps, Jaume Matas, Rita Barberá y la tribu gurtélida-escurialense, dando lecciones de frugalidad. La austeridad neoliberal empieza siempre por los demás, jamás por nosotros mismos.
 
Pincha Aznar a Mariano con que la bonanza económica de su tiempo se debió a esa política; le replican la vice y Luis de Guindos que ellos lo han hecho mejor. Oculta un factor clave del crecimiento económico bajo el aznarato: su ley del suelo. Fue esa la que disparó desde 1998 la burbuja inmobiliaria, bajo el principio de que todo era urbanizable salvo lo prohibido, y que incubó la Gran Recesión a la española. Pero el máximo austero lo olvida.
 
Como, generoso, obvió en las 219 páginas de ese libro siquiera mencionar a Rodrigo Rato, quien algo tendría que ver con aquella recuperación. Para nada, el generoso Aznar se autoatribuyó el fugaz mérito: “El milagro soy yo”, declaró a The Wall Street Journal. Modesta frase que “era precisamente lo contrario a cualquier planteamientro egocéntrico”, según nos asegura en El compromiso del poder, su segundo volumen de desmemorias selectivas.
 
Cuando las invectivas de estilo Rottenmeier atenazan a Mariano, asalta a muchos la compasión de minimizar sus fracasos, la pérdida de un ejercicio presupuestario por culpa de bajar los impuestos para subir los votos, el patético papelón ante Europa para evitar la multa por incumplimiento del déficit... Al fin y al cabo, es un tipo apacible que no suele ofender.
 
Pero entonces comprueban que les promete en España volver a reducir impuestos y al tiempo escribe a la Comisión asegurando que una vez pasen las elecciones volverá a aplicar recortes; qué digo recortes: “nuevas medidas”. Y se sienten burlados.
 
El País.
 

Paraísos

Los líderes de la gestión europea han equivocado su mandato, alimentan a mentirosos y oportunistas cada día que no son transparentes, ágiles y resolutivos.


 
Billy Wilder fue el austriaco que mejor se atrevió a definir la habilidad de sus compatriotas para vadear la historia, aprovechando los recovecos del cambio fronterizo tras la caída imperial y presumiendo de nacionalismo solo cuando es en propio beneficio. Lo hizo en una frase que contenía toda la ironía lúcida y la acidez demoledora de sus mejores películas. Dijo: “Los austriacos hemos convencido al mundo de que Beethoven era austriaco y Hitler alemán”. Ahora que está tan perseguido ser crítico con el país propio, ahora que todo el mundo desprecia el nacionalismo pero solo cuando es el ajeno, que ser patriotero sigue cotizando al alza en la buena imagen aunque el dinero contante se guarda mejor en Suiza, conviene ensalzar a las personas que son capaces de detenerse a mirar los muros de la patria propia y ver por dónde se desmoronan de verdad.
 
Billy Wilder, quizá entrenado por el periodismo de calle y el cine documental que practicaba en el Berlín de sus años veinte, decidió abandonar Alemania en el instante mismo en que Hitler sumó un voto más que sus oponentes. No se parapetó tras quienes no parecían enterarse de nada hasta que fue demasiado tarde. Así salvó la vida, gracias al exilio. Aún con casi 90 años, cuando tuve la fortuna enorme de sentarme en su despacho en Beverly Hills durante dos horas maravillosas de conversación, confesaba que miraba los documentales y archivos sobre el Holocausto nazi buscando entre los rostros a su madre, su abuela o su padrastro, todos asesinados por su origen judío. Hoy, cuando un partido de extrema derecha ha acariciado el triunfo en las elecciones austriacas, se echa de menos un telegrama de Wilder.
 
Es importante sentirse siempre un extraño en el paraíso. El paraíso es ese lugar utópico construido por los sueños de quienes creen que tu patria puede ser perfecta, ajena a los problemas del mundo, protegida de los de fuera, que son inferiores a los de casa. El paraíso es un invento con el que los criminales seducen a quienes sufren, padecen y se enfrentan a las frustraciones, ofreciéndoles recetas mágicas, promesas excluyentes, soluciones sencillísimas a problemas complejísimos. Los líderes de la gestión europea han equivocado su mandato, alimentan a mentirosos y oportunistas cada día que no son transparentes, ágiles y resolutivos. Ignorar los problemas no es buena receta. Conviene encararlos, afrontar la verdad por dolorosa que sea. Así, a lo mejor, alguna vez, conseguimos que a la gente, cuando le ofrecen el paraíso, prefiera exiliarse, marcharse al mundo real, incierto, doloroso y complejo, antes de ser cómplice de la maldad.
 
El País.

Estados cleptocráticos

Cleptocracia (del griego clepto, 'robo'; y cracia, 'fuerza' = dominio de los ladrones) es el establecimiento y desarrollo del poder basado en el robo de capital, institucionalizando la corrupción y sus derivados como el nepotismo, el clientelismo político y/o el peculado, de forma que estas acciones delictivas quedan impunes debido a que todos los sectores del poder están corruptos, desde la justicia, funcionarios de la ley y todo el sistema político y económico.

Es un término de reciente acuñación, y se suele usar despectivamente para decir que un gobierno es corrupto y ladrón.[1


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El mundo sería más seguro y más rico si dejáramos de lavar el dinero que ayudó a crear esos países.
 
En Gran Bretaña la vida diaria no requiere del pago de sobornos; su sistema judicial es amplia y justamente admirado.
 
 
TRIBUNA
Ex-alcalde de Moscu
En la localidad de Bramley, Hampshire, una típica finca rural inglesa se está sometiendo a una renovación importante. Desde la carretera puede verse una gran grúa junto a los extensos prados y los árboles vetustos de un elegante parque. Hace semanas unos lugareños me señalaron Beaurepaire Park y me dijeron el nombre de su nuevo vecino: Yuri Luzhkov, el antiguo alcalde de Moscú.
 
Fascinada al saber que Luzhkov y su esposa, Elena Baturina, la única mujer multimillonaria de Rusia, habían decidido experimentar la vida campestre inglesa, busqué la casa en el registro catastral británico. Pero aunque el precio de compra estaba allí —5,5 millones de libras esterlinas (7,1 millones de euros)— no encontré nombres rusos. El propietario es Skymist Holdings Limited, que es también responsable de la amplia renovación. Si se tratara de una empresa británica sería posible comprobar si Luzhkov es el propietario. Desafortunadamente, Skymist está registrada en las islas Vírgenes británicas, en las que la propiedad puede ocultarse, y ahí se acaba la pista.
 
Pensé en Beaurepaire Park esta semana, cuando al primer ministro británico, David Cameron, se le oyó decir a la reina que los líderes de dos países “increíblemente corruptos”, Nigeria y Afganistán, iban a acudir a la cumbre anticorrupción de la que él iba a ser el anfitrión en Londres. Esta “metedura de pata” fue cuando menos considerada como un tanto insultante, a pesar de que, al ser preguntado sobre la misma, el presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, dijo que Cameron estaba “diciendo la verdad”. Buhari evitó educadamente dar la réplica obvia: si vamos a empezar a nombrar a los países “increíblemente corruptos”, entonces Gran Bretaña, como EE UU, también tienen que estar en esa lista.
 
No es que la “corrupción” tenga en Londres exactamente la misma forma que tiene en Abuya o Kabul. En Gran Bretaña la vida diaria no requiere del pago de sobornos; su sistema judicial es amplia y justamente admirado. Pero a lo largo de las dos últimas décadas los contables y abogados de Londres han ayudado a lavar miles de millones de dólares de dinero robado, entre otros territorios británicos de ultramar, a través de las islas Vírgenes. El mercado inmobiliario británico —como el de Nueva York— ha funcionado durante mucho tiempo como un banco suizo a la antigua usanza, proporcionando inversiones inmobiliarias seguras a propietarios que desean ocultar sus identidades y sus fuentes de ingresos. También varios Estados norteamericanos —Delaware, Nuevo México, Nevada, Wyoming— hacen posible que propietarios anónimos puedan registrar compañías con escasas comprobaciones legales. Esas compañías pueden emprender negocios, o comprar propiedades, en lugares tales como el Hampshire rural.
 
En Gran Bretaña la vida diaria no requiere del pago de sobornos; su sistema judicial es amplia y justamente admirado

Aunque tardíamente, las cosas están empezando a cambiar. La filtración de los papeles de Panamá incomodó a Cameron debido a que su difunto padre aparecía en la lista como titular —legal— de un fondo de inversión en un paraíso fiscal. Esta semana anunció en Londres que en adelante Reino Unido requerirá a los “usufructuarios” de propiedades británicas que revelen sus nombres en un registro público. En enero pasado las autoridades estadounidenses establecieron un similar paquete normativo, comenzando por Manhattan y por el condado de Miami-Dade en Florida.
 
El problema sigue siendo básicamente de percepción: como no vemos tan fácilmente sus efectos en nuestras propias vidas, es fácil pretender que la mejor forma de explicar la corrupción en Moscú o en Alma-Ata, Kazajistán, es por la debilidad moral de rusos y kazajos, no por la nuestra. Debido a que “no hay cadáveres en la calle”, como señaló un investigador, lo tratamos “como si no fuera nuestro problema”.
 
En vez de ello tenemos otras maneras de pagar el precio. Pensemos en el tiempo y el dinero que empleamos, en política y en ayuda exterior, luchando contra la mala gobernanza y la corrupción en otros países. Piénsese en el esfuerzo necesario para hacer frente a las consecuencias cuando los Estados cleptocráticos —Afganistán, por ejemplo— fracasan y se desmoronan, o cuando, como Rusia, se vuelven agresivos y amenazadores. El mundo sería más seguro y más rico si dejáramos de lavar el dinero que, para empezar, ayudó a crear esas cleptocracias. Pero, como los drogadictos o los alcohólicos, primero tendremos que admitir que tenemos un problema antes de que realmente podamos empezar a resolverlo.
 
Anne Applebaum es periodista.

El que más arriesga

Pedro Sánchez tiene casi todas las papeletas para quedarse en la cuneta, porque sólo tendría una posibilidad, la de ganar mucho.


Jorge M. Reverte
Pase lo que pase ese día, el 26 de junio dejará algunos dirigentes políticos en la cuneta. Por suerte, cadáveres sólo políticos, pero algunos de ellos de imposible reanimación. Pero en este país hay que afinar el diagnóstico porque en muchos casos el muerto político ha resultado estar vivo, como en la canción de Peret, y fumándose dos cajetillas de tabaco al día como Santiago Carrillo.
El hombre que más ha arriesgado los últimos meses en la política española ha sido Pedro Sánchez, y tiene casi todas las papeletas para quedarse en la cuneta, porque sólo tendría una posibilidad, la de ganar mucho. No le vale repetir resultado, tiene que conseguir un porcentaje que le permita volver a ser la segunda fuerza política sin discusión.
Con menos de eso, a Sánchez se lo van a comer en primer lugar sus compañeros de partido. Un PSOE que precisa, para tener el mínimo oxígeno necesario, de un resultado brillante que haga que en sus banderines de enganche se pongan en cola los jóvenes con empleo, los profesionales de cualquier rama, los profesores de universidad, y centenares de miles de parados que se crean su programa económico.
Felipe González y el PSOE hicieron la única revolución moderna en España: educación, fiscalidad, sanidad, costumbres… Hoy haría falta lo mismo para que el país se recompusiera. Y no parece que la cosa vaya por ahí.
Por supuesto, no hay que esperar algo parecido de Mariano Rajoy, que no arriesga nada en la cita electoral. Pero hay otros líderes que juegan con cartas que dan la impunidad. Albert Rivera encabeza una formación emergente que aspira a reunir el voto hastiado del centro y la derecha. Con ganar un poco ya le vale, al haberse convertido en el más decidido hombre de la gobernabilidad.
Y nos queda Podemos, acompañado de los restos del programa de Julio Anguita. A esos no les hunde nadie hasta que no tengan poder y lo malgasten. Tienen que desprestigiar mucho la movilización social para que la gente les dé la espalda.
En unas elecciones todo el mundo apuesta para al menos no perder. Pero Pedro Sánchez se la juega entera.
Y el PSOE, su existencia como partido de Gobierno.
El País.



lunes, 23 de mayo de 2016

¿Rajoy como Maduro?

Esos ‘hooligans’ de la política que han insultado a militantes venezolanos demócratas, han conseguido lo contrario de lo que buscaban.


Jorge M. Reverte
 
Hace ya décadas que alguien acuñó una frase que en sí era mala, pero resultó muy eficaz para lavar algunas conciencias ante el terrorismo de ETA: “Condenamos la violencia, venga de donde venga”. Con ello, Ayuntamientos, sobre todo, pero también comunidades autónomas se lavaban la cara y metían siempre en el saco de los chicos del tiro en la nuca a la policía, o a los jueces, o los partidos políticos, o incluso personas, españolas.
 
ETA ha sido ya derrotada, aunque falta que entregue las armas y que sus militantes, los pocos que quedan en libertad, se arrepientan públicamente de sus crímenes. Pero parece que esta actitud es una necesidad social. Por ejemplo, en Asturias han apedreado e insultado a la familia de Leopoldo López, uno de los venezolanos perseguidos por Nicolás Maduro por defender la democracia. Los insultos a Leopoldo López y familia se han visto acompañados de acusaciones contra Mariano Rajoy y su Gobierno.
 
La gente que ha cometido semejante desaguisado pertenecía (y pertenece, porque yo no sé que les hayan expulsado) a Izquierda Unida y a Podemos. La gente de Izquierda Unida, eso me consta, peleó contra Franco y su dictadura. Los de Podemos, me imagino que alguno lo hizo. Y Maduro se parece más a Franco que a Rajoy. ¿Por qué, entonces, no comparan al venezolano con el dictador español, en lugar de hacerlo con un presidente que les cae muy mal, pero que no es un dictador?
 
La verdad es que la cosa tiene difícil explicación. Uno de los elementos para encontrarla está en el ADN de la izquierda española, que todavía tiene herencias estalinistas fruto del mismo franquismo, pero también del autoritarismo comunista de principios del siglo pasado.
 
Esos hooligans de la política que han insultado a militantes venezolanos demócratas han conseguido lo contrario de lo que buscaban. Por ejemplo, mi simpatía temporal con Rajoy (temporal, que mis amigos no se inquieten), porque esta vez está en el lado de los buenos. No hay duda, no puede haberla, de quiénes son los buenos en esta batalla por la libertad. Y, desde luego, ni Maduro ni sus defensores, como Podemos en España, tienen ninguna razón que mostrarnos. Venezuela es ya una dictadura, que aún no ha conseguido domesticar ni a su Parlamento ni a sus ciudadanos.
 
El País

Propósitos colectivos o política del miedo

Son muchos los que se han beneficiado de la globalización, pero también ha habido víctimas

EL ACENTO
 
Hay un recurso del que se abusa demasiado en estas épocas de tribulación, el de rasgarse las vestiduras. Todo el mundo lo hace, ya sea para despotricar de los abusos de los poderosos o para lamentar la banalidad de una sociedad fascinada por las nuevas tecnologías. La crisis económica ha dejado quebradas a las clases medias, y a las más frágiles, todavía más. Así que resulta de una lógica aplastante que la gente se plante y ponga en escena sus desgarros, y proclame que esto es un desastre impepinable.
 
En una situación de esas características cuantos sospechan de oscuras maniobras en la sombra gozan de indudable predicamento. Y la globalización, más que un proceso complejo en el que intervienen múltiples factores (para bien y para mal), se termina por ver como una conspiración que han manejado cuatro espabilados para enriquecerse. Así que toca protegerse. Levantar muros, replegarse hacia casa, cerrar todas las fronteras. E identificar con claridad al enemigo.
 
Al recurso de rasgarse las vestiduras le sigue un fulminante proceso de cargarse de razón. Cuanto ha ocurrido tiene unos responsables que conviene identificar. Para algunos son los banqueros, y de ese modo pasan a la categoría de apestados. Otros se inclinan, en cambio, por echarle la culpa a los migrantes que llegan a sus respectivos países en busca de una oportunidad. Ya saben lo que está ocurriendo con los partidos de extrema derecha en Europa y con Trump en Estados Unidos. El enemigo viene de fuera, proclaman, habrá que levantar unas cuantas alambradas. Los otros usan fórmulas más alambicadas pero vienen a parar en lo mismo: andan intentando disfrazar el más rancio proteccionismo inyectando un poco de modernidad a una vieja palabra manchada con la sangre de muchas guerras, la patria.
 
A ese talismán se le piden prodigios, del mismo modo que los otros creen tener la solución en expulsar a quienes no tengan el mismo color de piel. Tanta simpleza produce asombro. Las cosas no han salido bien, así que son muchos los que reclaman no tanto argumentos como hacer piña detrás de una bandera: un ratito para rasgarse las vestiduras y otro ratito en el que cargarse de razón.
La globalización tiene que ver con el desarrollo de unas fuerzas económicas que van eliminando barreras para sacar partido de unos mercados cada vez más interconectados. Son muchos los que se han beneficiado de ese proceso. Pero también ha habido víctimas. El tratado de comercio que andan discutiendo Estados Unidos y la Unión Europea, por ejemplo: debería explicarse y luego tendría que discutirse cada detalle. Nada de vestiduras rasgadas y de píldoras ideológicas de consumo instantáneo. El dilema que toca ahora, decía el historiador Tony Judt, es el de elegir entre “una política de la cohesión social basada en unos propósitos colectivos o la erosión de la sociedad mediante la política del miedo”. Es lo segundo lo que persiguen los populismos. Y deberíamos, más bien, inclinarnos por la primera opción.
 
El País.

domingo, 22 de mayo de 2016

La felicidad, ah, ahah, ah

VUELO SIN MOTOR
"El amigo Félix"
 
Félix Teira
 
Imagine que el director de su empresa lo pone en esta disyuntiva: 1. A todos los empleados, incluido usted, les van a subir el sueldo 200 euros. 2. A todos los empleados les van a subir 50 euros el sueldo, excepto a usted, que tendrá una subida de 150 euros. ¿Qué opción prefiere? Piénselo y no tenga mala conciencia. Para que no se sienta avergonzado, le confieso que yo elegiría la segunda. Esta pregunta envenenada, formulada de variadas maneras, se ha repetido en numerosos estudios. Con diferencias porcentuales, siempre gana la última opción. Cuestiones similares se plantea Richard Layard, un prestigioso economista de Reino Unido, en su libro La felicidad. Lecciones de una nueva ciencia. La canción ya advertía que la salud, el dinero y el amor eran el trío de la felicidad. El dinero, desde luego, ¿pero cuánto? Al parecer, cualquier persona hace una comparación inconsciente con el grupo social al que pertenece. El dinero que ganamos nos parece mucho o poco cotejándolo con el grupo de referencia próxima, es decir, colegas, parientes, amigos, conocidos... Incluida la vecina del séptimo, que no sé de dónde saca para cambiar de coche todos los años. Por eso el economista considera que cuando las personas se hacen más ricas en relación con otras, son más venturosas. Pero si es toda la sociedad la que mejora, el conjunto no se siente más feliz.
 
Afortunadamente la pareja felicidad-dinero no está siempre bien avenida: a quien la lotería lo saca de una situación de pobreza le sobreviene una descarga de dopamina que lo hace intensamente feliz. Si al año siguiente le vuelve a tocar no aumenta su dicha. Por el contrario, si la mayoría de los componentes de nuestro grupo de referencia se enriquecen con respecto a nosotros, nos desarman los sentimientos de frustración e inutilidad. Por eso, si todos cogen lotería, usted también; los anuncios del gordo navideño de los últimos años son falsos.
 
Layard piensa que el principal objetivo de la política es conseguir una sociedad feliz. Los beneficios de cualquier política que se ponga en marcha deben ser medidos por el impacto en el bienestar de la mayoría. Sus estudios por aunar economía /felicidad lo llevan a colaborar con la ONU y es uno de los redactores del Informe Mundial sobre la Felicidad. Para medirla tienen en cuenta los ingresos per cápita, la esperanza de vida saludable, la libertad para tomar decisiones, la corrupción y otros. Nosotros no salimos muy favorecidos en el ranking, puesto 37. La crisis, el paro y la corrupción nos van hundiendo. Me agrada la pretensión de Layard, que incluso se plantea fórmulas para medir el bienestar obtenido por cada euro invertido. La política al servicio de la gente. Si un mínimo de renta es imprescindible para el bienestar, solucionar el problema del paro levantaría la esperanza. Acabar con la corrupción sería una meta, porque evitaría la frustración de los que pagamos el impuesto de la renta. Pero el dinero no es el único ingrediente de la felicidad. Ya sólo faltaría que todos los ricos fueran dichosos y los pobres desgraciados. Debemos hallar los demás componentes y conseguir, querido lector, un pequeño manual para ser moderadamente felices. Nos la jugamos. Primero, por nosotros mismos. Después por los demás; hay una máxima irrebatible en psicología: sólo los que son felices pueden hacer dichosos a los demás. Continuará....
 
 Escritor

Las cinco engañifas del Gobierno sobre el déficit y la deuda

El Ejecutivo en funciones juega con las medias verdades para restar importancia a la necesidad de ajustes.

El Gobierno en funciones de Mariano Rajoy trata de minimizar las consecuencias que tendrá para los ciudadanos la exigencia a España de la Comisión Europea de medidas de ajuste permanente por algo más de 8.000 millones de euros en dos años que contribuyan a reducir el déficit público desde el 5% del PIB con que se cerró el 2015 hasta el 2,5% dispuesto para el 2017. En caso contrario, pende la amenaza de una sanción a España por un importe de hasta 2.000 millones de euros.

En su afán por restar importancia a la exigencia europea y no contaminar la campaña electoral, el Gobierno está incurriendo en algunas engañifas ("engaño artificioso con apariencia de utilidad", según la Real Academia Española de la Lengua) o medias verdades. La propia vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, ha incurrido este viernes en algunas de estas prácticas. Estas son algunas de las mencionadas medias verdades:

1.-"España ya redujo el déficit en 8.000 millones de euros en el 2015"
Es lo que dicen Sáenz de Santamaría y el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, para subrayar que si esto se hizo el año pasado y no se hundió el mundo, podría volver a hacerse lo mismo sin ningún problema en dos años.

La afirmación es matizable. El déficit pasó desde el 5,8% del PIB en el 2014 al 5% en el 2015. La diferencia fue de ocho décimas, pero en realidad el ajuste fue de 5.564 millones de euros (pasó de 61.319 a 56.608 millones). Lo que sucede es que el PIB nominal creció el 3,8% en el 2015 y eso favoreció una mayor rebaja del déficit en términos de PIB.

Tampoco es cierto que el Gobierno adoptara medida por 8.000 millones (ni por 5.564 millones) en el 2016. La reducción del déficit se produjo gracias a la inercia de los ingresos por el crecimiento económico (11.734 millones más) y por los ahorros en partidas como el desempleo, no se adoptaron medidas estructurales.

2.- Para cumplir el mandato de Bruselas "no tiene que haber recortes reales"
Según Mariano Rajoy, con el aumento de la recaudación bastará para cumplir las exigencias de Bruselas. Pero esto no es lo que demanda la Comisión Europea, que exige "medidas estructurales" de carácter permanente, por importe de unos 8.200 millones en dos años.

Pasar de un déficit del 5% del PIB del 2015 al 2,5% en el 2017 conlleva un ajuste de unos 27.000 millones en dos años del que la mayor parte se producirá por la inercia de los ingresos y del menor gasto en prestaciones sociales, tal como parece decir Rajoy. Sin embargo, según la Comisión Europea, exige además un ajuste estructural de 0,75 puntos de PIB en dos años (la mayor parte de él, 0,50 puntos, en el 2017).

3.- Un Gobierno del PP volverá a bajar impuestos
Según el vicepresidente de la CE, Valdis Dombrovskis, eso solo será posible si España cumple la obligación de adaptar medidas estructurales equivalentes al 0,75% del PIB. "Si España cumple estos objetivos presupuestarios, España puede asumir las decisiones que desee en materia tributaria" ha advertido Dombrovskis

4.-La deuda se ha disparado al 100% por el pagos a proveedores
Es lo que ha vuelto a decir la vicepresidenta esta viernes. El volumen de deuda ha pasado de 743.530 millones de euros a finales del 2011 a 1.095.358 millones en marzo del 2016 superando el 100% del PIB por primera vez desde 1909. En cuatro años y un trimestre, la deuda ha subido en 351.828 millones de euros, equivalentes al 32% del PIB.

Solo 3,8 puntos de PIB de mayor deuda en este periodo tiene que ver con el Plan de Pago a Proveedores por el que parte de la deuda privada de las administraciones públicas que dormía en los cajones se ha convertido en deuda pública (41.815 millones de euros). Otros 24,2 puntos de PIB de mayor deuda se explican por el déficit acumulado en este periodo mientras que otros 4 puntos tienen que ver con el rescate a la banca de la Unión Europea.

5.- La creación de empleo está saneando las cuentas de la Seguridad Social
Dice la vicepresidenta en funciones que en el 2011 por cada pensión nueva de jubilación se destruían 3 empleos, lo que llevó a la Seguridad Social "al borde del colapso". Ahora, añade, por cada nueva pensión se crean 5 nuevos empleos y sus cotizaciones son las que a medio plazo permitirán hacer sostenible el sistema sin tener que crear un nuevo impuesto, como plantea al PSOE.

Sin embargo, la creación de empleo se traduce en un bajo aumento de las cotizaciones sociales por la bonificiaciones existentes y por el bajo nivel salarial. El número de afiliados a la Seguridad Social creció el 3,2% en el 2015 pero los ingresos por cotizaciones solo lo hicieron el 1,2%.

El Periódico de Aragón

De la acampada al plató

El 15-M lo comenzaron sobre todo dos movimientos de los que no hemos vuelto a saber nada: Juventud sin futuro y Democracia real, ya.


Jorge M. Reverte
 
Todavía está por ver que el movimiento del 15-M, el de los indignados, se convierta en hecho histórico reconocible, como lo fue por ejemplo Mayo del 68, o si se confirmará como uno más de los muchos que han florecido en la España del desencanto, del final del zapaterismo y el comienzo de la España de los apandadores, que parece sin fin.
 
El 15-M lo comenzaron sobre todo dos movimientos que posiblemente han pasado a mejor vida: Juventud sin futuro y Democracia real, ya! No hemos vuelto a saber de ellos, y eso que sus reivindicaciones no se han cumplido en absoluto porque la juventud sigue sin futuro y la democracia real tal como la concibe alguien del 15-M no ha avanzado un ápice.
 
A toda esa masa que se movió desde la Puerta del Sol hasta el último rincón de España se unieron un montón de organizaciones, que fueron instalándose en la plaza madrileña en tiendas de campaña con sus cocinas y sus sacos de dormir dentro. Había unos cuantos profesores de Ciencias Políticas con el pensamiento de Ernesto Laclau y Hugo Chávez bien aprendidos. Y aquello empezó a funcionar como querían los profesores. Y nació Podemos.
 
Eso fue hace cinco años. Y alguna formación política como esta última ha intentado hacerse con la paternidad del movimiento. Lo que ha generado algunas discusiones.
Pero ya no estamos hablando de lo mismo que hace cinco años despertó una simpatía sin límites. Hoy el 15-M ha convertido lo que era un campamento en un gigantesco plató que aprovecha una cadena de televisión que apostó por esa opción política al mismo tiempo que los profesores.
 
Hoy Íñigo Errejón campea por ese plató como lo hizo en sus tertulias su compañero Pablo Iglesias. Ninguno de los dos está en una tienda de campaña. Pero lo que más llama la atención es la seguridad: los guardias que velan por que de allí no falte ni un bolígrafo trabajan para una empresa privada. Es posible que eso sea lo que más choque con la gente que rodea el plató.
 
Seguridad privada. Eso sí que suena a liberalismo. Y quizás explique lo que ha llevado a cambiar la tienda de campaña por un plató.
 
El País.

sábado, 14 de mayo de 2016

VERGONZOSO SEÑORES.

BARRIO LAS FUENTES.

Calle Batalla de Pavia

Aquí le dejamos una muestra fotográfica a ZARAGOZA DINÁMICA (Promoción Empresarial) para que acelere su Plan de Apoyo al comercio de proximidad,  puesto que la realidad es muy clara. Tramo  de la calle Batalla de Pavía con los locales en alquiler. Hay que seguir fomentando el consumo en los comercios del barrio para que no lleguemos a ver muchas más calles con esta situación.

Resulta curioso que desde el área de Fomento y Turismo del Ayuntamiento de Zaragoza están desarrollando las acciones del Plan de Apoyo al Comercio de Proximidad. La línea estratégica 3 de este Plan es el fomento de trabajo en red entre las asociaciones de comerciantes y de vecinos/as de cada Distrito de Zaragoza.

Con el objetivo de hacer la presentación del Plan, recoger propuestas e iniciar el trabajo en red en los barrios, os convocamos a una reunión de carácter participativo el miércoles 18 de mayo, a las 20:00, en el centro cívico Salvador Allende (C/Florentino Ballesteros s/n).

PROMOCIÓN EMPRESARIAL

ZARAGOZA DINAMICA (AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA)

Hasta aquí correcto, pero que fin tiene no convocar a las asociaciones de vecinos del barrio  ( CIVITAS y FACU no han recibido citación) y celebrar la reunión en el Salón de la Junta de Distrito cuando ni siquiera han convocado a su Concejal Presidenta. ¡ Tiene bemoles esto !

 
 
 
 
 
 

 
 

Iphone

Aylan Kurdi fue la víctima propiciatoria que necesitaba la mala conciencia del mundo para ¿despertar? En todo caso, se adormeció otra vez muy rápido.





Nunca un cadáver célebre nos había durado tan poco. En septiembre de 2015 Aylan Kurdi apareció ahogado en una playa turca después de que su familia intentara huir de Siria. Ese día se ahogó también su hermano Galip, de cinco años (y la madre de ambos), pero no hubo fotos, así que el cuerpo de Aylan Kurdi —tres años, la cara hundida en el agua— fue la víctima propiciatoria que necesitaba la mala conciencia del mundo para ¿despertar? En todo caso, se adormeció otra vez muy rápido. Pasamos de las promesas de recibir inmigrantes a carradas en septiembre de 2015, al pacto firmado en marzo entre Europa y Turquía que —con idas y vueltas— propicia expulsiones masivas y la construcción de corrales —corrales— de refugiados en ese país a cambio de 6.000 millones de euros. Parece mucho dinero, pero no hay que reparar en gastos cuando se trata de preservar a la civilización del avance de los bárbaros. En los largos días de la corta muerte de Aylan Kurdi, uno de los argumentos con los que se justificó la publicación de la foto fue: “Puede ser el hijo de cualquiera de nosotros porque no está disfrazado de ninguna etnia rara. Está totalmente occidentalizado: un niño con unos ‘shorts’, una camiseta, pelo corto. Podría ser el hijo de cualquier europeo”. Disfraz, etnia rara, occidentalizado. Cruda, simple como el miedo, la frase resumía todo: Aylan era un muerto tan conmovedor porque era un muerto normal. En cambio, todos esos seres disfrazados de etnias raras que ahora intentan sortear la frontera, aunque estén muy vivos, no lo son. ¿Alguien recuerda esa palabra que nos gustaba tanto: globalización? ¿Se sabe qué fue de ella? Quizás si El Corte Inglés lanzara una oferta del tipo “Adopte un refugiado y le regalamos un iPhone”, la gente lograra entusiasmarse y podríamos, aún, recuperarla. A la palabra. A la gente no.

El negocio


Los casos de corrupción incluyen, en su apartado estrella, la prestación de “servicios inexistentes”






El diputado del PP Vicente Martínez Pujalte, sin ir más lejos (aquí hay que recordar a aquel cura que cuando quería poner un ejemplo decía: “Dios, sin ir más lejos”), ha sido denunciado por cobrar trabajos inexistentes, la famosa asesoría verbal a una constructora que le pagaba 5.000 euros al mes para aprovechar su “visión privilegiada”, según dijo en su momento el consejero delegado. ¿En qué consiste una asesoría verbal? El constructor lo explicó: tomar con Pujalte un par de cafés al mes. Pujalte es la persona que mejor bebe café de la historia; bebe el café como lo debe de beber Batman, por eso 5.000 euros al mes por verlo coger dos veces la tacilla es un precio razonable. No es casualidad que terminado el trabajo Pujalte decidiese afeitarse el bigote, pues el barrido del primer sorbo era parte del espectáculo.
 
La práctica es común y muchos de los casos de corrupción incluyen, en su apartado estrella, la prestación de “servicios inexistentes”, un eufemismo exótico, pues de lo que se trata es de pagar lo que no se hace. Y revela la formidable salud del empleo español cuando no se realiza: suelen ser los puestos de trabajo mejor pagados. Hay contratos fijos, temporales y después están los contratos que se sitúan en un plano superior, destinados a levantar un país imaginario. El Instituto Benéfico Nóos recibió 380.000 euros del Gobierno valenciano para organizar la candidatura a los Juegos Europeos; Valencia no optó a los Juegos. Camps lo justificó diciendo que como Madrid se presentaba a los Juegos Olímpicos Valencia se retiró de los Europeos por “lealtad, patriotismo y españolidad”, las mismas razones por las que cobraba el yerno del Rey. González Pons, más realista, dijo que Valencia no se había podido presentar porque Nóos no hizo nada: se trataba de un trabajo inexistente. El Gobierno pagaba y Nóos no trabajaba; si se le ocurría trabajar, el Gobierno empezaba a pensar mal.
 
Circula dinero legal, dinero negro y dinero que subvenciona actividades invisibles, como los cursos de formación de la Junta de Andalucía. Ese dinero no forma parte estrictamente de una economía sumergida sino de algo más sutil: de una economía ficticia y boyante. Cuanto menos se trabaje, más dispuesto se muestra a pagar el empresario, especialmente si es a sí mismo a través de sociedades instrumentales. De la investigación sobre Mario Conde, por ejemplo, se concluye que el exbanquero repatriaba su fortuna a través de préstamos fingidos y trabajos inexistentes. Si uno se presta dinero a sí mismo y se paga su propio trabajo los problemas desaparecen. Si además en ese contrato lo único que no es tuyo es el dinero estamos ante un negocio perfecto.
 
EL MIRADOR.- El País.

domingo, 8 de mayo de 2016

Diputados y senadores del PP no han presentado ni una iniciativa

Los socialistas son los que han estado más activos en el control del Gobierno. Arrojo (Podemos) no ha hecho ni una pregunta y solo pidió una comparecencia.


La legislatura que terminó esta semana no solo ha sido la más corta de la historia de la democracia, sino también la más improductiva. Sobre todo para el PP. Ninguno de los diputados y senadores populares aragoneses han presentado una sola iniciativa, ni pregunta, ni han solicitado información alguna referente a la comunidad o provincia a la que representan. Se han limitado a asistir a las sesiones plenarias, a las comisiones, y a cobrar.
 
En el Congreso, los diputados del PP por Huesca --Ana Alós--, Zaragoza --Eloy Suárez, Pilar Cortés y Ramón Moreno-- y Teruel --Manuel Blasco y Alberto Herrero--, no han presentado ni una sola iniciativa. Esta corta legislatura no ha sido normal, con un Gobierno en funciones y las permanentes negociaciones entre los grupos, pero los populares han tenido una actitud cuanto menos pasiva. Ni uno solo de los temas que preocupan en Aragón ha sido motivo para formular una pregunta, oral o escrita, al Gobierno: ni la falta de soluciones a los desdoblamientos, ni la situación del ferrocarril, ni el Fondo de Inversiones de Teruel, ni el cierre del cuartel Sancho Ramírez.
 
Cada diputado cobra un básico de 2.813,87 euros al mes, que varía en función de sus responsabilidades en la Cámara Baja. En el caso de Eloy Suárez, habría que sumar los 1.046,48 euros que ingresa por ser portavoz de una comisión de Reglamento y los 697,67 por su cargo de secretario. Ana Alós, por ser portavoz de la comisión de Fomento, también ingresaría esos 1.046,48 euros. Al igual que Manuel Blasco por su puesto como vicepresidente segundo de la comisión de Economía y Competitividad.
 
Más activos han estado los representantes aragoneses de otros grupos parlamentarios, según la página web del Congreso. La socialista zaragozana Susana Sumelzo es la que ha tenido una mayor actividad. Ha formulado 62 preguntas escritas, la mayoría vinculadas a órdenes de alejamiento por violencia machista. Como responsable de esta área en su partido se ha interesado por todas las provincias. También ha solicitado respuestas al Gobierno sobre la comisaria de Calatayud, las restituciones de Mularroya o la agencia tributaria bilbilitana, al igual que la restauración de la Torre Mocha de la misma localidad.

DESDOBLAMIENTOS

El también zaragozano Óscar Galeano (PSOE) ha formulado 9 preguntas por escrito sobre el Instituto de Crédito Oficial, violencia de género, la comisaria de Calatayud o las ayudas al alquiler. El turolense Ignacio Urquizu ha presentado 38 preguntas escritas, la mayoría sobre becas. Aunque también ha registrado otros asuntos como el desdoblamiento de la A-68 hasta Ventas de Valdealgorfa, las obras en la N-232 o la conexión ferroviaria entre Zaragoza y Sagunto por Teruel. El también socialista, pero en esta caso oscense, Gonzalo Palacín, se ha interesado por 11 cuestiones como el tren entre Zaragoza y Lérida a su paso por Monzón, las obras de la N-240, las de la N-260 entre Balupor y Fiscal o el desdoblamiento entre Alfajarín y Pina.
 
La legislatura tampoco ha sido muy activa para el diputado de Podemos Pedro Arrojo, que no ha registrado ni una sola pregunta. Entre la huelga de hambre y la defensa del caudal ecológico del Delta, el podemita no ha tenido demasiado tiempo. Aunque sí presentó una solicitud de comparecencia sobre el recrecimiento de Yesa, que no aparece en la web del Congreso.
 
El único representante aragonés de Ciudadanos, Rodrigo Gómez, ha formulado 7 preguntas, sobre la calidad de las aguas, las motas de Pradilla y Boquiñeni, la lucha contra el dopaje, el sistema antiniebla en el aeropuerto de Zaragoza y dos sobre el cuartel Sancho Ramírez.
 
El Periódico de Aragón

Políticamente incorrecta

Obscenidad


 
 
Del sistema electoral español se ha dicho de todo: que es maquiavélico, desproporcional, que fomenta la polarización que está hecho a la medida de dos grandes partidos para que no haya un tercero que rompa la baraja. Los partidos minoritarios y los emergentes claman desde hace tiempo por reformar el sistema que les perjudica, pero una vez rota la baraja han aceptado sin rechistar el denostado sistema que tan fantásticos beneficios les genera. Veamos. El estrepitoso fracaso de una legislatura de cuatro meses no impide que el pueblo soberano siga premiando a los 558 parlamentarios con buenos sueldos y privilegios aunque no hayan movido un dedo para resolver la situación. Quiero pensar que algún remordimiento sí tendrán al firmar la nómina pese a estar mano sobre mano, pero es que la cosa tiene más bemoles porque estos parlamentarios van a ser los más subvencionados de la historia ya que ningún partido, ninguno, ha propuesto renunciar a las subvenciones públicas por resultado electoral. La ley es la que es y no se puede cambiar para este menester, pero bastaría con que no presentaran las facturas tras el 26-J para ahorrarnos los 35 millones que se van a llevar ¡otra vez! en concepto de votos y escaños. Me parece una obscenidad que el segundo país con mayor déficit de Europa pague dos veces por una legislatura solo porque los viejos legisladores no previeron semejante situación, lo que demuestra que la incapacidad no reina solo en el hemiciclo.
 
Periodista

LA CARTUJA DE AULA DEI DE ZARAGOZA ( 3 )

Visita organizada Asociación Vecinos barrio Las Fuentes Civitas
 
7 de mayo de 2016.

 

Fotografías; Angel Gracia y Antonio Gracia Pascual.

MODO DE VIDA

 






 
 


 
 
 
 
 
 
 
 
 

 ORACION
 


 
 
 

 





sábado, 7 de mayo de 2016

LA CARTUJA DE AULA DEI DE ZARAGOZA ( 2 )


Visita organizada Asociación de Vecinos barrio Las Fuentes CIVITAS. 

7 de mayo de 2016.


 

Fotografías; Angel Gracia y Antonio Gracia Pascual



Sus jardines y Flores:


 
 
 
 

 
 
 

 
 
 
 
 
 
Gran recuerdo y feliz mañana de sábado