lunes, 5 de septiembre de 2016

Del niño Aylan al niño Omran

Del niño Aylan al niño Omran
5 de septiembre de 2016.



Un dato: son 423 los niños registrados como muertos ahogados intentando llegar a Europa en el año que ha transcurrido desde la muerte en el Mediterráneo del kurdo-sirio Aylan Kurdi. Más de un niño al día, por tanto, después del gran impacto social y político que tuvo hace un año la difusión de la foto del cuerpo inerte de Aylan en la playa de Bodrum. Hubo entonces mucha indignación y promesas de que tragedias así no deberían volver a suceder. La realidad es que se han repetido más de una vez y a diario desde entonces.

La foto de Aylan tuvo efectos políticos inmediatos (una mayor flexibilidad, sobre todo por parte de Alemania, para acoger refugiados) que con el paso del tiempo se fueron desvaneciendo. Hoy, después del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía para frenar en territorio turco a los refugiados, la ruta de los Balcanes que utilizaban entonces las miles de personas que huían de la guerra está cerrada. Por tanto, los refugiados se ven obligados a usar caminos más peligrosos, como la ruta del Mediterráneo central entre Libia e Italia. No solo corren un gran peligro de muerte, sino que sufren abusos de todo tipo y muchas formas de violencia a manos de las mafias. Como suele suceder, mujeres y niños suelen ser las víctimas preferentes.

En este año desde que la foto de Aylan llevara a tanta gente a decir en declaraciones formales, artículos y posts en las redes sociales que urgía hacer algo, la Unión Europea ha demostrado su incapacidad para pactar una política común de ayuda a los refugiados. No solo eso: algunos países y amplias capas de la población europea han caído en una deriva xenófoba y racista, y las imágenes de Idomeni --el campo de refugiados entre Grecia y Macedonia que se convirtió en un cuello de botella para miles de personas-- mancharon de forma irremediable los valores que la UE había propugnado desde su nacimiento.

Nada ha cambiado, sino que ha empeorado, en la causa primera de la crisis, la guerra de Siria. Otra foto de otro niño, Omran Daqneesh, de 5 años, superviviente de un ataque aéreo en Alepo, en Siria, se convirtió en icono de un conflicto que ha expulsado de su hogar a decenas de miles de personas. De Aylan a Omran, los niños sirios mueren si huyen y mueren si se quedan en Siria. Un año después, la crisis humanitaria siria se ha agravado ante la inacción del resto del mundo.

El Periódico de Aragón

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