MI CUADERNO PERSONAL ( 5 ).
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| Laureano Garín Lanaspa |
El análisis de la fiscalidad española desde 1996 ha sufrido un defecto óptico curioso: "la rebaja del IRPF se ha confundido con un rebaja fiscal", cuando lo más cierto es que lo de verdad se ha reducido es la Imposición INDIRECTA.
¿ Por qué hay que bajar los Impuestos ? Porque es una promesa que atrae el voto. En términos de racionalidad económica del Estado la respuesta es sencilla: "por ninguna razón". Y en términos de sostenibilidad financiera: "lo más adecuado es no bajar Impuestos".
Desde la orilla del PP y Ciudadanos todo son rebajas impositivas; rebajas que conviene matizar, que suelen substanciarse en rebajas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, IRPF, y poco más. Así, el Partido Popular, PP, tiende a bajar el Impuesto sobre la Renta y a subir las Tasas y los Impuestos Indirectos. Es decir, rebaja uno y nos suben dos. El balance final implica una disminución notable de los impuestos progresivos mientras aumentan los más regresivos (Indirectos).
Por consiguiente, en términos políticos, los programas electorales que prometen bajar los Impuestos nunca explican los términos de la ecuación. Se enganchan a "abaratar el coste fiscal" pero no informan de las consecuencias de dicho acto. Consecuencias que van desde una dificultad creciente para "estabilizar el déficit"--recortes en gasto que afecta a la protección social, a la educación o a la seguridad -- , hasta la "renuncia pública" a garantizar un nivel de subsistencia de la mayoría de los ciudadanos.
¿ Por qué hay que bajar los Impuestos ? Porque es una promesa que atrae el voto. En términos de racionalidad económica del Estado la respuesta es sencilla: "por ninguna razón". Y en términos de sostenibilidad financiera: "lo más adecuado es no bajar Impuestos".
Desde la orilla del PP y Ciudadanos todo son rebajas impositivas; rebajas que conviene matizar, que suelen substanciarse en rebajas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, IRPF, y poco más. Así, el Partido Popular, PP, tiende a bajar el Impuesto sobre la Renta y a subir las Tasas y los Impuestos Indirectos. Es decir, rebaja uno y nos suben dos. El balance final implica una disminución notable de los impuestos progresivos mientras aumentan los más regresivos (Indirectos).
Por consiguiente, en términos políticos, los programas electorales que prometen bajar los Impuestos nunca explican los términos de la ecuación. Se enganchan a "abaratar el coste fiscal" pero no informan de las consecuencias de dicho acto. Consecuencias que van desde una dificultad creciente para "estabilizar el déficit"--recortes en gasto que afecta a la protección social, a la educación o a la seguridad -- , hasta la "renuncia pública" a garantizar un nivel de subsistencia de la mayoría de los ciudadanos.
Las propuestas fiscales no pueden ser enunciados ciegos, carentes de propósito. Si un Partido propone rebajar Impuestos debe exponer al mismo tiempo un cálculo realista de como afectara esa rebaja a los servicios esenciales de la comunidad, contando con la recaudación existente y proponer evoluciones coherentes con fundamentos económicos. Asimismo, no es intelectualmente honrado suponer que cuando se rebajen los Impuestos habrá inmediatamente un aumento de ingresos; o que con las tasas de crecimiento económico sostenido se resuelven todos los problemas de estructura fiscal y sostenimiento del Estado.Por estas razones es más razonable entender los programas fiscales de los Partidos como un examen sobre el perímetro del gasto social que estén dispuestos a financiar en el caso de que gobiernen. Con todo, se puede adelantar un resultado:
" cualquier gobierno que aspiré a mantener el nivel de protección social previo a la crisis y, al mismo tiempo, de reducción del déficit, tendrá que subir los Impuestos ".
Por lo tanto, bajar Impuestos la próxima legislatura no debe ser una prioridad.
Fuentes: El País y otras.
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