lunes, 10 de agosto de 2015

Políticos de plástico

El pueblo está harto de la misma retórica vacua, plagada de frases hechas y latiguillos que no conducen a ninguna parte.

La quiebra del bipartidismo en España tiene muchas y variadas causas: la corrupción que ha salpicado al PP y al PSOE, el apoltronamiento de los dirigentes en sus despachos, su lejanía respecto a las preocupaciones ciudadanas, su ineficacia en la resolución de los problemas del ciudadano medio…
El pueblo está harto de la misma retórica vacua, plagada de frases hechas y latiguillos que no conducen a ninguna parte. Tal vez por eso, las elecciones municipales y autonómicas del pasado mayo alumbraron en las urnas nuevos rostros y nuevas formaciones. La gente quizás deseaba sentir un soplo de aire fresco. Quería personas de carne y hueso, sin la pose y el engolamiento de los políticos tradicionales.
Para aventar los viejos tiempos, los líderes de los partidos más asentados se han echado en los últimos años en brazos de expertos en mercadotecnia política, capaces de convertir a quien le pague en un producto de consumo para los electores. Su misión es que el personaje en cuestión transmita cercanía, campechanía y frescura. Objetivo: crear candidatos ganadores en tiempo récord.
José Antonio Monago y Xavier García Albiol, el nuevo aspirante del PP a presidir la Generalitat catalana, recurrieron a los servicios del treintañero Iván Redondo, formado en la dirección de campañas electorales en la Universidad George Washington, para cambiar su imagen. Así, el bombero Monago se convirtió en presidente de su región, en el barón rojo extremeño, sin corbata y en zapatillas de deporte.
Detrás de Pedro Sánchez, el líder del PSOE, está Verónica Fumanal, educada en Ciencias Políticas y Marketing Político. Esta treintañera fue la que en 2006 lanzó al estrellato mediático a Albert Rivera, jefe de Ciudadanos, que posó en un cartel como su madre le trajo al mundo. Más frescura, imposible. Ese era el mensaje.
Sánchez epató hace 11 meses a los telespectadores del programa de cotilleo Sálvame, cuando irrumpió por teléfono para criticar la celebración del Toro de la Vega de Tordesillas (Valladolid).

Corremos el riesgo de que en las campañas que se avecinan (los comicios catalanes y las generales), muchos de los candidatos resulten ser políticos de plástico o simples productos prefabricados. Aparte de la fachada, lo importante deben ser las ideas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario